Capítulo XLI

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SIGLO ANTIGUO

CASTILLO REAL DE EVIGHEDEN

LUNA'S POV

-Su Alteza..

Suspiré intentando ignorar la voz de Zúrich mientras me tomaba mi momento para relajarme unos segundos

-Su Alteza...

-Zúrich...

Murmuré sin abrir los ojos.

-Si no son buenas noticias del paradero de mi esposa, no quiero saber nada.

Hable muy por lo bajo con mi poco ánimo en todos los sentidos de mi vida sin ella a mi lado.

-Las tengo, Su Alteza Real.

Mis ojos se abrieron de inmediato y se dirigieron al lugar donde estaba Zúrich con algo entre sus manos. Me puse de pies y me acerqué con algo de cautela.

-¿Son buenas? ¿Realmente buenas?

Cuestione algo asustada de lo que sea que tuviera allí.

-Depende de cómo quiera tomarlas, princesa.

Respire hondo y asentí lentamente reconociendo que debía saberlo aún en contra de mi voluntad.

-Dime.

Confirme mirándolo a los ojos. Él asintió y abrió poco a poco la carta entre sus dedos.

-Hace cuatro días logramos introducir al Reino del Sur un espía. Ayer por la mañana, salió y trajo noticias con él.

Abrió el papel y leyó con cautela cada palabra del espía.

-Esto recitó al salir: "Se rumoreaba una próxima guerra contra nuestro Reino. El Rey Aleksey se paseaba entre el pueblo dando noticias de aliento y negando cualquier rumor de guerra. Aún que, jamás negó cuidar algunos extranjeros de aquellas tierras. Calanthe para ser específicos. Algunos pueblerinos confirmaban haber visto, durante una noche, varias carretas llegar y muchos caballos con jinetes totalmente cubiertos. Nadie sabe quiénes eran o dónde fueron. Si solo eran viajeros o se quedaron entre ellos. No logré entrar al Castillo o siquiera acercarme a algún trabajador de allí, pues los mantenían bien cubiertos y salían en grupos grandes solo en momentos necesarios. Parece que estuvieran cubriendo algo. Eso es todo lo que pude recolectar sin que me identificarán".

Concluyó mirándome y esperando mi próxima reacción de acuerdo a lo previamente leído. Tragué grueso y miré sus manos aún extendidas con el papel allí 

-Santos reinos, Zúrich.

Susurré cubriendo mi boca en asombro.

-Alteza, necesitamos que nos deje poder atacar. Tenemos las pruebas suficientes de que allí está nuestra reina Liah- cierra con algo de fuerza el papel -. Queremos poder sacarla. A Su Majestad la reina y a cada soldado.

Pidió casi suplicante, pero negué lentamente bajando mi rostro.

-No tengo el poder suficiente para poder hacer aquello, Zúrich.

Recordé todas los estatutos de una reina consorte. Aún ni siquiera lo era.

-Aquí no, pero sí en su reino. En el reino Nyx- lo miré atenta -. Podría tomar todos los hombres de allá y tomar un poco de aquí. Sin ser muy escandaloso. Todos los soldados estarían dispuesto con usted por nuestra reina. Es nuestro deber.

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