Alexis caminaba por aquellas lindas escaleras que tenían totalmente el toque de Karl, se notaba que él mayor las había decorado a su gusto y a un lado se encontraba una pequeña construcción que tenía unos vagones, era como una montaña rusa, más pequeña y sin montañas... esa seguro la había diseñado Sapnap, acaricio los anillos en sus manos, ambos por el feliz matrimonio de tres que algún día deseo tener, y vio aquel lugar, Kinoko Kingdom, la avaricia de su hermano le hizo perderlos, no podía entrar, estaba vetado desde aquel día en el que su amaño prometido le llamó asesino, su lindo Karl, el chico más dulce que había en ese y cualquier otro reino, de mirada tierna y sonrisa preciosa, de risa encantadora que enamoraría a cualquiera con solo escucharlo, el chico de sus sueños, sus manos eran cálidas al contacto con su piel, recordaba su sonrisa como si apenas ayer se la hubiera dedicado, cuando en realidad, tenían más de un año sin querer saber de él y aunque esto era su principal tristeza y la razón de su ira, no podía hacer nada para que ellos quisieran regresar a sus brazos, caminó un poco más, una pequeña laguna con un... una familia de patos y un lindo letrero con letras de colores, probablemente escogidas por Karl, en las que descansaban las palabras "propiedad de Sapnap, no tocar", las lagrimas comenzaron a salir, Sapnap no solía demostrar sus sentimientos, aun así sabia lo mucho que le amaba, su prometido era el hombre fuerte en la relación, aunque era tan solo un centímetro mas alto que él, siempre le protegía de todo y todos, cuando la relación comenzó, solo eran Karl y Sapnap, a pesar de los celos de este último, aceptó a Alex en su vida, le acaricio con dulzura todas las veces que sentía que su cuerpo le pedia un descanso, le besó con ternura cuando estaban entre aquellas cuatro paredes de un pequeño lugar que, todos decían que era una mierda, pero ellos llamaban hogar, lo cobijo entre sus brazos cuando no tenia nada, creyó en él cuando nadie más lo hizo, esos fuertes brazos siempre lo protegieron y ahí estaba, una vez más protegiéndolo, protegía a una pequeña familia de patos.
—si Karl se entera que estas aquí te matará — una voz sonó detrás de él, asustándolo y provocando que casi cayera al estanque, con los ojos acuosos se giró para ver al hermoso hombre que le hablaba, su corazón latió igual que la primera vez, tan emocionado como al inicio — ¿por qué lloras? — la voz disminuyo unos tonos, Sapnap tomó el rostro del chico frente a él — aun sigues igual— salió una risa de sus labios — aunque tus ojos se ven arrepentidos mi lindo Alexis — sus mejillas enrojecieron, no recordaba cuando fue la última vez que aquel chico le llamo — ¿a qué vienes? De hecho, antes de que me digas, quiero que pases a casa, tienes las mejillas rojas y la nariz se reno, vas a morir de hipotermia si te quedas aquí
Y aunque era realidad que el clima era frío, el viento soplaba en su contra y parecía que llovería, aquellas manos eran lo suficientemente cálidas como para no sentir ni una pizca de frío y, que al contrario, calor era todo lo que podía sentir, ese cálido corazón lleno que tienes cuando llegas a casa.
—yo... tengo que arreglar unas cosas, tenia que encontrar a una personas y verme con mi hermano — la mención de Quackity hizo que el menor se detuviera, aunque Karl no conocía de la existencia de Quackity, Sapnap lo hacía
—¿con él?— su agarre se volvió tosco al rededor de la muñeca del pelinegro — nada que tenga que ver con él es buena señal, ¡venos! Nos destruyo, éramos una familia feliz, estábamos a punto de casarnos Alex, Karl, tu y yo, una boda, sabes todo lo que hicimos para al fin tener una boda, claro que lo sabes, ¿sabes todo lo que lloró Karl cuando creyó que Dream había muerto por tu culpa? — abrazó al pelinegro y comenzó a llorar llenando la camisa de este de lagrimas — no sabes lo que yo sufrí al perderlos, Karl cayó en depresión, estaba enojado, triste, totalmente furioso contigo y yo no podía decirle nada porque tu me lo pediste, porque creíste que de esa forma lo protegerías, pero creíste mal
—di todo por protegerlos — Alex había comenzado a llorar también
—¿qué pasó ahora?
No podía mentir, Sapnap lo conocía mas que nadie en este mundo, la mentira más pequeña que saliera de sus labios seria descubriera de inmediato.
—hice algo muy malo intentando protegerlos, y aunque me arrepiento por la chica, sé que ustedes estarán bien ahora— las lágrimas caían sin poder detenerse, hacían un recorrido de sus ojos a sus mejillas, de sus mejillas a su barbilla y de su barbilla caían al suelo— ella no se merece que nada de esto le pase, pero tampoco ustedes merecen que les hagan daño, ya fue suficiente
—¿qué hiciste?— Sapnap creyó estar preparado para cualquier cosa que saliera de aquellos lindos labios abultados con un pequeño puchero creado por las recientes lagrimas, tenía muchas ganas de besarlo, pero no era momento de dejarse llevar por sus impulsos
— es una chica, la ex novia de mi hermano, en realidad la chica es muy linda, es buena persona, es hermana de Dream ¿recuerdas a Dream? Bueno su her...— lo interrumpieron poniendo una mano en su boca sin dejarlo hablar
—al grano, ¿qué hiciste? — esos ojos no lo juzgaban pero lo veían con miedo.
—la traje de nuevo, escapo y se fue a vivir a un pueblo cercano, pero mi hermano la encontró, me amenazo con hacerles daño y.. preferí traerla — ahora que lo decía en voz alta su plan sonaba estupido y dañino, comprendía porque esos ojos lo miraban de esa forma, comprendía porque aquellas manos ahora no se sentían cálidas
—¿qué hiciste qué?— ya no era esa voz linda que le decía lo mucho que lo amaba, ahora la voz sonaba molesta
—pero ella regresó a salvar a su hermano — mencionó intentando ayudar a la situación
—¿Alex?— el sonido de vidrio rompiéndose se esuchó en todo el reino. —Ambos corrieron a ayudar al mayor, de sus manos había resbalado un lindo florero — no te acerques, no vengas como si nada, como si no hubieras hecho nada, aléjate de mi — su voz sonaba entrecortada, su respiración se aceleró y las lágrimas salían — por favor Alex, vete
—No— esta vez habló Sapnap— no lo podemos dejar ir de nuevo, Karl
Tres chicos con el corazón roto, los tres viéndose entre si y aunque ninguno quería irse, uno ya no era bienvenido.
—solo una noche— habló el castaño recogiendo los últimos trozos del lindo florero
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Who si he? (Quackity y Tu)
FanfictionA veces crees conocer a las personas, pero nunca sabes lo qué hay detrás de ellos. No todo lo que crees es cierto, ni todo lo que ves es real. Quackity y T/N 29/12/22 #1 en Quacks 21/01/23 #21 en Karmaland Adaptación, concepto original de Lucy_726