Capítulo 21 | FINAL

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AÑOS DESPUÉS

La vida no es perfecta, muchos lo saben pero pocos se dan cuenta que esa imperfección es lo que le hace perfecta, muchos son afortunados y otros simplemente no, cuando hacemos cosas malas creemos que en algún momento nos llegará el karma y aveces parece que es así.

Sin embargo, todo depende de cómo veas el mundo, tu mundo.

— ¡Abuela! Nadia sigue llorando —Regina avisó señalando a su hermana mayor— Sigue triste porque su novio la volvió a dejar

— ¡Cállate mocosa! —Nadia grito saliendo de la sala de aquella hermosa mansión.

— En vez de señalar lo obvio, deberías aprender a callar un poco —Adara sonrió cargando a su linda nieta Regina— Nadia esta herida cariño, déjala llorar

— ¡Pero es injusto! Esta triste y ya no quiere jugar conmigo —refutó la pequeña.

— Yo puedo jugar contigo

— Pero debes descansar, el abuelo Emiliano lo ordenó —la pequeña le recordó a su abuela.

— Si no tengo otra opción —aceptó Adara— ¿Qué tal si vamos de paseo un momento? No creo que tu abuelo se de cuenta

— ¡Vamos! —gritó la niña emocionada.

Adara sonrió y miró a su asistente que estaba en la puerta de la sala esperando órdenes, la joven beta asintió y se fue a preparar la limusina de su jefa.

— Ve por tu abrigo —ordenó Adara a su pequeña nieta y esta se fue corriendo.

Miró desde su asiento la gran ventana que daba vista al jardín delantero, la temporada de lluvias estaba recién comenzando, pequeñas gotas estaban recién cayendo, era un perfecto clima para un paseo. Después de ir por su nieta que luchaba por ponerse su abrigo, la cargo y se dirigió a su auto que ya la esperaba frente a las puertas principales de la mansión, al subir se topo con la sorpresa de ver a su nieta Nadia ahí, no dijo nada y acomodo a su otra inquieta nieta en uno de los asientos, después de estar todas listas, su asistente empezó a manejar sin rumbo alguno.

— Quiero un poco de helado —Nadia comentó limpiando sus lágrimas con un pañuelo— Solo por eso las seguí

Adara quiso mencionar que había mucho helado en la mansión, pero prefirió callar.

— Iremos de paseo un momento, al regresar puedo comprar tu helado querida —ofreció y Nadia asintió— Susi, conduce a una florería —ordenó.

— Si, señora. —la empleada asintió.

— ¿Para que las flores abuela? —Nadia cuestionó mientras le prestaba su celular a su inquieta hermanita menor, le puso un juego y la pequeña se quedó en silencio jugando.

— Iré al cementerio un momento

— Que extraños son los ancianos

— Cuando ya tienes mi edad querida, piensas más en tu hora de morir

— ¿A quien irás a visitar?

— A mi ex esposo —contestó con honestidad Adara— No le digas a tu abuelo, le sigue incomodando

— Cualquiera estaría así, si su alfa va a ver a su ex —la joven se burló— ¿Lo amabas?

Omegaverse A Tu Lado Puedo Ser Feliz | By your side I can be happyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora