DOCE

566 68 11
                                    

Chanyeol no dejaba de mirar en dirección hacía todo el mostrador que tenía enfrente, a la vez que terminaba girando la cabeza para poder ver su cartera, el dinero que tenía ahí y de nuevo la estaba regresando a ese escaparate, cuando terminó suspi...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Chanyeol no dejaba de mirar en dirección hacía todo el mostrador que tenía enfrente, a la vez que terminaba girando la cabeza para poder ver su cartera, el dinero que tenía ahí y de nuevo la estaba regresando a ese escaparate, cuando terminó suspirando, pensó que de verdad tenía que estar metido en algo, si es que estaba dispuesto a gastar dinero en algo que "no era una prioridad" y lo decía de esa manera, porque no solía gastar dinero en prácticamente nada, básicamente porque no lo tenía.

-¿Le puedo ayudar en algo?- una empleada de esa lujosa pastelería se le terminó acercando y Chanyeol suspiró antes de señalar algo de la vitrina.

-¿Me puede dar esos?-

En el pasado, su madre no tenía mucho dinero tampoco, ella trabajaba en una oficina como secretaria, como no tenía estudios universitarios, en un país como ese, ella no podía aspirar a mucho y tampoco se podía poner exigente, era como algo que no se decía en voz alta, pero que, pasaba, al final, Chanyeol había terminado quedándose viendo como su mamá llegaba de la oficina, agotada, ella se quedaba dormida muchas veces en el sofá de su pequeña sala y Chanyeol, le tiraba una manta encima mientras le daba palmaditas.

En ese momento, quizás no era del todo consciente de lo mal que ella lo estaba pasando, sola, con un hijo, siendo miserable, ella seguro que le sonrió un montón de veces, pero seguramente no lo estaba pasando bien y Chanyeol había aprendido el valor del dinero a la mala, porque incluso en su nueva casa, no era como que el dinero fuera algo que llegará fácilmente, aún así, ahí estaba, gastando un montón de dinero en algo para Baekhyun, sintió que tenía que hacerlo, no, quiso hacerlo, pero las palabras de Yixing no dejaban de molestarlo, ¿realmente Baekhyun sería como todos los demás? Bueno, no es que lo supiera muy bien.

Chanyeol había terminado caminando a su punto de encuentro con Baekhyun, cuando ya llevaba esos macarrones franceses en la mano, tres pequeños de diferentes colores, él nunca había probado algo como eso, pero Baekhyun había vivido en ese país de donde eran, supuso que él sí lo sabría y que le gustarían, porque con ese precio, definitivamente iban a tener que ser lo mejor del mundo o iba a gritar, pero los guardo en su mochila con cuidado, para poder seguir caminando, hasta que se encontró con Baekhyun.

Este en definitiva parecía contento y claro, luego de que lo que habían hecho, seguramente se sentía el más contento de todos, porque eso era algo que siempre había querido, Chanyeol tenía miedo de que las cosas se pusieran raras después de eso, pero Baekhyun solo le sonrió y extendió sus manos como un niño pequeño que quería ser alzado.

-Llegaste tarde.- le reclamó cuando se aferró a su torso y terminó abrazándolo.

-Lo siento, tenía que comprar algo.- le dijo y Baekhyun solo sonrió un poco.

-¿Algo para mi?-

-Puede ser.- los dos subieron juntos al bus y Baekhyun seguía nervioso, en definitiva, pensó que lo que había pasado la otra noche, se sentía por demás irreal, se sentía contengo y defintivamente, afortunado, era como tener todo lo que siempre había querido experimentar, pero lo mejor de todo, es que al lado, no tenía a un idiota, tenía a un chico que ahbái sido educado con valores, con modales, lo minímo de decencia humana al menos y se sentía contento, así que claro que cuando llegó con sus amigos, pensó que era necesario presumir lo que acababa de pasar, aunque la cara de Jennie y la de LuHan, eran completamente diferentes.

Y a ti ¿qué te ha pasado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora