Capítulo 5

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Pablo Gavi

Llevamos unos 5 minutos cenando y no puedo parar de mirar a Daila, que se ha sentado en la otra punta de la mesa. Está hablando con Valde, Sira y Jordi Alba. De vez en cuando me hecha alguna mirada y ve que la estoy mirando. 

- En serio, cuando te dije que intentaras llevarte mejor con Daila no me refería a que te colaras por ella.- dice Pedri mientras se ríe.

- ¿Pero que estás diciendo? No estoy colada por ella.- le digo yo suspirando y apartando la vista de la rubia.- Eso quisiera ella.

- Si no te gusta, yo soy Messi.- se ríe Unai chocando las manos con Pedri por su ocurrencia.

- Messi no es portero, inútil.- digo yo tratado de defenderme.

- Pues por eso mismo.- me contesta Unai.

- Llevas toda la noche mirándola, que se te ve el plumero enano.- dice Laporte metiéndose en la conversación también. 

Como se siga sumando gente al final va a acabar enterándose de lo que están diciendo, y es lo último que quiero.

- Bajad la voz subnormales.- les susurro yo y ellos acercan la cabeza a mí para seguir hablando.

- Parece que Pablito no quiere que su enamorada se entere.- ríe Pedri bajando la voz.

- Que es algo natural niño no hay de que avergonzarse, yo de ti, iría y le decía, estás más buena que el pan, bebé.- suelta Unai.

- La virgen Unai, estas mas salido que el pico de una mesa.- suelta Aymeric.

- Sois unas marujas de pueblo, meteros en vuestras cosas.- suelto yo.

- Bueno vamos a hacer que hables con ella no te preocupes.- dice Pedri.

- Pero que yo no quiero hablar con ella.- me quejo.

- Tú a callar- me insiste Unai.- Ya nos darás las gracias.

No puedo evitar rodar los ojos y veo que Pedri y Unai se acercan a Daila y no puedo evitar ponerme nervioso. No quiero saber lo que le van a decir. Veo como Pedri le saca conversación. Mientras que Unai coge su bolso disimuladamente y rebusca algo ahí. Le miro con el ceño fruncido y con cara de "¿Qué coño estás haciendo?". Veo que saca la tarjeta de la habitación de la rubia y el portero me hace un guiño como si le tuviese que agradecer. Yo abro mucho los ojos y me acerco a hablarle. 

- Unai, ¿qué te piensas que estás haciendo?- le pregunto susurrando incrédulo.- Sin esa tarjeta no podrá entrar a su habitación.

- No me digas.- suelta el portero irónico.- ¿Por qué te crees que lo he hecho? Cuándo no pueda entrar irá a dormir contigo, empanado.

- Lo primero es que no quiero dormir con ella,- le susurro agobiado- y lo segundo es que se iría a dormir a la habitación de su hermana, no a la mía.

- Relaxing Pablete,- me dice Unai tan tranquilo- vuestras habitaciones están en el mismo ala. Ala suroeste, y las demás están esparcidas por el hotel. No se va a poner a recorrerse el hotel, estará cansada.

- Pero tú, ¿qué es lo que no has entendido de que no quiero dormir con ella?- exclamo.

En ese momento se acerca Pedri con cara de felicidad.

- ¿Qué?- pregunta impaciente- ¿Misión cumplida, Simón?

- Sí señor- contesta Unai.

- Ah que tu también lo sabías.- suelto incrédulo refiriéndome a mi mejor amigo.

- Fue una idea conjunta, a decir verdad.- dice Pedri.

- Os voy a matar.- exclamo.- me la habéis liado gorda.

Más que un Mundial. -Pablo Gavi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora