Un vínculo comienza

119 25 3
                                    

Había pasado un mes desde que el cortejo de JungKook había comenzado.

Todos los días cuando llegaba a la oficina, se encontraba un ramo de flores, siempre de una flor distinta con una pequeña nota que le sacaba sonrisas.

Ese día no fue la excepción, y cuando abrió se encontró con una docena de tulipanes rosados, que, según su poco entendimiento de flores, significa amor puro. NamJoon ya había caído enamorado frente del alfa, solamente no le había dicho nada pues no se había presentado la situación correcta, pero hoy sería ese día. Ya había hecho una reservación en un restaurante, no muy costoso, para decirle a JungKook sus sentimientos.

—Agh, que dolor tengo en el cuerpo —farfullaba Namjoon en su oficina, al parecer había dormido mal y eso le estaba pasando factura ahora.

El dolor, con el pasar de las horas, se fue incrementando, pero aparejado a este comenzó a sentirse caliente, y sintió como de su entrada escurría líquido.

—Oh, no. Esto no me puede estar pasando de nuevo en otro lugar.

Su celo había llegado, no sabía que podía hacer, estaba todavía a mitad de la jornada laboral, aunque sabiendo como Kook cuidaba a los omegas de su empresa no dudaba en que le dejara ir temprano, pero e aquí la pregunta ¿quería pasar el celo solo? O ¿quería que Kook lo acompañara? Porque él ya tenía claro sus sentimientos a cerca del alfa y sabía de sobra que Kook lo cuidaría en ese momento como lo cuidó cuando se conocieron.

Dejando sus preguntas e inseguridades de lado, decidió llamarlo.

—¿Nam? —se escuchó del otro lado del teléfono.

—Kook, crees... crees que puedes venir a mi oficina, alfa —dijo con la voz entrecortada, gimiendo al final.

Ya voy.

Fue lo último que escuchó decir del alfa antes de que este colgara y segundo más tarde, su puerta estuviera siendo tocada y abierta, no se preocupó pues sabía de quién se trataba por el aroma a lavanda tan fuerte.

—Nam, ¿estás bien? —le preguntó cuando llegó a su lado.

—Estoy bien, pero me siento caliente y me duele, alfa —contestó con las mejillas sonrojadas.

—Está bien, entonces vamos a tu casa y ahí estarás mejor —lo ayudó a ponerse de pie.

—Nuh, yo quiero ir a tu casa alfa~ —canturreó Nam, enganchado del cuello de JungKook.

—Ok, vamos a mi casa —dijo luego de pensarlo un momento —Hay que avisarle a Mina que no irás.

Luego de media hora, Namjoon se encontraba en la casa del alfa.

—Nam, aquí tengo los supresores, y algunos calmantes para aliviar el dolor —comentó, señalándole la mesa —Me voy, puedes utilizar lo que quieras de la casa.

—¿Por qué te vas?

—No quiero que suceda nada de lo que después te arrepientas.

—Kook, si te dije que quería venir aquí, no es para que me abandones así.

—Nam, sabes que nunca te haría daño¿no? —cuestionó acercándose a él.

—Si.

—¿Crees en mí? —volvió a cuestionar tomándole delicadamente la cara.

—Siempre, mi alfa —contestó NamJoon dejándose hacer en la caricia.

Sentir de nuevo el toque de sus delicadas manos, luego de los años que fueron marcados por un velo que llevó al posible desenfreno, que fue detenido por el mismo amor que ahora sabía y era poseedor de aquellas caricias que sólo podían ser creadas por él, por Jeon Jungkook.

Sus besos lo hipnotizaron, su conciencia cedió el control absoluto a la pasión que despertaba, la intensidad crecía y se desbordaba por las caricias lentas y firmes que la lengua contraria otorgaba a la propia en una batalla por imponerse con mayor profundidad.

Se sentía extasiado por el recorrido de sus manos que con delicadeza y fervor recorrían su cintura y se afirmaban en sus glúteos para continuar por sus piernas, que tambaleantes buscabaron afirmarse a la cintura contraria cuando fue sostenido por esos brazos fuertes que lo tenían encendido.

El recorrido finalizó en la habitación que contendría la pasión que ambos desbordaban, las prendas fueron lanzadas y desprendidas de sus cuerpos con afán y deseo.

La desesperación se convertía en necesidad que era emanada por su entrada lubricada en el afán que solo se vería detenida por quien tenía enfrente.

Sin dejar de marcar con besos el cuerpo del omega, Kook fue posicionándose entre sus piernas, comenzando un suave vaivén logrando que sus penes se rozaran.

—Kook...—gimió extasiado, sintiendo como más lubricante mojaba su entrada.

—Nam, eres más hermoso de lo que me imaginaba —dijo, deteniendo el movimiento para ponerse el preservativo que tenía en la mesita de noche.

—Alfa, no necesito que me dilates, entra así, por favor —le reclamó al notar los dedos de Kook aproximarse a su entrada.

—Que impaciente me has salido —contestó riéndose —Pero quién soy yo para hacer esperar a mí omega — terminó de ubicarse bien entre las piernas de Namjoon, alineando su pene contra la entrada que se veía desbordada de lubricante.

Comenzó a entrar muy lentamente, lo menos que quería era hacerlo sufrir, cuando estuvo completamente dentro, comenzó a darle pequeños besos a Nam toda la cara.

—Sabes que no es mi primera vez ¿no? —preguntó el omega con gracia.

—Claro, pero eso no quiere decir que no me preocupe por tí —le dijo, dejándole un beso en los labios —Además, te voy a hacer el amor como jamás nadie te lo ha hecho —terminó susurrándole al oído, con voz ronca.

—Estoy ansioso, alfa.

Con esto último, Kook lo tomó como la aprobación para poder moverse. Comenzó a penetrarlo suavemente, como si tuviera miedo de hacerle daño, mientras que el omega de derretía de lo delicado que era el alfa con él.

—Alfa —gimió NamJoon en el oído del mencionado, logrando que este se excitara todavía más.

Las embestidas mantuvieron su ritmo, ni tan lento ni tan deprisa, un tempo perfecto para que ambos se sintieran completos, en sincronía, encontrando eso que a ambos les faltó durante toda este tiempo, a su compañero de vida.

—Ah, alfa —NamJoon soltó un fuerte gemido, al sentir como el alfa golpeaba su próstata.

—Nam, corréte conmigo —le pidió el alfa.

—Alfa —gimió al sentir un último golpe contra su próstata que lo llevaría al orgasmo.

—Omega, eres mío. Mí omega —dijo Kook, corriéndose en el preservativo, al mismo tiempo que Nam se corría manchando sus abdomenes. —Te amo, Nam.

NamJoon se quedó de piedra en ese momento, él por supuesto que sentía lo mismo, pero no era tan desinhibido para decirlo, pero, si no lo decía ahora, cuando sino.

—También te amo, Kook —expresó recibiendolo en la cama, luego de que este volviera del baño con una toalla para limpiarse —Y tú eres mi alfa, solo mío.

—Pero yo te amo más y claro que soy solo tuyo, siempre lo he sido —dijo, dándole un beso esquimal, a la vez que le quitaba los restos de semen de su abdomen.

—Alfa, estoy caliente.

—¿Tan rápido? —preguntó jadeando de sorpresa el alfa —si no han pasado ni cinco minutos —dijo observando cómo el omega se sentaba a horcajadas —Me espera una noche larga —concluyó, correspondiendo el fogoso beso que le daba NamJoon.

🐼
Buenas, como están?
Ya lo había dicho pero lo repito de nuevo, este es mi primer smutt, creo que me salió bastante decente:').
Tengo que agradecerle a una personita que me ayudó en esto.
Muchas gracias Dani🥺
El próximo cap será el último.

Believe (KookNam) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora