Me bajo del coche nerviosa y mi padre me da un apretón cariñoso en el brazo y entramos a Las Rozas. Le agradezco a Dios que a las primeras personas que nos encontramos son a Koke y a Morata porque son las 2 personas más pacíficas que he conocido en mi vida.
- Madre mía, ¿pero tu eres Daila? La última vez que e vi medías 3 palmos, y ahora pues, tampoco eres muy alta pero bueno, poco a poco. - Me dice Koke entre risas.
- Koke Resurrección, no te pases que te he estado llevando tupperweres de mi famosa tarta de chocolate blanco durante 10 años.- le digo a Koke, que lo vi la semana pasada para dejarle comida porque siempre me pide.
Éste se ríe y actúa como si no hubiera visto el vídeo y Morata, que iba hablando por teléfono cuelga y me mira, por un segundo creía que me iba a hacer alguna mueca de asco o algo por el estilo pero me sonríe y abre los brazos.
-Ay mi Daila, por aquí se te ha echado mucho de menos pequeñaja- me dice mientras me abraza.
-Alvarito, ¿que tal los niños? Hace mucho que no los veo.- le pregunto sonriendo.
-Están hechos ya unos grandullones.- me dice riendo Morata.
- A mi sus hijos ya me ganan al fútbol, me voy a llorar- dice Ferrán riéndose también
- Oye, no habréis visto... No sé, como decirlo. - dice mi padre que no puede dejarme sin pedir perdón ni 10 minutos. - El vídeo de mi hija criticando a la selección.
- Sí míster, pero llevaba 2 copas de más, eso nos pasa a cualquiera.- dice Koke restándole importancia.
- Bueno , lo siento mucho igualmente, y gracias por ser tan comprensivos.- Les digo aliviada.
- Vamos a ver a los demás. - dice Sira.
Vamos por los pasillos hablando un poco de todo y llegamos al entrenamiento me iba a sentar a verles entrenar pero mi padre me coge del brazo y me hace un gesto como ni lo sueñes, ya sabía que me iba a obligar a disculparme.
- ¡A VER REUNÍOS TODOS AQUÍ!- les grita mi padre a todos.
Todos vienen lentamente ya que están cansados de entrenar. Y yo me quiero morir de vergüenza.
- ¡VENGA QUE OS PESA EL CULO PESADOS!- dice mi padre riéndose.
Todos al fin se acercan.
- Bueno como todos sabéis esta es mi hija Daila, que nos puso ayer a parir en un bar. Ha venido a dedicaros unas palabras. - dice mi padre como si no estuviera delante. - A ver aquí me parece que el único que no la conoce es Gavi, ¿donde está? a todo esto.
- Míster ya sabes lo tardón que es aquí no ha llegado. - dice Pedri riéndose.
- Bueno luego te disculparas con él, ahora habla. - me susurra mi padre.
- Bueno, pues aquí todos me conocéis, quiero decir, que estoy pasando por una mala racha, ya que desde bien pequeña entrenaba día sí y día también baile solo para entrar a la Ópera de París e hice una audición y no me cogieron.- exclamo yo conteniendo las lágrimas, ya que para mí es un tema delicado.- ¿Cómo intenté solucionarlo? Saliendo de fiesta todos los días. Y ayer se me fue de las manos. Quiero que sepáis que no pienso eso de ninguno, para mí sois unos putos ídolos, habéis cumplido vuestro sueño, que ya es más de lo que puedo decir yo, y que lo siento mucho. Espero que podáis perdonarme.
Mi cuñado empezó a aplaudirme y luego todos le siguieron el royo y gritaron cosas como ¡Ole Daila! o ¡Esa hija del míster! Así que me he dado por perdonada.
- Vemos el entrenamiento juntas ¿no?- me pregunta mi hermana
- Claro, pero ahora vuelvo, voy a darme una vuelta.- le contesto y ella me responde levantándome los pulgares.
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Más que un Mundial. -Pablo Gavi.
FanfictionDaila Martínez, la hija de 18 años de Luis Enrique (el entrenador de la selección española) está perdiendo un poco el rumbo de su vida, hasta tal punto, que la graban sin su consentimiento borracha en un bar burlándose de su propio padre y de los ju...