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8 pm
Las Nevadas

Las Nevadas eran mas oscuras que Karmaland, fue la primera diferencia que encontraron al llegar, pero extrañamente aunque era mas oscuro había muchas luces, era algo más plástico, una tranquilidad falsa, no era para nada como en Karmaland, un lugar hogareño, lleno de familias, personas felices que a pesar de sus problemas amaban aquel lugar, Las Nevadas eran el lugar mas perfecto para perder el conocimiento, el casino gigante a la mitad de la ciudad te invitaba a entrar, a un lado de este se encontraba un centro nocturno, habían chicos tomados entrando, algunos salían vomitando y muchos otros bailaban al rededor esperando a entrar, una pequeña granja de vacas se veía a lo lejos, algunos perros la acompañaban, ese espacio era el más humano que quedaba.

"¿Vas a ir a la boda" escucharon una voz detrás de ellos, Rubius giró la mirada, Mierda, no lo habían pensado lo suficiente, su plan era increíble pero no sabían donde se quedaba T/N, claro, en Las Nevadas, pero no esperaban que fuera tan grande "¿vas a ir a la boda?" Escucharon de nuevo, al parecer se dirigía a ellos aquella voz masculina, un chico bastante alto preguntaba con impaciencia, ¿acaso ahí todos eran iguales? No los culpaba, el lugar parecía horrible para vivir

—¿que boda? — preguntó Vegetta con una sonrisa ladeada, ¿en qué se habían metido?

—pues la boda de Quackity y su novia, creo que se llama T/N, se ven bastante enamorados, bueno, en realidad voy por el alcohol — respondió honestamente rascándose la mano con nerviosismo — es en el casino

—oh, esa boda— respondió Rubius intentando bajar su enojo, ese maldito se quería casar con su hija, claro que no lo dejaría — claro que si, si vas hacía allá te acompañamos de una vez, ya sabes, para no llegar solos

El chico más alto le dedicó una sonrisa, le aliviaba no tener que ir hasta ahí solo.

—mi nombre es Wilbur— se presentó con un apretón de manos — hace mucho que no venia por aquí, antes solía ser un lugar más cómodo para estar y pasar el tiempo, ahora es un sitio como cualquier otro, ya saben, alcohol, sexo y drogas.

—parece un buen lugar — afirmó Lolito emocionado con la reciente declaración, alcohol, sexo y drogas sonaba a un lugar perfecto para quedarse, sintió un leve golpe en su brazo y la mirada desaprobatoria de los demás — solo era un comentario

—ahórrate tus comentarios — mencionó Alexby con horror, el arma le picaba en la espalda y sentía algo de dolor por no poder caminar bien, maldita la hora que decidió esconder la pistola como en las películas.

—bueno, antes era mejor— replicó Wilbur — vamos, tenemos que ser más rápidos, la boda empieza como en 40 minutos y si queremos tomar hasta el olvido tenemos que llegar temprano — apuró con desesperación viendo a su reloj de pulsera

7:30 pm
Habitación de T/N

La chica había descansado un momento, T/N se sentó en su cama sola, viendo a la ventana, se sentía profundamente triste, un peso presionaba su pecho con dolor, en cuanto parpadeo salieron de sus ojos lagrimas, corrían con desesperación por sus mejillas y hasta su barbilla, que terrible día para estar viva, sonrió en un intento de olvidar todo, ese tenia que ser el día mas feliz de su vida, era su boda, el momento más importante de la vida de cualquier persona, su meta, siempre había querido casarse con él, con Quackity, con el amor de su vida y ahora se daba cuenta de la terrible idea que siempre fue esto.

Se sentía sola y perdida, sabia que nadie podía entenderla ¿quién no querría casarse con el dueño de un casino? El hombre con mas dinero en ese estupido país, el hombre con mas poder, él iba a ser su esposo y ella no podía evitar sentirse mal por ello, todo en su vida parecía ir mal, los últimos meses se reproducían en su mente, cuando se fue de Las Nevadas dejando toda su vida atrás, cuando llegó a karmaland, Rubius la recogió y le dio un hogar, conoció a su nueva familia, se enamoró del estupido hermano de su prometido y de nuevo regresó a las Nevadas, sentía que todas esas emociones llegaban a ella, sin propósito o dirección, no iba a llegar a ningún lugar llorando, de hecho, iba a llegar tarde a su boda si continuaba así.

Aún dando su mejor esfuerzo no lograba ponerse totalmente de pie, su cuerpo temblaba, era como una nube vacía a donde fuera, un cuerpo sin alma que caminaba buscando un rumbo y la meta era llegar a ese precioso vestido de novia.

Unos golpes en su puerta le hicieron regresar a la realidad, abrió la gran puerta de madera dejando a dos chicas entrar.

—el señor Quackity nos habló para maquillarla y arreglarla, la boda es en una hora, así que tenemos que hacerlo lo más rápido posible — mencionó una de las chicas con una sonrisa, tomando la silla giratoria y colocándola a la mitad de la habitación.

8:20 pm
Casino de Las Nevadas
El lindo pasillo estaba adornado de hydrangeas y delphiniums, flores blancas y azules, estas representaban paz y serenidad, arcos preciosos de flores que les daba la bienvenida a la recepción de la boda, eso hizo sonreír a Rubius, habían utilizado el color favorito de su hija para todo ahí, las decoraciones eran azules en su mayoría, bastante clásicas, el lugar se veía precioso pero vacío, no tenia esa chispa familiar y de amor que deberían tener todas las bodas.

—voy a sentarme por aquí, yo los espero— mencionó Rubius siendo seguido por Vegetta quien se sentó a su lado

—Tranquilo, Douglas, ella regresara a casa hoy mismo y nadie lo impedirá — calmó al oso acariciando la espalda contraria

—este lugar va a arder si alguien le hizo daño a mi niña— mencionó molesto apretando su mano en un puño y dandole un golpe a la banca

—no te adelantes, necesitas estar tranquilo y pensar bien, no lograremos nada si estas molesto, hay que pensar con la cabeza fría — le regaño Vegetta haciendo que se calmara

8:40 pm
T/N, Las nevadas

El precioso vestido blanco resaltaba su cabello agarrado en un moño alto en el que su velo se sostenía perfectamente, su maquillaje era ligero, algo de corrector en sus ojeras, un ligero blush para darle color al rostro pálido después de haber llorado horas, una mascara de pestañas waterproof pues las había dañado un par de veces al llorar, su precioso delineado hacia ver sus ojos mas abiertos, una suave sombra y un labial hermoso eran parte de su look, las flores descansaban entre sus manos, se sentía muerta mientras caminaba por ese pasillo lleno de personas desconocidas, su hermano estaba a su lado a punto de entregarla a su destino.

—estamos aquí para unir a dos personas en matrimonio — todos estaban expectantes, la boda del siglo se llevaba a cabo en ese preciso lugar, justo en ese momento — pueden decir sus votos en este momento — indicó el hombre

—yo, T/N, te tomo a ti, Quackity, como mi amado esposo, prometo amarte, honrarte y respetarte en las buenas y en las malas, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que... — titubeó un momento, respiro con profundidad, lo había ensayado y ahora tenia que decirlo con una sonrisa enfrente de todo el mundo — hasta que la muerte nos separe, te doy mi mano, mi corazón y mi amor de este día en adelante y hasta el final de los tiempos.— coloco el anillo en el anular de su futuro esposo con un nudo en la garganta

Unos aplausos se escucharon, en realidad habían personas felices por ellos.

—puede continuar, señor Quackity — el hombre habló dirigiéndose al de cabello negro

—yo, Quackity, te tomo a ti, T/N, como mi amado esposo, prometo amarte, honrarte y respetarte en las buenas y en las malas, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte nos separe, te doy mi mano, mi corazón y mi amor de este día en adelante y hasta el final de los tiempos.— mencionó sin problema alguno y con una sonrisa confiada, colocó el anillo en el anular de la chica y le dedicó una sonrisa

—quien se oponga a esta boda que hable ahora o calle para siempre— el sonido de una bala siendo disparada fue la respuesta que necesitaban

—vengo por mi hija — apunto el arma a la cabeza de Quackity, seria una velada divertida.

Who si he? (Quackity y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora