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SeHun nunca daba su opinión, su mamá alguna vez le había dicho que a veces las personas no querían opiniones, solo querían ser escuchadas y con Yeol, era lo que hacía, en realidad no entendía mucho eso de las relaciones estables y duraderas, quizás porque nunca había tenido una y no era la voz de la experiencia, claramente, además de que tenía veintiún años, aun quería saber todo sobre spiderman y el mundo de los comics, ver a sus jugadores favoritos de futbol y todo eso, no le pasaba ni por la cabeza tener una relación seria o hijos, pero Yeol si, bueno, tampoco, pero la tenía y ahora que había peleado con Baekhyun, solo lo tenía a él para poder desahogarse, mientras estaban haciendo compras.

Resultaba que su bendición, iba a cumplir dos años y por alguna razón que SeHun no entendía, todos los cumpleaños de los hijos eran importantes, así que no había quedado de otra más que seguir a Yeol, que decía que no porque él y Baek tuvieran sus problemas, Sae no debería tener un cumpleaños triste, así que estaban en eso, comprando globos, serpentinas y demás cosas para poder arreglar el salón de la casa de KyungSoo, el que les había prestado, con la condición de que quedará tan y como se los estaba dejando, Yeol solo quería que su bebé soplará las velas, comiera pastel y tuviera un regalo, hasta ya tenía el regalo, iba a ser la figura de acción del mayor enemigo de Tempoman, un villano que le llamaban, la fuerza roja, Yeol no entendía mucho de eso, pero su bebé lo adoraba y eso había sido muy caro, esperaba que le gustará.

Además, mando a hacer una linda tarta que decía, "felices dos años, Sae Byeok" era completamente de chocolate con un relleno de fresas y crema, además de una cobertura de color rojo, que también los colores de su Super héroe favorito, cualquier niño sería feliz con eso, aunque Yeol decía que hubiera preferido hacer algo más grande, no tenía mucho dinero.

-¿Vendrán tus padres?- preguntó cuando estaban comprando un montón de bolsas de dulces, echándolas todas en el carrito de compras.

-Sí, claro, dijeron que los dos años de un niño, eran una revelación, que era algo místico y no sé qué más, dijeron que hasta querían darle a Sae una cuarzo para sus energías y no sé qué...- Yeol tuvo escalofríos al recordar que aún tenía el suyo, el que le habían dado sus padres cuando cumplió dos años, en un collar que aun llevaba en el cuello en esos momentos. –Ellos vendrán, pero ahora solo me falta algo, ¿sabes? Que me dejen ver a Sae, a Baekhyun le toca ese fin de semana, pero de verdad quiero pasar su cumpleaños con él.-

SeHun había terminado haciendo una mueca mientras solo veía a Chanyeol todavía escogiendo más dulces para su bebé, pensaba hacer toda una celebración para su bebé y algunos niños que eran sus amigos e invitaría a jugar con él, una fiesta infantil en todos los sentidos, incluso si podía, pensaba dar lindos recuerdos, aunque no sabía nada de fiestas de cumpleaños normales, porque sus padres siempre dijeron que eso era completamente capitalista y no sabía que más, pensaba que al menos una pelota para cada niño estaría bien, pero su hijo también tenía muchas amigas niñas, así que no sabía que darles, estaba comprando un montón de juguetes sencillos, que los demás eligieran.

-¿Y qué pasa si no te deja?- preguntó SeHun –Al final de cuentas, es hijo de los dos y los padres de Baekhyun no creo que lo vayan a dejar ir contigo.- Chanyeol ya estaba anticipando eso, pero de todos modos, quería ser optimista en ese momento, buscando la manera en cómo iba a llamar a Baekhyun para pedirle eso después, aunque Baekhyun estaba teniendo los mismos problemas, además de que estaba viendo a Sae jugando con los globos que las empleadas de la casa de sus padres, ya estaban inflando y acomodando por todos lados, Sae los estaba pateando, los que aún estaban en el suelo, sin pegar, además de que parecía ajeno a todo, demasiado, así que solo había terminado suspirando mientras miraba a su madre organizar y hablar con las personas que iban a servir el banquete para la fiesta, había terminado suspirando mientras esperaba que terminará de hablar con él para poder hablar con él, pero entonces, había terminado viendo a Song entrar a su casa, ya sabía que era recurrente que estuviera por ahí, era uno de los falderos de su padre, y ese tipo, siempre quería hablarle, pero en esa ocasión, había terminado mirándolo y había querido salir corriendo, Baekhyun supo que algo raro estaba ahí y entonces había terminado por salir corriendo para poder alcanzarlo, tomándolo por el brazo.

El largo viaje de ser padre de un monstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora