Kim NamJoon corría apresurado por las concurridas calles de Seul, llegaba tarde a la exposición de su tesis de fin de cuarto año.
Namjoon eran un dulce omega de 20 años de edad, con cabello morado, ojos café y unos bellos hoyuelos en sus gorditas mejillas. Pero, que fuera omega no le impidió perseguir sus sueños, estudiar y graduarse de Economía de Empresas.
Solamente le quedaba un curso para cumplir su cometido, claro, si llegaba a tiempo para exponer su trabajo de pase de año.
A medida que se acercaba a la Universidad de Yonsei, fue ralentizando el paso para no entrar sudado al aula donde debía de presentarse.
Respiró hondo y se encaminó con más calma, al ver en su reloj que había logrado llegar a tiempo. Se peinó un poco utilizando la pantalla de su celular como espejo.
En ese momento sintió un dolor en su cuerpo y se sintió exaltado.
—Tranquilo Namjoonie, tú puedes, solo falta un poquito para que estés en el último año y ya luego a trabajar, verás que todo el esfuerzo no ha sido en vano —se dijo a sí mismo tratando de relajarse.
—Siguiente —se escuchó una voz saliendo del aula donde le tocaba exponer.
Armándose de valor, Namjoon se encaminó con seguridad en sus pasos hacia el aula que definiría su pase de año.
Al cabo de 15 minutos, Namjoon salió llorando del aula.
¡Estaba en su último año de la carrera!
—Tengo que llamar a mamá —dijo, sorbiendo por la nariz, cuando aquel dolor se hizo más intenso, pero esta vez, en el abdomen bajo —Oh no.
Sacó rápidamente su teléfono, para comprobar, que efectivamente, su celo era ese día. Con razón estaba somnoliento, con dolor en todo el cuerpo y se encontraba transpirando.
Se encaminó de prisa al primer baño que vio, y marcó en su teléfono el número de su mamá.
—Vamos, contesta mamá —decía bajito, tenía miedo de lo que le pudiera ocurrir estando ahí desprotegido.
"Lo sentimos, el móvil al que ha llamado no está disponible en estos momentos" decía cada vez que intentaba comunicarse con su madre, porqué tenía que pasarle esto hoy.
Escuchó unas voces en la puerta del baño y se escondió en un cubículo, poniéndole seguro a la puerta, y esperando que no sucediera nada malo. Los omegas no tenían ningún tipo de protección ante la ley, y más si un alfa abusaba de un omega por estar en celo en la calle "instinto de reproducción" le habían dicho, por eso siempre todos los omegas debían de salir con supresores para casos de emergencia.
Sintió como unos pasos se acercaban a donde estaba, pensó que sería su muerte y su lobo, este estaba contento con el olor que había dentro del baño, olía a lavanda, era un alfa ¿Qué hacía un alfa en el baño de omegas?
—No es aquí —escuchó que decían —Más tarde los veo —el sonido de la puerta cerrándose fue lo último que escuchó, y pensó que se habían ido —¿Qué haces en el baño de alfas?
¿Le estaban hablando a él?
—Se que estás ahí, no tienes que esconderte, tu olor a menta te delata —la desconocida voz dijo.
—¿Este no es el baño de omegas? —preguntó con timidez.
—No, entraste al equivocado. Tuve que decirle a otros alfas que querían entrar por tu olor, que no era nada —hizo una pausa el alfa desconocido —pero este se está haciendo cada vez más intenso.
—Lo siento —dijo Nam apenado.
—No te disculpes, es algo normal para todos nosotros —dijo el alfa del otro lado —¿te piensas quedar ahí todo el tiempo?
—No, en algún momento tendré que salir.
—Mira, sé que no me conoces de nada —comenzó el alfa —pero te puedo ayudar a salir de aquí.
Oh no, eso sonaba a peligro en la cabeza de Namjoon, algo querría el alfa.
—No, gracias. Ya veré cómo salgo de aquí —contestó sintiendo como en ese momento, salía lubricante por su entrada.
—Escucha, te juro que no te haré nada, solamente te quiero ayudar —la voz del alfa lo sacó de sus pensamientos —Abre la puerta, por favor.
Namjoon se sintió débil y antes de poder analizar algo, ya tenía la puerta del cubículo abierta y el alfa estaba frente a él.
WoW, el alfa era bonito, bonito era poco para el Adonis que tenía frente a sus ojos, cabello negro sedoso, ojos negros, y vestía completamente de negro con una chaqueta de cuero, también negra.
Negro era el color predominante, pero le quedaba perfecto con su tono de piel blanca.
—Ey —escuchó que el alfa le dijo —Mi nombre es JungKook.
—Yo soy Namjoon —contestó sin dejar de observarlo, su lobo estaba contento con lo que veía y el humano también.
—Okay, Namjoon. ¿Me puedo acercar? —preguntó, recibiendo una afirmación por parte del adorable omega, cuando estuvo lo suficientemente cerca, le tomó la cara en un toque sutil —¿Crees en mí? Sé que no me conoces y sería difícil creer en un desconocido, pero en serio solo quiero sacarte de aquí pues te pueden hacer daño.
—Si —dijo embelesado.
—¿Si qué Namjoon? —le preguntó para saber si estaba consciente.
—Si creo en tí, JungKook.
No necesitó más respuesta JungKook, para ponerle su chaqueta por encima, así lograría tapar un poco el olor a celo de Namjoon, y salir a paso rápido hasta su auto.
—¿Dónde vives? —preguntó Kook, tratando de no inhalar muy profundo pues el aroma de Nam volvía loco a su alfa.
—Dos cuadras luego de la universidad, a la derecha, en el primer edificio, alfa —contestó Nam, en un tono bajito y seductor.
—Mierda —dijo Kook, pisando el acelerador.
Encontrar el apartamento de Namjoon no fue difícil, el omega de este estaba deseando que Kook, entrara y lo hiciera suyo.
—Bueno, Nam —comenzó luego de dejarlo en el sofá —Me voy, espero que estés bien pronto, cuídate.
Se dio media vuelta para salir por la puerta, cuando sintió que era jalado y unos labios se estamparon en los suyos. Al inicio siguió el beso, ladeando la cabeza para profundizar, escuchando un pequeño gemido por parte del omega, lo que hizo que se alejara bruscamente.
—Por favor, alfa —lloriqueó el omega, entonces Kook comprendió que debía salir de ahí, pues ya no quedaban rastros de Nam.
—Esto es lo mejor, luego te arrepentirás —diciendo esto último se apresuró hacia la puerta y la cerró.
•
Luego de 48 horas de un intenso celo, como hacía rato que no le pasaba, Nam se levantaba cansado de la cama. No recordaba mucho de lo que había sucedido, solamente recordaba hasta el momento en que un alfa lo encontró en el baño.
Oh, mierda.
—No, esto no me pudo haber pasado —decía sollozando.
Dispuesto a llamar a su médico de confianza para que lo examinara y le dijera que nada había sucedido, vio una pequeña nota por debajo de la puerta.
Hola, Namjoon. Sé que cuando despiertes no vas a recordar mucho, pero no te preocupes no te hice nada ni te pasó nada. Solamente te saqué del baño y te traje hasta tu apartamento. Cree en mí,
Kook.
🐼
Ahora sí le damos comienzo a este mini fic, espero que les guste.Besos.
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Believe (KookNam) Terminada
Fanfiction-¿Crees en mí? -preguntó sosteniendo suavemente la cara del contrario. -Sí -contestó sin dudarlo mirándolo a los ojos. -Sabes que no te haría daño -le dijo, aunque sonaba más a una pregunta. -Lo sé, creo en tí. ✨Este fic es parte del concurso Índigo...