Puede que desde aquella noche en el bar haya estado evitando al chico, había respondido a sus mensajes del día siguiente porque le costaba ignorar sus esfuerzo por contactarlo aunque se las apañó para reducir sus encuentros dentro de lo posible, se sentía... Por supuesto, como un idiota, un egoísta que estaba huyendo de la única persona que había querido mantener por el resto de su vida, en el fondo y sabe como suena, esperaba que Kook dejara de buscarlo eventualmente, así no tendría que buscar excusas baratas cada vez lo invitaba a salir o ver la decepción en su rostro, la confusión y la desgarradora tristeza que estaba carcomiendo sus sentidos.
También estaba la ira, sabía que estaba impaciente y sólo sería cuestión de tiempo para hacerlo estallar, vendría a enfrentarlo haciendo preguntas que Hoseok dudaba poder responder, porque ¿qué se supone que diría? Oh, lo lamento, estoy empeñado en poner algo de distancia antes de que mi estúpido enamoramiento por ti me asfixie.
De todas formas, si se detenía y pensaba de manera racional, la idea de perder a Jungkook era mucho más aterradora. De verdad no quería desecharlo como si no significara nada, era su todo, pero necesitaba poner en orden su mente y su corazón, no quería volverse miserable cada vez que lo viera con alguna chica o chico. Él, el hombre que detestaba la soledad, necesitaba aislarse un poco, ya no resistía el peso aplastante de los sentimientos no correspondidos, quería poder ponerles fin, tomar una pistola y dispararles para luego enterrarlos sin posibilidad de saber de ellos otra vez.
Si tan sólo pudiera hacer eso no habría estado noches enteras intentando descifrar que era para Jungkook, a veces se sentía como si fuera una canción novedosa, esa que luego de escuchar varias veces pierde un poco su chispa, aún así, vuelves a ella porque es la única que te ofrece una sensación real.
Como aquel instrumento favorito, que sin importar cuantas veces lo toques y lo conozcas tan bien como la palma de tu mano, nunca te cansarás de probarlo, creando melodías que impregnaban la memoria de recuerdos.
Igual que una noche estrellada, te hace compañía y consuela del mundo que te rodea, devolviendo paz a tu vida.
Y es que, Jungkook era tan cambiante que apenas podía predecir sus movimientos. Podía ser dulce y amable pero no sabría por cuánto tiempo, volvería a su personalidad sarcástica y burlesca o sólo continuaría de manera neutral, era como intentar pelar una cáscara interminable, le gustaría saber que pasa por su mente, que le dieran alguna pista, algo a lo que aferrarse para poder continuar.
Sabía que no iba a ser fácil, no podías sacar de tu corazón a alguien de la noche a la mañana, sólo le faltó ver su boceto para la clase de dibujo, sin haberlo notado ahora su personaje principal adquiría los rasgos masculinos y afilados que posee Jungkook, grandes ojos oscuros que querían escabullirse al fondo de su ser, labios delgados, tan coquetos en aquella sonrisa de medio lado adornados por un piercing y el característico lunar, su nariz, sus cejas, la forma de su rostro.
Le recordaba... No, joder, se prometió olvidar ese momento.
Sólo que seguía siendo irresistible, su corazón se aceleró cuando las imágenes de Jungkook follando en esa habitación de la fraternidad comenzaban a llenar su memoria, era terriblemente nítida como si hubiera sido ayer y no hace un año. Recuerda lo enfermo de celos que se puso, pero sobretodo, moría por ser quién tomara aquel lugar bajo el poderoso cuerpo bien esculpido. Músculos que se hinchaban y contraían con cada profunda estocada, las poderosas caderas chocando contra las nalgas, manos fuertes para mantenerlo en su lugar, tomándolo hasta la empuñadura sin más opción que gemir y ceñirse alrededor de su pene hasta llorar.
Sus manos temblaban ligeramente así que tuvo que dejar su lápiz a un lado, el conocido calor de la excitación invadió su cuerpo como una tormenta eléctrica, todos sus sentidos se pusieron alerta. La necesidad palpitante entre sus piernas, la ternura de sus muslos apretados entre sí, sus pezones erguidos contra el material suave de la camisa, se sonrojo furiosamente dándose cuenta de los hechos, él ni siquiera era del tipo que se ponía caliente por cualquier cosa, no, estaba tan caliente por el recuerdo y anhelo de ser tomado por Jungkook, su mejor amigo, aquel título sonaba incorrecto unido a la cadena de pensamientos desenfrenados, lo que le obligó a levantarse de su sitio e ir a buscar un vaso de agua para aclarar su mente, enfriarla y así poner su mundo en orden otra vez.
Allí había otra razón por la que necesitaba hacerse cargo del embarazoso enamoramiento, no podía seguir pensando de esa manera alrededor suyo porque sentía que en algún momento no podría mantener las manos para sí e iba a terminar cometiendo un error que pondría en juego su amistad, no soportaría el rechazo de Jungkook, lo ponía ansioso y nauseabundo, necesitaba arrancar todo de raíz, pensaba que era lo justo de todas formas, ya no debía aferrarse a algo que no tenía futuro alguno.
Bajando la cantidad abundante de agua fresca por su apretada garganta, tomó una decisión, eran poco más de las ocho, algo temprano pero no lo suficiente para dirigirse a un club y encontrar una buena distracción, hace un tiempo que no sale a tomar con la intención de buscarse un ligue, sin embargo, quizás era lo que le faltaba para seguir adelante, alguien que le diera nuevas sensaciones a pesar de no ser entusiasta del un clavo saca otro clavo, de todas formas quería intentar.
No tardó en ir a su habitación, su cuerpo ya se había enfriado lo suficiente, aún así tomó una ducha fría apagando cualquier secuela, vistió un conjunto que se ajustaba sus proporciones, pantalones ceñidos haciendo resaltar sus piernas largas, sus caderas caderas estrechas y con la camisa de botones vistió su torso, dejó tres abiertos descubriendo su pecho, al final un par de botas con un pequeño tacón cubriendo sus pies.
Le gustó, se veía guapo, su piel resaltaba por los colores oscuros de la ropa, le hizo sentirse sensual. Sabía que la gente no le era indiferente, Hoseok se consideraba atractivo y su reflejo no mentía. Con su seguridad renovada, guardó efectivo en uno de sus bolsillos y sus llaves, empujó su cabello aún húmedo hacía atrás obligandolo a caer de manera desordenada sobre su frente entonces una suave sonrisa se extendió en sus labios, toda la energía agolpandose en su sistema, aquella noche era completamente suya.
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𝖫𝖾𝗍 𝗒𝗈𝗎 𝖻𝗋𝖾𝖺𝗄 𝗆𝗒 𝗁𝖾𝖺𝗋𝗍 𝖺𝗀𝖺𝗂𝗇 | 𝗝𝗝𝗞 + 𝗛𝗦𝗞
FanfictionEl café y Jungkook se parecían, era perjudicial obtener demasiado de ambos pero, para su mala suerte, se había hecho adicto a ellos.