Crown

Capítulo XXXIX

SIGLO ANTIGUO

PALACIO REAL DE EVIGHEDEN

LIAH'S POV:

Los días en el palacio eran monótonos para cualquier que se encontrará allí. En el único momento donde se podría salir de lo normal era en la hora del té, donde podías hablar lo que quisieras con las personas que deseaban acompañarte.

Esta tarde tenía a dos acompañantes. A las únicas dos personas que valía la pena detener todo tu trabajo solo para pasar tiempo con ellas.

-Tu padre estaría muy orgullosa de lo que haz logrado, Liah.

Sonreí. Las copas de té fueron servidas frente a nosotras mientras mi madre decía aquellas palabras.

-Eso me llena de completa paz, madre.

Afirme con un asentimiento de cabeza. Mi madre sabía mejor que nadie sobre mi gran admiración hacia todo el trabajo que mi padre había hecho durante su reinado. No había sido perfecto o el mejor, pero para mí era más que suficiente y me hacía querer seguir sus pasos y mejorar aún más.

-Lo sé. También, sé que haz estado muy ocupada y haz dormido muy poco durante estos últimos días.

Mire hacia el patio trasero donde muchas veces corrí en mi niñez. A veces extrañaba poder hacerlo. Sin embargo, recordaba que en esos tiempos no tenía conocimiento de mi amada Luna y me retractaba de mis pensamiento. Prefería vivir en el futuro con ella a mi lado que volver a mi pasado y no recordarla.

-Parece que tengo un pajarito en mis propias paredes.

Murmuré, inclinándome para tomar mi taza de té. Estaba de pies mientras mi madre estaba sentada en los diferentes sofás. Luna había salido hace unos minutos atrás.

-Uno muy hermoso a decir verdad.

Mi madre respondio. Sonreí y lo oculte tomando un sorbo de mi taza de té.

Hice una mala cara al notar que tenía más azúcar de la que acostumbraba.

-Creo saber a quién te refieres.

Comente divertida. Ella ríe al escuchar mis palabras. Me giro y la miro con una sonrisa.

-Bien sabes quién es, cariño.

La puerta de la habitación fue abierta. Justo por donde entró mi esposa, nuevamente. Había tenido que ir al baño de urgencia como normalmente le pasaba desde que empezó el embarazo.

-¿Sobre qué hablaban?

Preguntó de manera curiosa, Luna. Queriendo ponerse al tanto de la conversación.

La mire divertida antes de hablar.

-Sobre un pajarito que apareció en el castillo.

Luna frunció el ceño confundida.

-Le dice a mi madre sobre si duermo o no.

Mira entre ambas antes de sonreír.

-Debemos erradicarlo entonces.

Bromea tomando su taza de té. Reí y me senté a su lado.

-Mi madre ha dicho que es hermoso.

Su mirada se dirigió a mi madre. Entre ambas se sonrieron.

-Tal vez debemos darle una oportunidad.

Susurra la mayor.

-Será lo mejor.

Aseguro.

Terminamos de tomar nuestros té en medio de conversaciones comunes. Nuestra visita mensual al palacio donde vivía mi madre se había terminado y ahora nos encontrábamos de camino al castillo sur donde nos esperaban para una cena con los antiguos y nuevo rey del sur. Mi viejo amigo estaría entre nosotras y no sabía cómo sentirme al respecto.