PERDISTE 【Markhyuck】

Habitación 215

El camino a sus hogares fue demasiado pero demasiado silencioso, lo cual fue incomodo o al menos para Donghyuck, porque se supone que habían ido ahí a celebrar su cumpleaños y que beberían haber salido felices y ebrios hasta la medula, pero fue todo lo contrario. La música pop aleatoria que sonaba en la radio era lo único que salvaba lo incómodo de la situación, ninguno habló desde que se metieron al carro lo cuál era raro, además, que todos lucían estar en su propio mundo. Donghyuck continuaba confundido por lo ocurrido con Mark, miraba por la ventana con la esperanza que la respuesta del porque lo hizo le cayera del cielo. Y bueno, Renjun extrañamente se encontraba viendo algún punto de la ventana, Donghyuck no se dio el tiempo de preguntarle porque estaba así, debido a que en ese momento no sabía ni que le pasaba a él mismo. Jaemin por su parte parecía el más normal de todos, aunque igual estaba en su propio mundo, aun así, lucía feliz y risueño tan así que tarareaba la canción que sonaba en la radio. Sin duda todos se llevaron algo grande de aquella noche.

Luego que por fin llegaran a la casa de Donghyuck fue la primera vez que hablaron y fue para despedirse, este agradeció el tiempo que se dieron de celebrar su cumpleaños y cuanto lo había disfrutado, cuando en realidad quería que esa noche jamás hubiera ocurrido, aun así, les agradeció con una sonrisa cálida y salió del auto, no sin antes decirle a Renjun que tenían una platica pendiente. Ya solo, abrió la cerradura, desanimado, en esos momentos su plan para levantar su animo seria darse una ducha caliente, ponerse su pijama favorita de Mickey Mouse, encender la tv y mirar hasta que amanesiera su programa favorito de moda donde los jueces y Donghyuck criticaban los atuendos de los participantes. Sonrió ansioso por llevar a cabo su idea, entro entusiasmado hasta que se percato que la luz de la cocina estaba encendida.

Ahí se encontraba su padre.

Se encontraba sirviendo unos bocadillos con una paz que Donghyuck jamás había visto en su rostro, inquieto de verlo ahí le perturbo mas el echo de verlo despierto a las 3 de la mañana, a la hora del diablo.

Bueno el diablo ya era.

Pensar eso provocó una risa baja en donghyuck, la cual llamó la atención de su padre que volteo a verlo con cansancio como si su paz hubiese sido perturbada.

—Hola y buenas noches —soltó hyuck y se apresuró a irse de ahí, mas no le resultó, porque su padre alzó la voz para detenerlo.

—¿Acaso no ves la hora o eres estupido?

Donghyuck suspiro tratando de sacar de alguna parte de su ser paciencia, una vez hecho eso, se giró con una sonrisa fingida.

—Si, ya es hora de que me vaya a dormir, ahora si, buenas noches —dijo apresuradamente, dándose de nuevo la vuelta para irse.

—¡Donghyuck! —llamó, este se detuvo en su puesto.

—Podrías solo por un segundo dejar de ser tan estupido —ordenó con cansancio.

Donghyuck solto una risa ladina.

—Lo siento no puedo, ya viene en mi sangre, mejor dicho nuestra sangre —contestó con fingida ignorancia.

—¿Acabas de decirme estupido? —exclamó con la mandíbula apretada y voz amenazante.

—No es mi culpa que te sientas identificado —señaló con una sonrisa.
Dicho eso su padre estampo ambas manos sobre el mármol con tanta fuerza que Donghyuck cerro los ojos ante el fuerte ruido.

—Por faltas de respeto como estas me pregunto porque no te azote con más fuerza —recriminó con la mirada fija en Donghyuck. Eso ocasionó un leve ardor en el pecho de Donghyuck que ignoro de inmediato.