Más que un Mundial. -Pablo Gavi.

Capítulo 8

Daila Martínez

Me despierto y lo primero que pienso es " Hoy es el cumpleaños de Pedri." Me cambio rápido poniéndome un mono corto y blanco, me peino, me maquillo y salgo de mi habitación.

Corro a ver si Pedri está en el buffet libre desayunando pero no lo veo, así que me recorro todo el hotel hasta su habitación y toco a la puerta enérgica. Pedri me abre la puerta en pijama y yo paso.

- Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz,- le canto haciendo que se ría de mi ocurrencia de aparecer en su habitación- Te deseamos todos, cumpleaños feliz.

Acabo mi maravillosa actuación haciendo la rueda para darle un toque artístico, ya que no se me han olvidado las acrobacias que aprendí en baile. Voy a abrazarlo y darle un beso en la mejilla.

- Te lo has currado eh Daila.- se ríe el canario.

- Por favor, dime que he sido la primera.- le digo.

- La primerísima.- me asegura él.

En ese momento Gavi entra por la puerta sin preguntar y cantando cumpleaños feliz también y cuando me ve allí se calla.

- ¿Qué estas haciendo tu aquí?- me pregunta él subiendo una ceja.

- Bailarle un tango no te jode, - le suelto irónica rodando los ojos- estaba felicitándole.

- ¿Me estas diciendo que tú le has felicitado antes que yo?- me pregunta él.

- Pues sí, este año te ha superado.- dice Pedri metiéndose en la conversación  .

- No me lo puedo creer, ¿esta niña tiene que estar enfrentándose a mí todo el rato?- suspira el sevillano.

- Tranquilito, que yo solo he venido a felicitarle no sabía que tenías que ser tu el primero.- le digo.

- Tú nunca sabes nada.- dice rodando los ojos.

- Pues no, adivina de momento no soy.- le digo.

- Bueno va, que sois como los niños pequeños eh.- interrumpe Pedri rodando los ojos.- Esperadme que me cambio y vamos a desayunar juntos.

- Vaale.- le contesto yo y Pedri se mete al baño a cambiarse.

Gavi y yo estamos callados unos segundos y al estar los 2 sentados en la cama de Pedri al lado sin pensarlo apoyo mi cabeza en su hombro por el cansancio.

- Lo que me faltaba- suspira Pablo apartando mi cabeza de su hombro bruscamente.

- ¿Pero tu eres tonto?- le suelto por que me ha asustado.

- Sin faltar ehhh.- me dice él.

- ¿Cuál es tu problema?- le pregunto harta de su mal humor.- Un minuto te caigo bien, a la hora mal...

- Nunca he confirmado que me cayeras mal.- me dice él levantando una ceja.

- Ah, bien.- digo yo sonriendo aliviada porque creía que empezaba a odiarme de verdad.

- Tampoco bien, pero...- me suelta.

- Te odio.- digo sacándole el dedo.

- Era broma rubita, no te piques.- me dice riéndose.

- Y ahí está, - le digo dándome cuenta de su cambio de humor- Eres bipolar ¿lo sabías no?

- Nunca me lo había planteado.- me suelta pensativo.

- Te voy a estudiar cuando sea una gran neuróloga.- le digo riéndome.

- Neuróloga- replantea Pablo- ¿quién lo diría? A quien le falta una tuerca es a tí.