Me enamoré de él ¿Cómo no hacerlo? Eras perfecto. Pero tú secreto... El secreto de tu familia... Era demasiado para mí.
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.Estudiante de universidad, cursando mi tercer semestre en la carrera de psicología.
Ese desde niña fue mi sueño; ser psicóloga, y al fin lo estaba logrando.
Mi cabello negro ondeaba por el viento que lo llevaba, con una de mis manos lo aparte de mi rostro y seguí caminando.
El campus de la universidad se encontraba a reventar pero aún así, yo tenía prisa.
Deseaba verlo a él, un fin de semana sin estar con él me oprimía el pecho, me dolía.
Sé que no era mucho, pero para mí, que adoraba tenerlo cerca era demasiado.
Al ver su cabellera azabache apresure aún más el paso, a los pocos minutos llegué a su lado en dónde me daba la espalda y es que todavía él no se había dado cuenta de mi presencia.
Me lance hacía él abrazándolo por la espalda haciendo que él volteará con una sonrisa, siempre que nos veíamos hacíamos lo mismo, abrazarnos por lo espalda.
Me correspondió el abrazo mientras me besaba, amaba esto. La sensación de tenerlo cerca era única, indescriptible.
Todo comenzó el primer año de mi carrera.
Era la nueva de la Uni ya que de por sí llegué tarde a las inscripciones, osea, el mudarme de país con toda mi familia fue más tardado de lo que suponía.
En fin, llegue tarde ya que a mí carro se le ocurrió la grandiosa idea de descomponerse, restándole importancia lo aparque y seguí mi camino a pie, y por ello fue mi tardanza.
Los pasillos se encontraban desiertos y fue por ello que me dirigí hacía la cafetería del campus, con tanto apuro ni siquiera desayuné.
Media hora de tardanza era inaceptable para mí y prefería mil veces no llegar que llegar a esa hora.
Luego de dos sándwiches de jamón y queso más un jugo de naranja después me levanté de la mesa en donde me encontraba.
Desde hace un rato sentía que alguien me observaba. No lo sé, solo tenía esa sensación.
Busque a mi alrededor pero aún así, no ví a nadie.
Le reste importancia como siempre hacía y ahora sí, emprendí rumbo a mi siguiente primera clase.
Entre al salón y habían muy pocas personas en él, tome asiento en unas de las primeras bancas, las del centro para ser exacta.
Luego de cinco minutos volví a sentir la misma sensación que sentí cuando estaba en la cafetería.
Como si me observarán.
Busque nuevamente la fuente de esa intensa mirada y fue así que lo ví a él.
Un chico de cabello y ojos negros, piel clara y de mirada atrayente y pesada.
Era como de mi edad, de entre 23 a 26 años, aunque yo tenía 22 años y medio pero aún así me observaba más pequeña de lo que era, mi estatura no me ayudaba mucho.
Dejando mi estatura de lado me enfoque en él, no podía despegar mis ojos de los suyos, algo me lo impedía.
Por alguna extraña razón no aparte mi vista de la suya, no me intimido ni me causo algún temor, al contrario me género calidez, cierta tranquilidad.
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Mátame si así lo deseas.
FanfictionMe enamore de él, ¿cómo no hacerlo? Él era perfecto, pero yo no sabía su secreto... Su oscuro secreto. Y ahora, no sé que hacer. -Mátame si así lo deseas.