004 - Salida con Richie

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T/n pov

T/n: Gracias por traerme, Richie - Dije bajándome de la bicicleta.

Richie: La primera vez que me llamas por mi nombre - Decía riendo. Imite su acción - Quizá venga luego a pasar un rato contigo - Asentí y me di media vuelta.

T/n: Nos vemos luego, pecas - Dije levantando mi mano.

Richie: Espera - Me detuvo, me di vuelta y lo mire - ¿Me puedes dar un beso? - Asentí nuevamente y deje un beso en la comisura de sus labios.

T/n: Ahora si -...- Nos vemos luego 

Richie: Nos vemos, nena - Dijo con un tono carmesí en sus mejillas.

Me di vuelta y caminé hasta la puerta de mi casa. 

Saqué las llaves de mi mochila y la abrí. Me giré a ver si Richie seguía ahí y sí lo estaba. Moví mi mano de lado a lado, él me sonrió y se fue a su casa. Entré a la mía y volví a cerrar la puerta. 

Dejé las llaves arriba de la mesa y miré a mi alrededor. Todo estaba tan silencioso, odiaba que mamá se vaya por tanto tiempo. Se que 3 días no es nada, ella no a estado por una semana completa, pero igual me siento mal.

Desearía poder pasar más tiempo con ella. Suspiré y subí a mi habitación. Dejé la mochila en el piso a un lado de mi cama. Me miré en el espejo de cuerpo completo y una sonrisa se formo en mi cara cuando recordé que estaba usando la ropa de Richie.  

Agarré ropa interior nueva y una toalla. Entré al baño, me desvestí y entré a la ducha.

... 

Ya había terminado de ducharme. Me puse una camiseta a rayas de colores manga corta con un overol de jean short. Me puse un cinto para darle un toque (Multimedia). Me hice un rodete en el cabello para estar más cómoda y que el sol no me moleste. 

Me acosté en la cama quedando bocarriba. Deje caer una mano hacía afuera de la cama y la otra la puse en mi abdomen. Richie se apodero de mi mente. Pensaba en la posibilidad de que pudiéramos estar juntos, de que el sienta algo por mi. 

Stan, Eddie y Bill aseguran que le gusto. Hoy Beverly me dijo lo mismo, pero no creo que sea así. Simplemente se que el no se fijaría en alguien como yo. Habían veces que creía que alguien como Richie no podría estar con alguien como yo.

Mi mente daba mil vueltas, no sabía si creerle a los chicos o no. Tal vez es por eso que no le gusto, quizá el quiere a alguien más segura de si misma, como Beverly. O simplemente no se había dado cuenta de los sentimientos que tengo hacía él. 

Suspire abrumada por mis propios pensamientos y me senté en la cama. Sali de mi habitación y baje las escaleras. Entre en la cocina y rebusque algo que pueda comer. Encontré un tarrito con fresas, mi fruta favorita. Lo agarre y me fui a la sala.

Me senté en el sofá, prendí la televisión y me quede viendo unas caricaturas random que estaban transmitiendo. Mordí una fresa y sentí el dulce sabor en mi boca. 

Comía las fresas lentamente, sentía cansancio. No quise apagar la televisión. Deje el tarrito con fresas arriba de la mesita que había enfrente al sofá. Me acosté en este y cerré mis ojos despacio. 


Me desperté en mi habitación, todo estaba normal. No recordaba haber entrado en mi cuarto y muchos menos acostarme en mi cama. Tenía puesto un vestido azul que nunca había visto en mi vida.

Me levante de la cama y baje las escaleras. No había nadie, solo un hombre en el sofá.

- Que bueno que despertase, querida - Dijo dándose la vuelta. Era el, era mi papá. 

Mi bocazas // Richie Tozier y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora