Until then

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El camino hasta la casa de Hoseok fue, de hecho, demasiado pacífico, no hubo palabra o queja alguna sino hasta que finalmente se detuvo en la entrada hacía la puerta principal y lo vió bajarse apresurado para vomitar tras unos arbustos, retiró las llaves luego de apagar el motor y las guardó en su chaqueta. Suspirando se puso de cuclillas a su lado brindando caricias tranquilizadoras hasta que hubo sacado todo lo que tenía atrapado en el estómago, se quedó allí ignorando el nauseabundo olor mientras le daba palabras tranquilizadoras a través de los temblores y lloriqueos soltados por el castaño, Hobi odiaba el alcohol por esa razón, ponía demasiado sensible a su sistema digestivo, seguro que al día siguiente le costaría ingerir hasta la más simple de las sopas.

Se limpió la boca con la manga de su camiseta, su semblante lucía realmente pálido casi enfermo, fue entonces cuando le ayudó a ponerse de pie, sosteniendo con una mano su cintura porque de la otra prendía el casco que recuperó tras haber sido olvidado lejos sobre la hierba.

Ambos caminaron a un paso lento y titubeante, estaba oscuro y tropezar no parecía una buena idea, podía escuchar sus respiraciones entre el inquietante silencio que se había instalado en ellos desde que abandonaron el club. Parados frente a la puerta Hoseok sacó las llaves y se las tendió de inmediato, hubo un poco de jaleo entre acomodar el casco bajo su axila y asegurarse de que su amigo no cayera de bruces al suelo mientras la introducía en el cerrojo finalmente girandola hasta conseguir entrar en la casa. Apartir de allí los condujo al interior con más calma, cerró a sus espaldas y no dudo en caminar hacía la habitación, que por su suerte, la puerta de aquella se hallaba abierta, así que no tuvo que batallar, tan sólo encender el interruptor para inundar el lugar de luz.

Hoseok volvió a su tarea de ignorar olímpicamente su presencia, lo vió caminar al baño baño para lavar sus dientes y volver hacía su cama, dejándose caer en ella con facilidad sin siquiera dirigirle una última mirada.

Sabía que debía marcharse ahora que no había nada más que requiera su presencia allí, pero, al verlo todos sus instintos dijeron "cuídalo" y lo hizo.

Así que atravesó la habitación hasta encontrarse a su lado pensando que ya se hallaba dormido, comenzó a quitar sus zapatos escuchando como uno a uno cayeron al suelo siendo el único ruido persistente en la habitación, por último tiró de su gruesa manta y lo abrigó con ella dejando una caricia inconsciente en su cabello. Fue cuando escuchó el bajo sollozó contra la almohada, todo su cuerpo terminó por congelarse en ese instante, al inicio creyó que había sido alguna clase de confusión hasta que otro irrumpió en medio del lugar enviando una sacudida de preocupación hacía su cuerpo.

"Hobi..." Lo llamó en voz baja. No se movió, en cambio otro lastimero sonido abandonó sus labios de corazón.

Sus manos se movieron hasta su cintura y lo hizo girar sobre si mismo consumido por la necesidad de saber que estaba sucediendo, tras ver los mofletes sonrojados y las lágrimas haciendo su camino a través de la piel tierna toda clase de coraje se desplazó a un lugar muy lejos de su cuerpo siendo reemplazado por el típico calor entrañable que sólo aparecía cuando se trataba de este chico y cualquier cosa que pudiese lastimarlo. Rápidamente sus pulgares corrieron a ahuyentar las ofensivas gotas cálidas mientras la naricita respingona se tornaba del mismo color que el resto de su rostro.

"Oh cariño ¿te asusté? Lo lamento tanto, me comporté como el más grande idiota, lo sé" intentó de nuevo, sentándose sobre el colchón y trayendo el menudo cuerpo más cerca. Al arroparlo entre sus brazos, Hoseok no dudó en aferrarse a su alrededor con lo suyos como si fuera todo lo que necesitara.

Hipó contra su camisa un tiempo, temblando como si se estuviera muriendo de frío, algo que solamente lo llamó a apretarlo con más fuerza y dejarle besos sobre su coronilla entre motes cariñosos.

Si había algo que Jeon Jungkook no soportaba, además de perder, eso era ver a Hobi llorar, no su Hobi.

"N-No es... No es eso" fueron las primeras palabras que vinieron cuando la crisis nerviosa redujo su velocidad, un par de segundos después se alejó lo suficiente para devolverle la mirada, objetivamente hablando, era un desastre.

Un adorable desastre de ojos brillantes y carita cuál tomate ¿cómo permanecía tan lindo incluso luego de llorar? Era una pregunta de la que dudaba obtener respuesta algún día.

Simplemente Hoseok era encantador por naturaleza, siempre lo ha sabido.

"Dime qué te molestó tanto, soy tu mejor amigo, no voy a juzgarte"

Una triste sonrisa floreció en las comisuras de su boca antes de mordisquear su labio inferior con duda como cada vez que se asustaba.

Pensaba demasiado.

O cuando se perdía en su mundo sin saberlo.

Hoseok que era tan bueno para sostener su mirada hasta hacerlo apartarla por completo, en ese instante observaba sus inquietas manos sobre su regazo.

"¿Puedes decirme por qué mi corazón duele tanto?" Pensó un momento, pero la pregunta lo tomó por sorpresa."Cuando sonríes o me cuentas sobre tu día, cada vez que te veo jugar con Bam, quejarte de lo molesta que es la universidad y de cuánto amas tu carrera... Mientras tarareas canciones al hacer tu tarea, miras tu programa favorito o cada vez que me abrazas y me llamas por el único apodo que he aprendido amar todos estos años, dime ¿por qué me duele tanto aquí?" Su pequeña mano viajó hacía el lugar que ocupa su corazón, frotando la zona como si ardiera.

"Duele que te ame tanto y que nunca podré explicarte cuánto porque ni siquiera yo puedo calcular la cantidad, se siente inmenso y profundo como el océano, me asfixia, me arrastra a lo profundo ¡y me da tanto miedo! Kook, nunca creí que el amor fuera tan cruel y dulce a la vez hasta el día en que te conocí"

Si el latido de su corazón fuera un instrumento, en ese momento sería una batería loca y fuera de ritmo, el pulso chillaba en sus oídos, agitaba su caja torácica y pretendía hacer un agujero en su esternón.

Esto no podía ser ¿o si? Hoseok estaba confesando sus sentimientos y ni siquiera podía mover un puto músculo, ni siquiera cuando se alejó más dejando la huella de calor sobre su cuerpo, volvió a meterse bajo la seguridad del edredón y le dió una mirada resignada, como ya hubiese esperado este momento.

"Realmente no espero que hagas algo con ello, por favor no te preocupes por esto... Sin embargo, tienes todo el derecho de rechazarme. Hazlo. Te dejaré romper mi corazón una vez más y entonces, podré seguir adelante"

Podía distinguir los tonos agrios en su voz, la vergüenza y tristeza fundiéndose en algo desagradable y lo odiaba, odiaba no poder hacer algo para detenerlo.

Vamos idiota, di una palabra ¡reacciona!

Pero cuando lo hizo, se dió cuenta que había dado marcha atrás, abandonando la casa de colores cálidos y decoración inusual.

Todo él.

Tan Hobi.

Y no se detuvo a mirar hacía atrás aunque su propio corazón le reclamara por volver a esa seguridad.

𝖫𝖾𝗍 𝗒𝗈𝗎 𝖻𝗋𝖾𝖺𝗄 𝗆𝗒 𝗁𝖾𝖺𝗋𝗍 𝖺𝗀𝖺𝗂𝗇 | 𝗝𝗝𝗞 + 𝗛𝗦𝗞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora