24 de octubre del 2011
(8 años y 6 meses)
Luego de casi 1 mes lleno de trámites y algunas discusiones de por medio por fin llegó el día en el que conocería la que vendría siendo nuestra casa de ahora en adelante. Que complicado dejar un lugar al cual ya estás acostumbrado, mientras yo guardo todos mis juguetes mamá lleva horas discutiendo con un señor en la sala.
Tomas Cid (papá biológico)
- No pienso dejar que te lleves a mi hijo así.
- ¿Tú hijo?. Tomás tú ya no tienes ese papel en la vida de Benja, nos abandonaste.
- Termine mi relación contigo no con el. Tu no me permitiste estar cerca luego de que consiguieras nueva pareja.
Se que Fanny tiene muchos motivos para estar molesta, la verdad cuando recién me fui de Buenos Aires mi vida dio un giro muy inesperado, es algo que se que si le digo en este momento me alejaría mucho más de mi hijo pero mi intención nunca fue dejarlo de lado, solo no supe hacer las cosas...
- ¿Vas a olvidar todas las veces que quedaste en venir? Dejaste a tu hijo horas esperándote, no iba a permitir que lo volvieras a decepcionar.
- Okey me equivoqué, lo admito pero no quiero estar más lejos de él. Te lo llevarás a otro país no es algo para tomarse a la ligera.
- Puede que sea una decisión un tanto apresurada pero después de que falleció mi hija se me está haciendo muy complicado vivir aquí, no puedo más con esto, perdóname pero lo sacaré del país quieras o no.
Siento tanto dolor e impotencia, se que no puedo reclamar nada ya que fueron años en los que no estuve presente físicamente pero si de algo estaba seguro era de querer reconstruir la relación con mi hijo antes de que creciera y fuera demasiado tarde.
- Esta bien, lo entiendo... pero déjame presentarme y despedirme, tal vez no lo pueda ver en mucho tiempo más y no quiero perder la oportunidad de poder abrazarlo.
- No lo se Tomas, Benja ya se hizo la idea de jamás conocer a su verdadero Padre y Pablo a hecho tan bien ese papel en su vida que la verdad dejó de pensar en ti.
Se que Pablo es un excelente hombre pero no niego que escuchar eso se a sentido como si mil vidrios estuvieran cortándome por dentro. Hubiese deseado ser el padre que ese niño quería y con mis malas decisiones solo me alcanzó para ser un desconocido. No sé si estoy listo para su rechazo pero quiero verlo.
- Tengo derecho de al menos verlo, por favor Fanny.
- Bueno, vamos. Está arriba...
*
Benjamin Smith (yo)
Tenía tan presente lo que Pablo me había dicho ese día en casa de mis abuelos que cada vez que lo recordaba con detalle se me revolvía el estómago y no podía evitar llorar, me lastima mucho pensar que yo fui el responsable de que mi hermana ya no quisiera estar con nosotros.
- Mi amor, ¿puedo pasar?
- Si mamá, entra.
- Te quiero presentar a alguien. Adelante...
Un señor alto, de pelo medio castaño claro, ojos verdes y muy parecido a mi en muchos aspectos entro a mi habitación.
- Hola Benja. ¿Cómo estás campeón?.
- Hola, mi papá me dice así.
- ¿Pablo?.- Dice el caballero con algunas lágrimas en los ojos.
- Si, mi papá.
- Mi Niño el es... Tomás.
Mi corazón se encogió al oír ese nombre viniendo de mi mamá, mis ojos comenzaron a soltar muchas lagrimas, quería salir corriendo. ¿Él era mi papá?.
- ¿Sabes quien soy?, ¿quieres que me presente?.
Me parece un tanto absoluto que me pregunté eso. Mamá lo menciona desde que tengo uso de razón, evidentemente sabía quien era y si quería conocerlo pero no se como reaccionar. Quiero abrazarlo y decirle que lo espere por años pero también quiero enojarme y decirle porque me dejo tanto tiempo solo. Creo que en esta ocasión la primera opción era la mejor, por tanto, lo abracé.
- Que bueno que pude verte antes de irnos. -Digo entre lágrimas.
- Lo mismo digo, te acompañaré hasta que se suban al avión y prometo no volverme a alejar tanto de ti ¿está bien?, tendremos mucho tiempo para conocernos.- Sus palabras sonaban convincentes de todos modos no se que tan reales fueran pero este momento no lo cambiaria por nada.
- Pero ya no te veré, mamá dice que nos iremos muy lejos.
- Te puedo visitar cuando se me permita y mientras tanto podemos comunicarnos por llamadas.
- ¿Cuándo vayas puedes llevar a Tiago contigo?
- ¿Tiago?.- pregunta, mirando a mi mamá
- Sofía le puso así a su hijo, son mejores amigos. Mi mamá me ayudo mucho cuidando a Benja para que yo pudiera trabajar sin problema así que Benja veía mucho a Tiago desde pequeños, la verdad han crecido juntos, lo va a extrañar mucho.- Le aclara mamá.
- Si, es mi mejor amigo aunque lo quiero como un hermano y mamá dice que no lo podemos llevar con nosotros pero yo lo voy a extrañar, nosotros dijimos que nunca nos íbamos a alejar.
- Prometo que si su mamá y su papá me lo permiten lo llevare algún día para que vuelvas a verlo. ¿te parece?.
- SI, eso me haria muy feliz. muchas gracias.- dije y luego lo abrace.
*
Fueron largas las horas en el aeropuerto, nos vinimos más temprano para no tener ningún inconveniente. He estado todo el día con mi papá, eso me hace creer que no volverá a irse. A Pablo no le agrada la idea, lo noto en su rostro pero mamá a pesar de su poca expresividad creo que está contenta.
- No me quiero alejar de vos, te voy a extrañar.- le digo a Tomas mientras lo abrazo.
- Yo también te voy a extrañar mucho, perdón por tardar tanto en buscarte.
- No te quiero volver a perder.- le conteste con lagrimas en los ojos.
- Eso no va a pasar, nos vamos a volver a ver te lo prometo. Buen viaje hijo, me avisan cuando lleguen ¿va?. Te amo.
Escuchar a mi padre decir todas esas cosas me causa ilusión, de cierta manera me hace sentir seguro así como no me había sentido desde que mi hermana se fue. No quería soltarlo pero mi mamá dijo que ya era hora de que nos diéramos el último abrazo si no perderíamos el vuelo y así fue... nos despedimos y entre tanto caminar lo vi perderse entre la gente..
*
Estaba muy cansado y por ello dormí todo el viaje, al llegar sentí todo tan diferente, no sabía si era un sentimiento bueno o malo, solo sabía que estaba lejos de casa y eso me causaba tristeza. No más juegos con mi mejor amigo, no mas mate de mi abuela, no más conversaciones de fútbol con mi abuelo, adiós familia, adiós Julieta...
