Los hermanos Potter y el prisionero de Azkaban.

Capitulo 11: Ataque a la señora Gorda

—No vale la pena Harry—Dije corriendo—No nos dejaran ir.

—Tenemos que intentar—Dice Harry.

La profesora McGonagall esta dando un discurso a los de tercero sobre sus privilegios de ir a Hogsmeade.

—Si el permiso no esta firmado no podrán acompañarnos, son las reglas Potter—Menciona McGonagall en tono serio.

—Te lo dije—Leragumente a Harry.

—Los que tengan permiso siganme, los demás apartense—Ordena Filch con su voz ronca.

—Pero profesora, si usted lo firma podremos ir—Dice Harry sonando algo desesperado.

—Creo que no, solo el padre o tutor están autorizados, yo no puedo porque sería inapropiado —Menciona la profesora—Perdonen chicos, no pueden venir.

—Debimos decirles que firmen la autorización antes de inflar a Marge—Comente mientras Ron y Hermione nos miran con lastima—Espero que disfruten Hogsmeade chicos.

—Lo lamento Matt—Dijo Anna—Ojalá pudieras venir.

—También yo—Dije mirándola.

—¡¡No se queden atrás!!–Exclamo Filch  a lo lejos.

Anna me dio una última mirada antes de irse a seguir el grupo. Yo subi las escaleras de regreso al castillo con Harry siguiendome.

—Voy a pasear por el castillo ¿Quieres venir?—Harry me pregunta.

—Tal vez más tarde. Iré a terminar de leer El mar de los monstruos—Dije dirigiéndome a la sala común.

—Esta bien—Dijo Harry tomando su camino.

Yo camine hasta llegar a la sala común y fui directo a la habitación que esta vacía, saque mis audífonos poniendo a Los AC/DC luego saque el libro y me dispuse a leer y a escuchar música.

Narra Harry:

—Hola Profesor—Salude al maestro Lupin.

—Hola Harry—Me saluda de lo más alegre el profesor Lupin.

—Profesor ¿Puedo preguntarle algo?

—¿Quieres saber por qué no te enfrente al Boggart?Debí pensar que lo preguntaría creí que se transformaría en Lord Voldemort.

— Pensé en Voldemort al principio, pero después recordé el tren ya los dementores—Dije.

—Sorprendente indica de que a lo que le temes es al miedo, es muy sensato—Afirma.

—Antes de desmayarme escuche muy claro que una mujer gritaba—Argumente.

—Los dementores hacen que revivamos nuestras penas, el dolor se vuelve su fuerza—Dijo el Profesor.

—Creo que era mamá cuando la mataron—Respondí—Y sé que Matt puede afirmarlo, él también escucho ese grito.

—Sabes cuando los vi en el tren, los reconocí de inmediato. No por la cicatriz por sus ojos, son como los de Lily, si la conocí. Tu madre me apoyo cuando nadie más lo hizo, no solo era una hechicera excepcional si no, una mujer extraordinariamente gentil. Podía ver la belleza en los demás y pienso que aún más cuando esa persona no podía ver que la poseía. Y su padre James tenía... Cierto talento para meterse en problemas, un talento que dicen que ustedes dos heredaron, sobre todo Matt—Me cuenta y yo no pude evitar sonreír un poco—Yo estaba ahí.

—¿En dónde?—Pregunte curioso.

—Cuando Matt nació, James estaba muy nervioso. Jamás lo habia visto así, tenía miedo de dejarlo caer en cuanto lo tuviera en sus brazos, pero cuando lo vio a Matt por primera vez quedó encantado, Literalmente no quería soltarlo—El profesor ríe —Solo lo dejaba cuando Lily tenía que alimentarlo, y cuando Matt por fin abrió los ojos James y Lily se quedaron fascinados, Los ojos de cada uno esta en su hijo, claro al principio creyeron que algo iba mal pero después les explicaron que Matt nació nació heterocromia, luego pasaron dos días enteros para que James me dejara cargarlo, bueno Lily lo obligo a que me dejara, Matt era tan... Pequeño, tan inofensivo y tan dulce... Pero tener un bebé no los detuvo, porque al poco tiempo de tener a Matt, llegó la noticia de que te estaban esperando a ti—Dijo riendo y yo me ruborize, sabía lo que quería decir.