El largo viaje de ser padre de un monstruo

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Cantar victoria aún era algo que Chanyeol no hacía con tanta seguridad, no hasta que en efecto, después de un par de semanas, por fin habían enviado un cheque, como siempre, ese cheque de dinero que siempre iba para ciertas cosas, como lo era el pago en la guardería de Sae, sus cosas, comida, nada tonto, las tonterías las pagaba Chanyeol de su propio dinero, pero la verdad era que guardaba casi todo para el futuro, ya pronto iban a tener que comprar una nueva secadora para la ropa, así que ya era todo un adulto responsable, si fuera su yo el de diecisiete de años, seguro que ya se hubiera gastado todo el dinero de su sueldo en gomitas bañadas en chile, que se habría acabado de una junto con Sae, porque Baekhyun no le dejaba comer nada de eso.

-Mira, papá.- pero él estaba seguro de que le podía dar todo a su hijo, iba a esforzarse demasiado por todo eso, así que solo estaba acariciando la cabecita de Sae cuando este estaba dibujando en un montón de hojas blancas, escribiendo su nombre en todos lados, estaba aprendiendo a escribirlo y ahora no dejaba de firmar por todos lados, incluso en las paredes, pero Yeol no lo regañaba, solo lo tomaba con cuidado de su manita para quitar el plumón con él que firmaba y se lo llevaba a que firmará en las hojas blancas, así no lo regañaba pero tampoco le decía que rayar las paredes estaba bien. -Mira que lindo se ve mi nombre.-

-Si, es bonito, pero el mío es más lindo, mira.- Chanyeol había terminado tomando el plumón para poner su nombre al lado del de Sae en la hoja, aunque el pequeño había empezado a quejarse. -Mira, mi nombre es el más lindo del mundo, me gusta más.- estaba jugando, solo quería molestar a Sae y estaba funcionando cuando estaba lloriqueando.

-No, es feo.-

-Feo tú- Sae le gritó antes de tomarle por el cabello, jalando con todas sus fuerzas hasta que Yeol también comenzó a gritar y tomó a su pequeño hijo del cabello también, aunque él no le estaba jalando nada, no como Sae que lo estaba haciendo con todas sus fuerzas, menos mal que Baekhyun había ido a tomar a su hijo y lo alzó, esos dos no deberían pelear tanto, parecían hermanos más que padre e hijo.

-Dejen de pelear, estaban jugando tan lindo hacía solo un momento, ¿qué les pasa a los dos?- les preguntó, aunque ninguno de los dos hijo nada, Sae solo le sacó la lengua a Yeol, que estaba sobándose la cabeza con la punta de los dedos, su bebé cada día era más fuerte, era increíblemente fuerte, más de lo que debería, tan solo un día anterior le había pegado santa patada en la pantorrilla, que tenía un moretón ahora, solo esperaba que su hijo nunca fuera más alto que él. -Y más tu Yeol, no deberías pelear con Sae.-

-Él empezó.- dijo Chanyeol, aunque Sae solo se abrazó al cuello de Baekhyun.

De algún modo, todo se sentía mejor en casa, todo el ambiente, incluso entre las cosas de Baekhyun y Chanyeol, se sentían mucho más tranquilos, como esa paz que se sentía desde el principio, como cuando solo habían sido Baek y él, por supuesto, también su pequeño Sae, claro que él ya no era tan pequeño como lo era en un principio pero claro que todo eso se sentía como estar en paz con el mundo y consigo mismos, en especial cuando Baekhyun volvió a dejar a Sae en el suelo, para que siguiera dibujando en la mesa y para evitar peleas, se había sentado en medio de los dos, para que no pelearán más, así se aseguraba que ninguno de los dos empezará a jalarle el cabello al otro, además de que Sae quería enseñarle a su papá lo bien que ahora dibujaba su nombre, pero decir bien, no era nada en realidad, Sae solo imitaba la letra que Chanyeol había escrito arriba, su nombre estaba mal escrito, y casi no se le entendía, pero su bebé parecía muy emocionado, sonriendo y agarrando con toda su regordeta mano, agarrando ese plumón.

-Mira, Park Sae Byeok.- leía, según, porque no sabía leer, sólo sabía que ese era su nombre porque Yeol se lo había dicho, pero Baekhyun fingió mucha emoción y estaba sonriéndole cuando vio su hoja.