Mi bocazas // Richie Tozier y Tu

006 - La cita

                                        [Reproducir cuando aparezca #]

T/n pov

Desperté al sentir movimiento a mi lado. Abrí mis ojos lentamente topándome con un Richie recién despierto. Sonreí al verlo por la ternura que me causaba.  

Richie: Buenos días, enana - Dijo con voz ronca.

T/n: Buenos días, rana - Conteste media dormida - ¿Los chicos ya están despiertos?

Richie: Nop, fuimos los primeros - Miró el reloj - Y son las 11:34 de la mañana

T/n: ¿Tan tarde? - Pregunte sentándome en la cama.

Richie: Sip - Respondió Richie aún acostado.

T/n: Me voy a bañar - Richie asintió y me levanté de la cama.

Caminé hasta mi armario buscado un conjunto de ropa que me guste. Terminé eligiendo un short de jean y una camiseta sin mangas con rayas rojas y blancas. Agarré unos tenis negros y un cinturón. Busqué en mi cajón ropa interior nueva y entre al baño.

Me saqué lo que tenía puesto y abrí la ducha. Esperé que el agua calentara un poco y entré. Me puse un poco de shampoo y, mierda, me entro en el ojo.

T/n: Rayos, arde como la mierda - Murmuré pasando un poco de agua por mi ojo.

Cuando terminé de bañarme me sequé el cuerpo con una toalla y luego mi cabello. Me puse mi ropa y salí del baño. Nadie se había despertado y Richie se volvió a dormir. Sonreí y dejé un beso en la mejilla del recién nombrado.

Me hice una medía coleta y dejé que algunos mechones de cabello cayeran en mi frente. Apliqué un poco de labial transparente en mis labios y perfume en mi cuello. Busqué alguna pulsera bonita y encontré una con piedras de colores, terminé eligiendo esa.

Salí de la habitación tratando de hacer el mínimo ruido posible y fui hasta la de mi madre.

Comprobé que ella si estaba ahí y baje las escaleras. La quería dejar dormir un rato más, se que su trabajo es muy complicado y tiene que estar bastante tiempo allí. En la mesa del comedor me encontré con una caja algo grande y una nota. 

𝒫𝑒𝓇𝒹ó𝓃 𝓅𝑜𝓇 𝓁𝒶 𝒹𝒾𝓈𝒸𝓊𝓈𝒾ó𝓃 𝒽𝑜𝓎 𝒹𝑒 𝓉𝒶𝓇𝒹𝑒, 𝓅𝑒𝓇𝑜 𝒶𝓁𝑔ú𝓃 𝒹í𝒶 𝑒𝓁 𝓋𝒶 𝒶 𝓈𝑒𝓇 𝓉𝓊 𝓅𝒶𝒹𝓇𝒶𝓈𝓉𝓇𝑜. 𝒯𝑒 𝓆𝓊𝒾𝓈𝑒 𝒸𝑜𝓂𝓅𝓇𝒶𝓇 𝒶𝓁𝑔𝑜 𝓅𝒶𝓇𝒶 𝓆𝓊𝑒 𝓅𝓊𝑒𝒹𝒶𝓈 𝑒𝓈𝒸𝓊𝒸𝒽𝒶𝓇 𝓉𝓊 𝓂ú𝓈𝒾𝒸𝒶 𝒻𝒶𝓋𝑜𝓇𝒾𝓉𝒶 𝓉𝑜𝒹𝑜 𝑒𝓁 𝓉𝒾𝑒𝓂𝓅𝑜. 𝐸𝓈𝓅𝑒𝓇𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓉𝑒 𝑔𝓊𝓈𝓉𝑒 𝓂𝓊𝒸𝒽𝑜. 

                         𝒞𝑜𝓃 𝓂𝓊𝒸𝒽í𝓈𝒾𝓂𝑜 𝓎 𝒹𝑒𝓂𝒶𝓈𝒾𝒶𝒹𝑜 𝒶𝓂𝑜𝓇, 𝓂𝒶𝓂á.

Cuando abrí la caja había una radio. Yo siempre le había pedido una a mi madre para dejarla en mi habitación. La que yo siempre usaba era una que ella se compro y algunas veces la dejaba en mi habitación, pero se la tendría que devolver después.

Emocionada, saqué la radio de la caja y la admiré. Sonreí por el bonito acto de mi madre y subí lentamente las escaleras para dejar la radio en mi habitación. Una vez lo hice, volví a bajar las escaleras y entré a la cocina.

Quería prepararles un buen desayuno a los chicos, pero como no soy tan experta en esto decidí preparar sándwiches. Luego de prepararlos, agarre 8 vasos y serví jugo en cada uno de ellos. Puse los sándwiches en una bandeja y agarre los vasos. Deje todo en la mesa y volví a la cocina.