20 | Como De La Familia

191 23 6
                                    

Han pasado varias semanas nadie absolutamente nadie sabe que me mudé a casa de Levent, hoy cumplo 7 meses de embarazo y con ese pretexto planee una cena para “celebrarlo” lo que realmente sucederá es que anunciaremos nuestro compromiso ante mis padres, no se de que manera reaccionará Kerem.

— Estas muy pensativa — Dijo Kerem del otro lado del escritorio.

— Un poco.

— ¿Que te sucede baby? Podemos hablarlo — tomo mis manos.

— No es nada baby — se levantó y dio un beso en mi frente para luego pasarse a mis labios debo dejar de permitir que lo haga.

— Algo te preocupa dime — negué y tome los papeles para seguir trabajando.

— ¿Podrías pedir las donas del otro día? — sonrió y asintió lo vi marcar un número y pedirlas.

— Siempre voy a consentir los antojos del pequeño Max.

— No lo llames así, no quiero que tenga un nombre, sus padres ya se lo buscarán.

— ¿Aun piensas en darlo en adopción?.

— Levent me está ayudando con eso tenemos dos familia en vista pero ambas son fuera del país.

— ¿Piensas mandar a nuestro hijo fuera del país? — él se olvida que Azra está embarazada.

— Tendras también un hijo con Azra por si se te olvida, si tanto deseas un hijo es el de Azra, el mio es mio y ya yo veré que hago.

— Es nuestro no me quites ese derecho.

— No es nuestro es de sus padres adoptivos entiéndelo, si yo me quedo con el bebé solo causare dolor a mi familia, talvez hasta los pierda, no quiero estar lejos de ellos, sé que huí a Londres pero fue porque estaba cansada de lidiar con los problemas en los que Azra me metía — él limpio una lágrima que corría por mi mejilla.

— Todo va a estar bien, mi propuesta de escaparnos aún está en pie — negué con la cabeza.

— Así quisiera no se puede, no vas a dejar a Azra embarazada.

— Tienes razón no lo haría.

— Sigamos trabajando no me pongas sentimental que el bebé y las hormonas de por sí ya hacen eso — sonrió y volvió a dar un beso en mi frente, llegaron las donas, comimos, nos despedimos y quedamos de vernos en la cena familiar.

Llegue a casa dormí un rato hasta que Levent me despertó con un beso, ha sido tan amoroso, no quiero que estos días se acaben, desearía tanto que este bebé fuera de él.

— Debemos bañarnos para ir a la cena.

— Esta bien ya voy — mordió mi mejilla eso se había vuelto un hábito para él.

— ¿Y si ahorramos agua? — me lanzó una mirada pícara.

— ¿Crees que pueda hacer algo con esta panza? — señalé mi vientre abultado.

— Tu déjamelo a mi yo buscaré la posición perfecta — mordió el lóbulo de mi oreja, entre besos y caricias me hizo suya en la ducha.

Nos cambiamos, me mire por última vez en el espejo tenía un vestido color crema, calzado bajo, mi cabello suelto, un poco de maquillaje y lo que no podía faltar el anillo en mi mano.

— ¿Lista preciosa? — asentí y dio un beso en mis labios.

— ¿Estas seguro de esto? — necesitaba preguntarlo una vez más.

— Si, eres la mujer que quiero como esposa, nos conocemos hace mucho, sé perfectamente que te gusto y me gustas, se está dando esta oportunidad y no podemos desaprovecharla.

— ¿Porque no escogiste a Ebru como tu esposa?

— No lo pensé porque no quiero con ella lo que quiero contigo — Dio un beso en mis labios.

— Te quiero Daddy — Las palabras solo salieron.

— Te quiero Ada — di otro beso después de escuchar esas palabras sonrió enmedio del mismo — si seguimos así no iremos a la cena, sonreí.

— Vamos — Condujo hasta casa de mis padres pues ellos dijeron que querían oficiar la cena por ser su primer nieto no me opuse porque no soy bueno haciendo planes.

Levent me abrió la puerta del auto, vi que detrás de nosotros se estacionaba el auto de Kerem.

— Hey Levent ¿que haces aquí? — Azra nos saludo con beso en la mejilla.

— Lo invite a la cena — dije rápidamente.

— Hola, creí que solo era familiar la cena — Kerem esparciendo veneno.

— Levent ya es como de la familia, mejor entremos — Todo el tiempo que estuvimos ahí traté de ocultar el anillo.

Saludamos a mis padres cenamos entre risas y varios nombres que papá dijo, aun sigue insistiendo en Maximiliano pero ya me tiene cansada con el nombre de su hermano.

— Bueno, quiero agradecerle a Elif por tomarme en cuenta como su familia y permitir celebrar con ustedes los siete meses de esa pancita — no pude evitar sonreír ante sus palabras.

Kerem movió su pierna cerca de la mía  y entre señas me indicaba el anillo, lo ignoré por completo.

— No tienes nada que agradecer Levent tu realmente eres como de la familia te conocemos desde hace años — ese era papá feliz con Levent siempre lo ha querido.

— Bueno ustedes saben que soy muy directo y para no alargar tanto las cosas Elif y yo tenemos algo importante que decirles — Papá y mamá asintieron para que el continuara hablando — ya hace un tiempo vivimos juntos y queríamos darle la noticia de que estamos comprometidos — Mostré el anillo con una sonrisa, todos guardaron silencio.

— Pero que hermosa sorpresa — mamá nos abrazó.

— Yo sabía que tu eras mi cuñado felicidades — Azra nos felicito y dio un beso a ambos.

— Papá — susurré el estaba inmóvil.

— Me toman por sorpresa, lo estoy procesando, ¿en qué momento pasó todo esto? Mis dos hijas con esposo e hijos me siento viejo — Solté la mano de Levent y abracé a papá.

— Jaja no estas viejo pero si te ves así serás un viejito lindo y guapo ¿verdad mamá? — ella sonrió y asintió.

— Felicidades chicos — Kerem dio un apretón de manos a Levent y un beso en mi mejilla.

Sentí mi cuerpo estremecerse con el beso en mi mejilla, se alejó y abrazo a Azra.

— Traje un regalo para Maxito — Dijo Azra.

— Dejen de llamarlo así — Dije algo fastidiada.

—Es un lindo nombre amor — Levent me abrazó por la espalda y acarició mi vientre, sonreí.

— Si, además sería en honor a mi hermano hija porfavor — insistió papá.

— Aquí está el regalo, Kerem me ayudó a escogerlo, ábrelo — Puedo decir que Azra estaba más emocionada que todos aquí, lo abrí era una pequeña manta con el nombre Max acompañado de un chupon con su nombre grabado, no llores Elif no llores, era demasiado tarde las lágrimas ya corrían por mis mejillas.

— Oh cariño tranquila estas muy emocionada — Levent me volvió a abrazar, sabía perfectamente que Kerem lo había elegido él me dio esa idea hace bastante tiempo.

Sonreí entre lágrimas.

— Gracias — Abracé a ambos.

— Entonces Levent ¿tu eres el papá de mi nieto? — Temía que papá hiciera esa pregunta.

— Si señor yo soy el papá — Respondió Levent, observé a Kerem negar con la cabeza, todo empezó a ponerse borroso, todo se volvió oscuro.

SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora