ADARA SINENSIS
En una vida rutinaria es fácil apreciar las cosas sencillas que suceden al rededor de uno, sabes si el clima está más frío o más tibio, conoces a cada perro callejero que ves al pasar por las calles, conoces a tus vecinos, a tus compañeros de trabajo, tus caseras que siempre te preparan el almuerzo al salir de la oficina, las palomas que siempre están fuera de la ventana de tu oficina, incluso puedes ser testigo de una linda historia de amor que duró meses y como toda buena historia, llegó a su fin.
- ¡ERES UN HIJO DE PUTA! ¡¿DESDE CUANDO ME ESTABAS ENGAÑANDO?! ¡TU AMANTE VINO A ALARDEAR DE SU RELACIÓN CONTIGO IMBECIL! -los gritos resonaban por todo el pasillo, era imposible ignorarlos, más si estabas por salir de tu departamento para ir a trabajar- ¡RESPONDE CRETINO!
- ¡SI, YA LOSE! ¡TU NUNCA PUEDES DARME LO QUE QUIERO! ¡EL OTRO SI PUDO! -tenia exactamente 4 minutos para salir de casa, si tardaba más no podría alcanzar a desayunar, el reloj en forma de pescado al lado de la puerta seguía girando sus pequeñas manecillas.
- ¡ERES UN HIJO DE PUTA! ¡LÁRGATE, NO QUIERO SABER DE TI NUNCA! -sonidos de cosas siendo arrojadas se escucharon, incluso algo golpeo su puerta- ¡ROMPE LA MALDITA MARCA, ME VALE MIERDA! -la puerta de su vecino fue azotada con fuerza, incluso la suya tembló por tal brusquedad.
- ¡BIEN! ¡NO VUELVAS A BUSCARME! ¡NO QUIERO SABER NADA DE UN OMEGA COMO TU! -el alfa grito golpeando con su puño la puerta de ahora su ex pareja- ¡AL MENOS EL OTRO SI QUIERE TENER HIJOS CONMIGO! -no hubo más gritos, insegura sobre si salir de su departamento o no, abrió la puerta con cuidado, una maleta estaba frente a su puerta, así que eso fue lo que le arrojaron a su inocente puerta.
Miró el reloj y se espanto al ver que eran las 08:12 a.m. no alcanzaría a desayunar, con toda la miseria de un estómago vacío salió de su departamento, sin levantar la mirada del suelo, cerró su puerta con llave tratando de no hacer ruido y ser notada.
- buenos días Adara -esa voz la sobre salto, giro con cuidado y observo a un alfa alto recogiendo su ropa del suelo, habían muchas cosas esparcidas por todo el suelo del pasillo, desde calcetines hasta una consola de vídeo juegos ya inservible- siento el escándalo... no queríamos molestar...
- no escuche nada -Adara era una persona algo tímida, lo que la hacía decir cosas bastante obvias o contrarias- debo ir a trabajar...
- si -el alfa dejo de recoger su ropa, su cabello rubio caía por sobre su rostro cubriendo sus ojos, su piel bronceada se notaba demacrada, tenía uno que otro rasguño en el rostro- oye... ¿tu tienes pareja?
- no. -la respuesta de Adara fue cortante, ella pese a ser una alfa dominante muy bonita según su madre (padre) y abuela, no lograba llamar la atención de ningún omega, ni siquiera las betas mujeres volteaban a verla.
- cierto... en estos dos años jamás te vi con alguien... -el alfa se sentó en el suelo y miró su anterior departamento- pese a que somos vecinos, apenas se tu nombre ¿deberíamos salir alguna vez? Te presentaré amigas omega que tengo
- tengo un horario... además no estoy interesada -Adara miró nerviosa el reloj en su muñeca, ya era tarde.
- siempre eres tan extraña -el alfa río sin ganas- bueno, supongo entonces que esta será la última vez que nos veamos, cuídate
- gracias, tu también trata de ser feliz -ella dijo no muy segura.
- ya lo soy -el alfa sonrió- simplemente debí terminar antes con lo que me hacía infeliz, ahora puedo trabajar en mi propia felicidad, esta vez, con la persona indicada
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Omegaverse A Tu Lado Puedo Ser Feliz | By your side I can be happy
RandomDaniel, un omega dominante que fue engañado por la persona que creyó amar y estar enamorado, se da cuenta que su lazo con esa persona no era normal, no había dolor, incluso cuando se fue, pronto se da cuenta que la resignación lo hizo ignorar a otra...