SDITD | ❝Dame razones por las cuales deberíamos estar completos❞
Wednesday decía que nunca se iba enamorar; que iba a vivir su vida en completa soledad.
Pero el destino hace planes, y en ellos está una vampiresa de nombre Eternity.
-Ella vi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
╭══════•>✾<•══════╮ ... Y TODO CAMBIÓ. ╰══════•>✾<•══════╯
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Eternity ese día se ha despertado media desorientada.
Es inexplicable para ella sentir a Addams entre sus sueños, mirándola en sus ilusiones y fusionarse con su alma. Y lo ve tan ilógico porque ni siquiera la ha tenido lo suficientemente cerca.
No lo entiende, la chica no es de apariencias que se vuelven el aburrimiento de la insaciable sociedad, tampoco es ni los rastros de ficciones pasadas que aún con su presencia no supieron ser ni estar.
Wednesday es el producto del destino, que busca reparar con desespero la esencia de Eternity. Una certeza que no tenía prevista en su camino hasta ese momento.
—Es mi compañera—le dice a Lioel cuando él intenta sacarla de su habitación.
—¿Qué?—se le escapa la interrogativa de sus gruesos labios.
—Es mi compañera—lo pronuncia como si fuera lo peor de sus pesadillas.
El rostro de Lioel pasa de sorpresa a una de lastima. Conoce la historia de Eternity y sabe lo complicado que debe de ser que tu compañero de vida aparezca cuando tu corazón aún no ha sanado por completo.
Muy a pesar de eso, se le hace complicado creer que una humana pueda ser compañera de un vampiro.
—¿Estas cien por ciento segura que es tu compañera?—cuestiona el chico mientras se sienta al lado de su amiga en el borde de la cama.
—Al principio, cuando la vi ayer, pensé que todo lo que sentí era producto de mi imaginación o porque no me alimente de sangre como era debido—explicó Eternity, sin ser capaz de mirar el rostro del pelinegro—. Pero soñé con ella al anochecer. Y me es imposible ignorar esa conexión que por algún motivo la siento.
Lioel soltó un suspiro. Definitivamente era la compañera de su amiga.
Para los vampiros, los compañeros de vida son como un tesoro que deben de cuidar. Las leyendas cuentan que son recelosos, posesivos y sobreprotectores. Y se dice "leyendas" porque es poco probable que un vampiro encuentre a su compañero de vida.
Lioel escucha atentamente a su amiga, aunque todavía no le cabe en la cabeza que los vampiros puedan tener compañeros de una especie diferente a la suya. Jamás a escuchado en sus 173 años que un vampiro allá llegado a esa especie de conexión con un humano.
—¿Y qué piensas hacer?—cuestiona el vampiro.
—No sé, pero por el momento no me acercaré a ella.
Eternity sentía que la vida le estaba poniendo a prueba con cada década que pasaba. ¿Ya no era suficiente con haberle quitado lo que más añoraba? ¿Tanto quería hacerla sufrir?
—No es bueno que estés mucho tiempo alejada de tu compañera—le dice Lioel mientras le acaricia los cabellos castaños que tiene como cascada.
—No quiero estar junto a ella—le aclara cansada; cansada consigo misma y con el universo que le pone cada piedra para que pueda tropezar—. Aún-... Yo no-...
—Ha pasado mucho tiempo desde lo ocurrido esa noche—le dice el rizado discretamente, de manera suave para que la vampiresa no se ponga a la defensiva.
—Aún no los olvido.
Lioel traga duro al ver como los ojos de su mejor amiga se cristalizan. Se acerca a ella y la abraza con dulzura, casi como si fuera un cuerpo de cristal que si lo suelta se rompe.
—Es tiempo de que vuelvas a sentir, Nity—y la castaña niega contra el cuello de Lioel—. Es hora de que te des la oportunidad. Tal vez las cosas suceden por algo. Tal vez esa chica llegó aquí por algo.
La castaña se aleja y rompe el abrazo con el pelinegro. Lo observa en silencio mientras el rostro de Lioel se transforma en una personita totalmente diferente.
No puede enojarse con él. Ni enfadarse ni enfurecerse ni disgustarse ni encolerizarse con él.
Le recuerda tanto a él que no puede evitar que sea su debilidad.
—Aun no—suspira la castaña para luego apartar su mirada del rostro de su amigo—. Aun no estoy lista. No estoy preparada—se apresura a decir cuando ve que Lioel está por refutar.
El vampiro suspira. No puede obligarla a nada. Al menos no ahora, pero si el bienestar de Eternity se pone en riesgo, no tendrá de otra que intervenir.
—No te rindas—le dice Lioel mientras apoya su cabeza en el hombro de Eternity y entrelaza sus dedos para darle apoyo—. Aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre y retomar el vuelo—susurra con cariño.
Ni él ni ella se dieron cuenta que su amistad estaba llena de rodeos. Apoyándose entre ellos, a pesar de que cada uno tenía diferentes opiniones en cada situación,
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
