Como mismo existen silencios ruidosos hay paredes elocuentes,
amables fantasmas de clóset y jardines sin flores,
tumbas diferentes para muertos vivientes,
campamentos de verano sin campistas residentes.
Así mismo hay soles que no queman,
montañas pequeñas y místicas sirenas que aparecen en las noches,
sombras que parecen ladrones escondidos en balcones.