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Capítulo 4: "Todo lo que fue rojo"

Como esperaba, Baekhyun había ido a la universidad de ciencias biológicas para poder estudiar biología marina, lo que lo terminaría llevando a trabajar en el acuario. Eso lo sumergía tanto, que Baekhyun tenía una rutina que se alteraba solo cuando tenía que hacer trabajos grupales o en el laboratorio, eso lo ponía de verdad ansioso, así que era normal que cuando estaban de esa manera, Baekhyun no podía dormir.

La primera vez se habían asustado mucho, porque Baekhyun, sin poder dormir, salía por las madrugadas a hacer quién sabe que, sus padres habían llamado hasta a la policía y la policía lo fue a buscar a todos lados, resultando que Baekhyun había ido a un mercado de peces, solo estaba preguntando sobre algunos a los pescadores que llevaban ahí todo para poder venderlo, los hombres se preguntaban que hacía ahí a las tres de la mañana, pero siempre era encontrado por la policía, sus padres y las últimas veces, por Yeol.

Siempre que iba arrastrando los pies hasta ese lugar, pensaba que en verdad debía amarlo mucho, porque de otro modo, ni por un tsunami se hubiera levantado a las tres de la mañana para ir a un mercado apestoso, así que cada vez le tomaban menos importancia, las personas del mercado conocían a Baekhyun, siempre decían que era muy lindo y los escuchaba, así que incluso ellos ya conocían a la familia y avisaban cuando Baekhyun aparecía ahí, era un plan en el que todos estaban involucrados por el bienestar de Baek, pero entonces, un día Yeol tardo más de lo usual en llegar por él, estaba cansado y en realidad no estaba caminando del todo de prisa, porque tenía exámenes y había estado durmiendo menos de tres horas y Baek con sus escapadas nocturnas tampoco le estaba haciendo un favor, así que había tardado quizás un poco en salir había tardado un poco en vestirse y caminar hasta donde el mercado.

Baekhyun también se había hecho de costumbres, esperaba a sus padres o a Yeol para poder ir a casa, pero esa noche tardo un poco más de lo usual, así que había terminado andando por su cuenta, esperando poder encontrárselo por el camino, porque tenía que estar en casa justo a las cinco para después levantarse a las seis, y entonces poder irse a la universidad a las siete, era la rutina que seguía y necesitaba, así que había terminado andando por el camino oscuro por donde había venido unas horas antes y entonces, cuando menos se lo espero, había terminado sirviendo a un sujeto que se le interpuso en el camino, Baekhyun se detuvo en seco, poniéndose nervioso de inmediato cuando lo notó.

Baekhyun quiso salir corriendo cuando ese tipo mostró una navaja afilada y realmente brillante ante la luz del único faro que iluminaba la calle, pero ese tipo, no lo dejo, solo termino acercándose a decirle que le diera todas sus cosas, pero Baekhyun nervioso y sin poder reaccionar solo le mostró que llevaba un bolígrafo, un bloc de notas y además de eso, un par de monedas que usaba solo para poder tomar el tren, el ladrón pensó que eso era una pérdida de tiempo.

-Mierda, no tienes nada, tarado.- le gritó, golpeando su mano donde tenía las monedas y Baekhyun no dijo nada, solo bajo su mirada mientras estaba temblando y apenas parpadeando, porque estaba muy asustado, la respiración se le cortaba, podría salir herido. –Vacía tus bolsillos.-

-No tengo interés en que me hagan daño, puedo vaciar mis bolsillos, pero solo tengo unos dulces, un pase de autobús y otro bolígrafo.- el tipo empujó a Baekhyun mientras lo miraba sin poder creerlo, estaba muy asustado y termino cubriendo su cara, pero el sujeto le jalo las manos, para verlo de cerca y Baekhyun también pudo verlo, era un hombre más grande que él, pero no era lindo como Yeol, no olía bien como Yeol, ni siquiera era tan alto como Yeol, como su lindo Yeol, más bien, tenía una cara grande y redonda, que cuando se bajó el cubre bocas, notó una barba desubicada y además unos ojos pequeños, era bastante promedio.

-Pero tienes una cara muy bonita, ¿qué hace un chico bonito como tú a estas horas afuera?- preguntó ese hombre y Baekhyun solo terminó negando con la cabeza, en toda su inocencia.