𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶ó𝗻 || Shin Yuna es la única niña en el equipo infantil de fútbol, del cual, Soobin es el entrenador. Yeonjun es un joven padre torpe y tímido. Soobin es divertido y todo lo que Yeonjun no sabía que necesitaba.
-¡Entrenador Bi...
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Yeonjun tenía que haberlo sabido, que quizás jugar bajo la lluvia una mañana fría de otoño no era la mejor opción.
Pero aquella mañana estaba tan feliz, había tenido un delicioso desayuno junto a Taehyun y Yuna, quienes no paraban de preguntar sobre la noche anterior. Y Yeonjun aún se sentía en una nube, aún podía sentir los labios de Soobin contra los suyos, sus manos en su cintura y sus palabras repitiéndose una y otra vez en su cabeza como una canción pegadiza.
Quizás sabía que aquello pasaría, pero no le importó. Y ahora, rodeado de mantas y con la nariz roja, maldice no haberse quedado quieto.
Porque ahora, estaba enfermo.
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—Sabía que te iba a gustar —Yuna dice con emoción, sentada delante de Soobin en el césped del campo de fútbol.
—Es una buena película —Soobin asiente con una sonrisa mientras intenta hacer de nuevo la coleta de la pequeña.
La niña sonríe mientras su entrenador termina de atar su coleta y una vez está peinada de nuevo se gira para mirarlo.
—¿Entonces ya son novios? —pregunta con la mayor sonrisa en sus labios, sacando una risa sincera al castaño.
—¿Novios? —pregunta divertido mientras frunce el ceño levemente.
—¡Claro! Se miran como las mamás de Kai, las cuales están casadas, siempre sonríes como cuando el tío Taehyun ve al señor de los tatuajes y tuvieron una cita. Según mis cálculos, tienen que ser novios.
—No estoy seguro de que funcione así, bicho.
—Debería, los adultos son raros —Yuna frunce el ceño con confusión, y Soobin sonríe cuando se da cuenta de lo mucho que se parece a su padre— Si quieren ser novios y darse besos en la boca como en las películas, deberían hacerlo.
Soobin supone que la pequeña de siete años tiene razón, a veces las cosas parecen más complicadas de lo que realmente son. Y bueno, el realmente quiere intentar algo serio con Yeonjun.
Sin embargo, se limita a sonreír y negar levemente con la cabeza.
—Creo que has visto demasiadas películas románticas, bicho.
