SDITD | ❝Dame razones por las cuales deberíamos estar completos❞
Wednesday decía que nunca se iba enamorar; que iba a vivir su vida en completa soledad.
Pero el destino hace planes, y en ellos está una vampiresa de nombre Eternity.
-Ella vi...
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╭══════•>✾<•══════╮ SANGRE ╰══════•>✾<•══════╯
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La gente y la iluminación cegaban a Eternity, pero al mismo tiempo le permitían despejar su mente del sueño caótico que había tenido al despertar.
Lioel se encontraba a su costado, mucho más animado que ella.
—Juguemos ese juego de allá—señaló el rizado—, y luego ese, ese y ese.
—Los jugaremos todos, colmillitos—le dijo Eternity, no pudiendo evitar revolver la cabellera oscura de su amigo.
La feria se encontraba alumbrado de luces naranjas y azules. Y a pesar de que la castaña portaba sus lentes de sol, le ardía la vista. Y no ayudaba mucho el hecho de que no haya tomado sangre como era debido durante la última semana.
Lioel la jaló del brazo extasiado al ver un nuevo juego.
—Vamos. Vamos.
Todo aquel sufrimiento que causaba la iluminación era bien pagado por la grande sonrisa que portaba el pelinegro.
Aquel vampiro de cabellera rizada era su adoración. Era lo que hasta el momento le estaba manteniendo cuerda y no le permitía que se lanzara a drenar la sangre de los malditos normis que estaban en la feria.
—Eter—la llamó Lioel al verla despistada.
—Emm.
—¿Estás bien?
La castaña asintió con la cabeza, aunque sus colmillos estaban empezando a salir a causa del hambre.
—Juega todo lo que puedas, porque no volveré a este lugar.
Lioel abultó sus labios con reclamo. Él quería volver al día siguiente para seguir jugando.
Pero sabía que no podía presionar a su mejor amiga a venir a aquel lugar de nuevo. En sí, ya le había costado bastante que saliera de su habitación ese día.
—¿Hueles eso?—preguntó Eternity olisqueando el aire a su alrededor.
Lioel dejó de disparar la pistola de agua y copió la acción de la vampiresa.
—Huele todo normal.
—No—la castaña se giró a un lugar en específico—. Huele a sangre.
Y ella ya había olido esa sangre antes.
—¡Eternity!—gritó el pelinegro cuando vio el cuerpo de la castaña alejarse a velocidad—¡Eternity Abney!
No tuvo otra opción más que correr tras ella.
Ambos vampiros se alejaron bastante de la feria de atracciones.
Después de correr unos metros, Lioel recién pudo detectar el olor a sangre.
—Lo huelo.
Cuando llegaron a la escena, el pelinegro reprimió una ahorcada al ver el cadáver que se encontraba junto a Addams.
Eternity alejó inmediatamente a Wednesday del cuerpo sin vida de Rowan y tragó duró al sentir que la sangre esparcía de Rowan lo seducía a que la probara.
—Fue un monstruo—avisó Addams, pero calló abruptamente cuando la mirada brillante de Eternity se posó en ella—. Estoy bien—se obligó a decir cuando la vampiresa se puso a olisquear a su alrededor.
—Tienes un raspón en la espalda.
—Tenemos que salir de aquí—se acercó Lioel. El pobre vampiro se encontraba bastante pálido y se notaba que le estaba haciendo mal ver el cadáver del que fue su compañero de clases—. Tenemos que avisar a la policía o a la directora.
—Lioel, llévate a Wednesday—ordenó la castaña.
—¿Y tú?—cuestionó el vampiro mas joven al tomar en brazos a una débil Addams.
—Iré tras el monstruo.
—No—inmediatamente refutó Lioel—. Es peligroso.
—Yo puedo ser más peligrosa.
Los ojos de la castaña no dejaron de brillar. Es más, aumentaron su intensidad cuando olisqueo el cuerpo de Rowan.
—Eter, vamonos de aquí.
Soltó un gruñido malhumorada cuando la sangre de Rowan y su hambre impedían que oliera el olor natural del ente que los atacó.
Pruébala. Sacia tu hambre voraz.
Eternity negó con la cabeza ante aquella voz femenina. Solo tenía que concentrarse es un aroma que estuviera fuera de la peculiaridad e ignorar la gran cantidad de sangre que se encontraba esparcida.
—¡Lo encontré!—chilló la castaña al detectar aquel ahora que portaba diferentes olores de sangre—... Y huele bien.
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