Capítulo 6

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Daila Martínez

Me despiertan unos rayos de Sol, y abro los ojos. Me despierto un poco desorientada sin saber donde estoy. Giro la cabeza para examinarlo todo cuando me encuentro la cara de Gavi a poca distancia de la mía. Sigue durmiendo, unos mechones castaños le tapan la frente y tiene el pelo alborotado, respira profundamente y con cara de bueno. Veo que tiene su brazo sobre mi cintura y que tiene el músculo tenso. Señor mío, que guapo es. Me giro para ver la hora que es y son las 10:57 am. Es medio temprano para cuándo me suelo despertar. Un momento, ¿tenían entrenamiento? Mierda, tienen entrenamiento en 3 minutos. Me levanto rápidamente y me pongo mis vaqueros y me dejo la camiseta de Gavi. Me acerco a él y lo sacudo levemente para que se despierte.

- Gavi... - le susurro para que se despierte pero al ver que no funciona le digo más alto.- ¡Pablo! Venga ya. Que tienes entrenamiento.

- Un poco más de tiempo...- dice el sevillano haciéndose el remolón sin abrir los ojos.

- Pablo enserio, mi padre te va a matar. - murmuro mientras lo sacudo más fuerte.

- Rubita, tu no entiendes lo que es tener que ir a un entrenamiento recién levantado, es una tortura, lo mejor, es que no vaya.- dice él abriendo esos ojos miel al fin.

- Cállate y levántate.- le suelto.

- Cállame y puede que me levante.- dice Gavi con una sonrisa remolona.

- Tú lo has querido.- le suelto cogiéndole la cara entre mis manos y acercándome como si lo fuera a besar. 

Él cierra los ojos esperando mi beso que nunca llega. Me río al ver la cara que se le queda esperando mi beso y él abre los ojos al fin. 

- Venga Gavira- le suelto burlona.- ¿A qué esperas?

- Que te den, Daila- murmura Pablo rodando los ojos e incorporándose al fin.

- Dame tú.- le suelto aún burlona.

- Ya quisieras.- me dice.- ¿Qué hora es?

- Las 10 y 58.- le suelto tranquila.

- ¿QUÉ? TENGO QUE ESTAR EN 2 MINUTOS.-exclama levantándose rápido y metiéndose a ducharse.

- Ahora sí ¿no?- le digo rodando los ojos mientras me peino.

Sale de la ducha a la velocidad de la luz, ya vestido y con el pelo mojado y yo cojo mis zapatos con la mano, ya que pienso ir descalza por el hotel.

- ¿Piensas ir descalza por la vida y sin habitación?- dice Pablo riéndose y sacudiéndose el pelo.

- Pienso reclamar una habitación.- le digo seria.- Y sí, voy a ir descalza, ¿qué mas da?

- Estas como una cabra, si te clavas un cristal, yo no quiero saber nada.- me contesta el castaño.

- Gracias por tu preocupación. Bueno, yo me voy. Adiós sevillano.- le digo saliendo rápidamente.

- Adiós rubita.- me contesta.- Intenta no morir sin mí, ni por mí.

No puedo evitar no reír con este último comentario. Gavi y sus ocurrencias. Me dirijo a la recepción del hotel y allí me dicen que alguien había dejado mi tarjeta del hotel. Pienso que se me habría caído por ahí. 

- Tú, me tienes que contar MUCHAS cosas.- dice una voz detrás de mí haciendo que me asuste y se me caigan los zapatos.

- Tu padre en tanga Sira.- maldigo recogiendo mis zapatos.

- El mismo que el tuyo. ¿Me explicas que haces con una camiseta de Gavi?- me pregunta mi hermana frunciendo el ceño.

- Sinceramente, ahora mismo no tengo fuerzas.- le contesto.- cámbiate y nos vemos en la

Más que un Mundial. -Pablo Gavi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora