Cap 1.

4.4K 301 117
                                    

Saber de ti. •


Al finalizar el partido de Argentina en el mundial, los jugadores regresaban al hotel. Arabia les había ganado con un gol de diferencia, todos estaban desanimados por tal hecho y sus olores daban a confirmarlo más, pero las esperanzas seguían en pié pues su siguiente partido no lo creían complicado por el enemigo.

un omega muy reconocido por su talento en la cancha estaba reunido con sus compañeros en el restaurante respectivo al hotel donde hospedaban.

Messi sentado, comiendo del platillo que pidió para cenar, atento a toda conversación que sacaban sus amigos pero en mente pensando nuevas estrategias para su siguiente victoria.

—Che boludo, ¿No vieron el escándalo que se armó por ese portero mexicano?—. Di Maria exclamó luego de tomar agua.

—¿De que hablas, Maria?—. Julián no tardó en cuestionar.

Lionel levantó la vista de su plató para ver a los otros. Saliendo del partido había escuchado unos susurros sobre un tal Guillermo Ochoa, quién había detenido el penal de Lewandowski, su impresión facial en ese momento no tardó en crearse, Lewandowski era uno de los futboleros más talentosos y que quizás su futuro triunfó del partido haya fracasado por un alfa mexicano era sorpresivo.

Pero lo que no entendió fue la reacción de su omega después de escuchar el nombre de Ochoa, sintiendo una gran emoción de felicidad, tal cómo pasaba ahora, por ello mismo había sonreído de manera inconsciente pero al percatarse del acto se puso serio y disimulo curiosidad.

—Bueno, por mi parte debo decir que es un capo con lo que hizo—. Correa Joaquín habló mientras cortaba un pedazo de carné.

—Halagando al enemigo, aprovecha que eres omega y conquístalo—. Fue turno de Pualo para continuar en forma de broma.

—Dejen de flashear, la atrapada del balón fue pura suerte—. Enzo comentó al terminar su cena.

En cambio Julián se dedicó a observarlos con el ceño fruncido, nunca le dieron el contexto de la situación y de lo que hablaban lo hacía confundir más.

—¿Tu que opinas, Messi?—. Di María volvió a preguntar.

En otro escenario la selección mexicana estaba reunida en la habitación designada de Hirving Lozano -un alfa-, riendo y soltando bromas con lo sucedido en el partido, siendo felices por el resultado de su portero.

—Estoy segurisimo que a Lewandowski le temblaron hasta las nachas—. Alexis se aventuró a decir entre risas.

—Ya no creo que le dejen tirar un penal en su vida—. El mismo anfitrión del cuarto siguió el juego.

Los demás se dignaron a reír y comer a bocados pequeños para no ahogarse, cosa que no funcionó para el mismísimo Guillermo que tomo un sorbo de su lata de cerveza cómo instinto para que pasará la comida.

—Babosos ya callense, van a terminar matando a Memo y ¿luego que omega le va a ofrecer camellos?—. Andrés Guardado continúo.

Todo rieron al par, después fueron borrando las sonrisas al recordar el partido contra Argentina, era uno de los mejores equipos y sería difícil ganarles, aún más por su jugador estrella.

—No se pongan así, no creo que nos vaya mal—. Ochoa intento animar —no venimos a jugar para tener una mentalidad de derrota, hay que pensar en grande y dar lo mejor de nosotros.

Vió como los otros asentian, al equipó le encantaban los ánimos que lograba dar Memo antes del partido, esa seguridad máxima y su olor demandante de un buen alfa líder.

Para otros se les hacía extraño que aquél hombre aún no tuviera un o una omega a su lado, era un tipo caballeroso y atentó, algo que muchos deseaban y no conseguían en estas fechas.

—Lo que tiene de guapo, lo tiene de sabio—. Kevin finalizó la reunión con ese último comentario.

Pronto se pusieron a recoger las latas para tirarlas a la basura, llamar a servicio a la habitación para los platos sucios y volver acomodar los sillones en su lugar, se despidieron apropiadamente y cada uno regresó a su habitación.

Ochoa acostado en la cama con la escasez de una playera, las sábanas a la mitad del torso dejando ver parte de su pecho y abdomen bien marcado, un brazo flexionado dónde su cabeza se apoyaba en el antebrazo y viendo fijamente al techo se cuestionaba porqué aún no tenía una compañía amorosa.

Ya anhelaba una manada y un hogar para que vivieran cómodamente, tener a unos niños traviesos atravesarse en su camino mientras los pequeños corrían y reían, despertar con ese omega dignó de tenerlo consigo en lo que restaba de vida es todo lo que quería ahora, pero en su corazón siempre estará el fútbol.

Apagó la linterna que se encontraba en la mesa de noche y se acomodó para dormir placenteramente, mañana y los días siguientes tendría un entrenamiento junto con la selección.

Messi apenas terminaba de beber su cerveza, estrujó la lata y la aventó a una esquina del cuarto, le daba igual donde cayera.

En los planes del argentino no había una familia entre sus pensamientos, solamente la idea de seguir con su carrera y disfrutar de ella a lo máximo, la manada podría ser después, primero era el mismo y sus deseos.

Al día siguiente a primera hora los dos equipos ya estaban en el estadio en el cual entrenarian hasta dar lo máximo, antes desayunando correctamente y calentando para después hacer los ejercicios drásticos.

Ochoa una que otra vez veía al equipo contrario, fijando la vista especificamente en el jugador 10, su alfa brincó en total alegría que hasta el mismo se sorprendió por su reacción dejando de trotar para colocar la mano en su corazón, este latía con rapidez, su instinto nunca había reaccionado así por nadie, sus feromonas se hicieron dulcemente más intensas.

Seguidamente Messi volteó por una fuerte corazonada, pronto sus ojos visualizaron los de Guillermo, bajando para ver sus labios carnosos, sus rizos castaños y esa magnífica mandíbula marcada, desvío la vista al sentirse intimidado.

El número 13 empezó a sentirse bochornoso, con la respiración jadeante y unas diminutas gotas de sudor recorrer la frente, luego dándole fuertes ganas de vomitar al oler el aroma cada vez más penetrante de Alexis Vega, un omega.

—Memo, ¿Estás bien?.

Con la mano libré cubrió su boca y parte de la naríz mientras se arqueaba con asco, no es que odiara al omega pero en ese momento no lo quería cerca, agradeció mentalmente al tener a Lozano con el, sintiendo como es ayudado por el alfa para salir del lugar ya que había entrado en celo.

En el vestuario Hirving buscaba con desesperación los supresores en la mochila del arquero, así para que las consumiera y fuera llevado al hotel sin menos problemas, cosa que sucedió tal cómo lo pensó.

Al volver a entrar en el estadio se encontró con Lionel.

—¡Ey!, ¿Tu amigo está bien?.

Messi detuvo la caminata al estar en la distancia correcta con el alfa, posicionando sus manos en los costados de su cadera.

Lozano dudó en responder porque era asunto entre el equipo pero asumió que era cordialidad, caminó de regresó a la cancha con el argentino de compañía.

—Entro en celo—. alzó los hombros y prosiguió con voz calmada —se tenía previsto que fuera después del partido contra ustedes pero al parecer se adelantó, son cosas que suelen pasar.

—Si, lo entiendo.

—Si te interesa mi amigo yo puedo presentartelo.

Lionel ladeó la cabeza confuso, algo incómodo.

—Namas si quieres, si no, pus no.

—Ya te digo después—. Respondió caminando a la selección argentina.

・:* ࿔ ࿐ ࿔*:・゚

La verdad no me aguante las ganas de escribir sobre este nuevo shipp 😆.

¡Porfavor comenten!, Me ayudaría muchísimo.

Partido de amor. || MessichoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora