Chanyeol es un adolescente que ha luchado mucho para estar donde está. Todo lo que consigue es por su propio esfuerzo y una promesa que carga.
Baekhyun en cambio es alguien que lo ha tenido todo desde siempre, no solo nació en cuna de oro, sino que...
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Chanyeol estaba perdido en sus pensamientos en esos momentos, simplemente estaba mirando a un punto en blanco en esos días, la verdad era que había querido salir adelante con el poco o mucho contacto que Baekhyun estaba teniendo con él por mensajes, era evidente que quería que la relación fuera como siempre, pero simplemente no había manera, sentía que había una gran brecha por más que trataba de ignorarla.
"¿Qué haces?" "¿Cómo estás?" esas preguntas nunca se sintieron tan banales como en esos momentos y Chanyeol se sentía como un tonto por no estar apreciando lo que era Baekhyun en esos momentos, pero simplemente no podía, su cabeza se sentía en el aire, fuera de su cuerpo, y aún así trataba de hablar con Baekhyun como si estuviera encantado con eso.
Habían querido verse, pero resultaba que la madre de Baekhyun estaba pendiente de él todo el tiempo y la diferencia de horas comenzaba a hacerse notoria, cuando Chanyeol estaba levantándose, Baekhyun estaba entrenando por las noches, si Chanyeol estaba entrenando o estudiando de noche, Baekhyun estaba durmiendo. Lo trataron al principio, Chanyeol estaba estudiando o haciendo tarea mientras que Baekhyun dormía en la cámara de su teléfono, aunque se suponía que estaban ahí para conversar, pero Chanyeol miraba a Baekhyun dormir y era casi como si de verdad estuviera ahí, pero no lo hacía.
No les había importado nada y en verdad se habían reunido para hablar, pero al otro día los dos estaban tan cansados que simplemente no podían rendir de la misma manera en todo lo que tenían que hacer y eso era un problema, todo era un problema en esos momentos, aferrarse en ellos, era lo complicado.
Entonces prometieron llamarse para verse los fines de semana, pero incluso en esos días estaban tan ocupados, que las disculpas eran lo que reemplazaban sus palabras que querían decirle al otro viéndose al menos a la cara.
Eventualmente, no volvieron a prometer cosas que ya no podían cumplir y se limitaron a los mensajes, pero incluso en esos momentos que Chanyeol se sentía como un tonto, porque incluso si antes eran mensajes excesivamente largos, en esos momentos, se limitaban a frases, que al menso se mantenían constantes, pero ¿cuándo terminará eso también? ¿qué iba a hacer entonces?
-¿No estás comiendo de nuevo?- preguntó su abuela, sentándose frente a él en el pequeño comedor de su casa y Chanyeol solo sonrió un poco avergonzado por eso, viendo que de nuevo había comido muy poco de nuevo, pero apenas se había dado cuenta de eso, así que solo miró la hora, viendo que aún tenía tiempo y comenzó a comer con más prisa. -¿De nuevo estás triste?-
-No, no lo estoy, estoy bien.- dijo Chanyeol, pero ella en realidad parecía muy preocupada.
-Se que lo extrañas, pero hasta donde me quisiste decir, se que no terminaron, tampoco están en malos términos y no dejaron cosas pendientes, así que...-
-Lo sé, eso es lo más raro de todo, siento que hubiera quedado todo mal.- dijo Chanyeol, hablando un poco con su boca abierta y luego suspirando. -Me siento como un tonto, proque la verdad es que yo siempre he sido indiferente a cosas, a las personas que van y vienen, pero ahora simplemente no puedo hacerme a la idea de todo esto, es complicado y me siento triste, quisiera que no tuviera nada más de que preocuparme para poderme quedar con Baekhyun.-
