𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶ó𝗻 || Shin Yuna es la única niña en el equipo infantil de fútbol, del cual, Soobin es el entrenador. Yeonjun es un joven padre torpe y tímido. Soobin es divertido y todo lo que Yeonjun no sabía que necesitaba.
-¡Entrenador Bi...
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—¡Auch! —Yuna exclama sentada sobre la enorme cama deshecha de su padre, el cual intenta fallidamente peinarla.
Y es absurdo porque el cabello de Yeonjun ya es un tanto largo, y a veces tiene que hacerse pequeños moños para que no le moleste, sobretodo mientras trabaja.
Pero ahora, algo tan simple como hacer una coleta, parecía imposible.
—Tarde, tarde, tarde. —canturrea la niña, mientras mueve sus piernas de arriba a abajo.
Yeonjun suspira, tiene tanto que hacer hoy que simplemente está saturado.
—¿Llamamos al tío Taehyun? —Yuna pregunta.
—No, no necesitamos al tío Taehyun, Yuna.
—El dice que pedir ayuda no es malo.
Yeonjun suspira, pero sigue peinando el cabello rebelde de la pequeña, estando cada vez un poco más irritado— Yuna, estoy cansado y tengo mucho trabajo, solo es eso.
—Está bien papá, tú puedes.
Yeonjun sonríe con algo de tristeza. En días como estos, Yeonjun desea meterse en la cama y no salir en horas, tal vez días. No es por el hecho de ser un padre soltero, ya que su hija era la niña más inteligente, comprensiva y tranquila que podia existir. No es por el hecho de las docenas de tartas que debe preparar, es simplemente un mal día, de esos que no puedes explicar pero simplemente todo parece costarte un poco más.
Pero finalmente termina de peinar a Yuna con una coleta alta y decente, sonríe satisfecho y mientras toman sus cosas para salir de casa, se felicita a sí mismo mentalmente.
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Soobin a empezado la clase cuando Yuna llega corriendo con la mochila entre sus manos. Sonríe levemente al verla correr por el campo hasta donde todos se encuentran.
—¡Entrenador Bin, llego tarde!
—Así es —asiente con una pequeña sonrisa— ¿Todo bien?
