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Al día siguiente, Sae estaba muy contento, estaba teniendo doble fiesta de cumpleaños, una con sus abuelos, a los que adoraba sin importar que ellos parecían pelear con su papá, pero ahora estaba con todos sus amigos de la guardería, en el jardín de su tío KyungSoo y claro que les estaba presumiendo a Queso, su lindo perrito, que era el más lindo y todos los niños le daban pequeñas caricias con sus manos, KyungSoo estaba cuidando que no lo molestarán, pero los pequeños parecían entender que el animalito, no era un juguete, los dejaba darles de besos y lo dejaban perseguirlos por todos lados.

Había muchos dulces, muchos juguetes, era mucho más sencillo que su otra fiesta, pero Sae parecía más feliz, comiendo y jugando, gritando de la emoción cuando sus amigos hacían más y más juegos, encima de eso, había una linda niña con coletas que no dejaba de agarrarlo de la mano, Sae parecía contento solo con eso, se dejaba llevar y no parecía que la niña fuera a dejarlo, no, solo estaba dándole la mano y estaba muy contento.

Chanyeol se mostraba orgulloso ante los otros padres, porque no había mayor pase de garantía de una buena fiesta, que un niño contento y su bebé parecía muy contento, teniendo doble regalo, hasta SeHun le compró algo, cosa que nunca hacía, porque olvidaba el cumpleaños de todo el mundo o eso decía, quizás era una táctica para no gastar dinero, pero fuese como fuese, le llevó algo a Sae, una máscara de Tempoman, que claro que era genial y que había sido la sensación, todos los niños se sentían celosos de eso y más cuando quedaba tan bien con su traje que había usado un día antes.

Chanyeol ya se sentía como todo un señor, hablando de cuanto le había costado toda esa fiesta, resintiendo en verdad, más cuando SeHun lo había terminado pasando de dinero, a bolsas de frituras y eso sí que había sido doloroso, más cuando le dijo en cuantas circunstancias se podía comer todo eso, de verdad que todo era completamente desalentador, pero aun así, Chanyeol estaba hablando con los padres de dinero, de economía, no tenía ni idea de nada de eso, pero al menos parecía mayor e inteligente y no un tipo apenas pasado de los veintes, de todos modos ensamblar una relación con ellos, era bueno, había conocido a un hombre que había estudiado su misma carrera y parecía muy impresionado por el trabajo de Chanyeol.

Estaba trabajando en una de las mejores empresas de diseño y publicidad del país y al hombre le parecía que Chanyeol, era alguien ingenioso y por demás, agradable, pero además de eso, era talentoso, la plática jovial había llevado a eso, y aunque parecía joven para ser padre, parecía llevarlo, bastante bien, mejor que muchos incluso mayores que él, cuidaba a Sae como si fuera su vida, su joya, así que estaba bien con eso. Chanyeol parecía una persona dedicada y por eso, no se había negado a hablar con él de trabajo, de muchas cosas relacionadas con el mismo campo al que iban encaminados los dos.

-Vi todo lo que me enviaste la última vez, de verdad tu trabajo es bueno, aunque me impresionó mucho toda esa exposición de aspectos sexuales.- dijo el hombre y Yeol terminó riéndose cuando el otro hombre lo hizo, porque la verdad era vergonzoso, lo había hecho solo porque su profesor dijo que eso sería inmoral, pero no se suponía que debería frenar su talento, así que lo había hecho y había sido un escándalo en la universidad, quizás todo eso le había dado fama en la escuela, pero solo se trataba de él siendo rebelde. -Tu trabajo es atrevido y por demás sensual, es impresionante.-

-Mi profesor dijo que era descarado y me hizo repetir materia, pero la cantidad de reconocimiento y premios, lo compenso todo, aun así, tuve que repetir mientras esperaba a mi bebé.- le contó Yeol y el hombre terminó tomándolo por el hombro mientras se reía de las hilarantes historias que le contaba.

-Creo que deberías pasarte por mi oficina, le he enseñado tu trabajo a algunos jefes y creo que ellos estarían más que interesados en hablar contigo, quizás para un futuro, con la graduación...- Chanyeol abría sus ojos cada vez más con las palabras de ese hombre, impresionado por eso, apenas logrando creerse todo lo que le decía, así que solo había terminado haciendo un montón de reverencias, aunque no era nada seguro, ya era más que nada, de verdad nunca había pensado que ser amable con las personas, podría llevar a tantas cosas tan buenas, estaba emocionado y Baekhyun miraba eso a la distancia, mientras estaba con sus suegros, que había atrapado a Sae para poder ponerle una linda pulsera tejida y con cuarzos entrelazados, amarrandola bien en la muñeca del bebé, que parecía confundido por eso.

El largo viaje de ser padre de un monstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora