Capítulo IV

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Era por la mañana la nana comentaba que madre había salido a la ciudad en compañía de Tessa y Odette. Me dirigía hacia el comedor donde padre se encontraba leyendo el periodico tomando vino. Al tomar asiento a un lado de el, me miro sin comentar ni una sola palabra. Al terminar el desayuno subí hacia la habitación hacía rato que no pintaba así que coloque el cuadro en frente mio.

Tome las pinturas y comencé a dibujar a Elber cortando manzanas. me encontraba por terminar cuando llamaron a la puerta —Señorita Beatrice el joven Belmont le busca está esperandole en el salón principal—.

Me levanté dejando las pinturas a un lado y me dirigí hacia el salón. Me encontraba feliz de verle después de tanto tiempo, acomodaba un poco mi cabello. Al entrar Belmont volteo hacia mi separándose de la ventana y caminando hacia donde me encontraba.

—Pensé en escribirte pero lo mejor era decirlo de frente. como he dicho meses atrás te quiero y soy consciente de que no podemos estar juntos, que la única manera de poder hacerlo es pedirte que escapes conmigo. Deseo permanecer a tu lado pero no así, no de esta manera. la razón que me ha traído hasta aquí es para despedirme de ti. Se que si me marcho lograre sacarte de mi corazón y de mi mente. mañana a primera hora partiré lejos de Londres—.

lo mire sin poder decir ni una sola palabra. Belmont se acercó tomando de mis mejillas mirándome fijamente. —necesito hacerlo Beatrice no soporto la idea de verte casada con Damien—.

tome su brazo —Belmont yo...—.

—Te quiero Beatrice—. beso mi frente después de ello Belmont salió del salón marchándose para siempre.

Me quede parada en medio del salón las lágrimas comenzaban a correr sobre mis mejillas Belmont se había marchado y no volvería a verle.

Subí corriendo hacia la habitación no podía creer lo qué Belmont había dicho. Tomé sin pensar el cuadro aventándolo hacia la ventana.

La sirvienta recogia el cuadro junto con las pinturas cuando Odette irrumpió en la habitación.

—Beatrice...—.

—Permiso Señorita—.

—¿Que ha sucedido Beatrice?—.

—Solo ha sido un pequeño accidente es todo—.

Odette sonrió tomando mi mano. —Hemos comprado algo para ti en nuestro paseo por la cuidad—.

Nos dirigimos hacia donde Tessa. al entrar no pude evitar sonreír al verle bailando en compañía de su nuevo vestido.

—Ha tardado en elegir que vestido traer a casa—. tomó la caja dejándola sobre la cama.
Al abrirla mis ojos se encontraron con un hermoso vestido. mire a ambas —Es precioso. Gracias—.

Nos encontrábamos cenando. Madre tomaba vino colocando su mirada sobre mi. —Beatrice, la sirvienta ha comentado sobre la visita de Belmont Beau—. no comente nada.

Podía sentir la mirada de Tessa y Odette. Madre dejó la copa de vino sobre la mesa —Creí que habia quedado claro que te mantendrás alejada de esa familia de vulgares—. El silencio no tardó en apoderarse del comedor. Madre me miraba realmente molesta. —¡Beatrice!—.

—¡Ha venido a despedirse madre, puedes permanecer tranquila que no pienso huir con él!—.

—Cómo osas hablarme de esa manera Beatrice—. me levante molesta abandonando el comedor.

La trágica historia de Beatrice Leblanc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora