EX #◞CHANSOO

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   Chanyeol se mordió el labio inferior con nerviosismo. Habían pasado tan solo dos semanas y media desde que él y Kyungsoo habían comenzado a salir informalmente, y en ese momento se encontraban ambos en el cine, pues verían una película que se acababa de estrenar. Sin embargo, no pudo evitar sentir cierto miedo cuando se encontraron con Junmyeon y éste se acercó a hablarle al bajito.
   —No creo que haya algo de lo que debamos hablar, Junmyeon. Ya quedó todo claro la última vez —habló el menor con cansancio.
   —No, yo de verdad quiero intentarlo otra vez. Dame una oportunidad más, prometo no defraudarte.
   —No, no quiero —dijo de inmediato—. No sólo no quiero volver a tener que soportar que me trates como una zorra, sino que estoy intentándolo con alguien más y tengo intenciones de que funcione.
   —¿Qué? —preguntó atónito y con cierta molestia— ¿Y con quién?
   Chanyeol desvió la mirada y Kyungsoo frunció el ceño, pero tomó la mano de Chanyeol en respuesta.
   —¿Con este idiota? —preguntó indignado— Ni siquiera puede mirarme a los ojos,  estoy seguro de que no tiene los huevos para estar contigo.
   —Y-yo... —murmuró Chanyeol—, yo amo a Kyungsoo.
   Junmyeon largó una carcajada al escucharlo, lo que hizo Chanyeol se sintiera aún más intimidado.
   —Lo amas, ajá, ¿en un par de meses ya puedes decir eso?
   —No, idiota —respondió Kyungsoo antes de que Chanyeol dijera algo—, literalmente fuimos novios por dos años y después nos separamos por un año, que fue cuando cometí el error de estar contigo, así que ahora estamos intentándolo otra vez.
   —¿Y por qué terminaron? —preguntó con burla— ¿La tiene chiquita? ¿qué te hace pensar que esta vez va ser diferente? seguramente ni te va a poder follar como te gusta, no puede ni hablar sin tartamudear.
   Kyungsoo gruñó furioso, pero apretó el agarre en la mano de Chanyeol para evitar golpearlo. No podía creer que había salido por medio año con un imbécil como él. —Sé que esta vez va a ser diferente porque él no es un hijo de puta como tú, él me respeta, me ama, y no le da vergüenza demostrarlo, así que si me disculpas, voy a seguir teniendo la mejor de las citas con mi novio y dejaré de perder el tiempo contigo —dijo tomando el brazo de Chanyeol para arrastrarlo fuera de ahí, pero volvió a dar media vuelta para mirarlo por última vez—. Ah, y para tu información, Junnie, su polla es mucho más grande que la tuya y, si así lo quiere, puede hacerme venir en cuestión de segundos porque él sí sabe cómo me gusta.
   Chanyeol abrió la boca impactado ante lo que acababa de escuchar, y entonces sí fue arrastrado por el bajito, dejando atrás a un Junmyeon furioso, con el orgullo pisoteado.
   —¿E-estás bien? —se atrevió a preguntar después de un par de minutos en silencio y el bajito detuvo sus pasos para mirarlo— No tenías que humillarlo así, ¿sabes?
   —Lo merecía —bufó—. Además, sólo dije la verdad, que viva con ello.
   —T-tú, uh... dijiste que soy tu n-novio —dijo sonrojado.
   —Sí, eso dije —dijo con seguridad—. A la mierda Junmyeon, lo único que siento por él ahora es molestia, así que ya dejémonos de cuentos y seamos novios, ¿quieres?
    El mayor no pudo evitar reír suavemente al escuchar el tono aún molesto, pero sonrió felizmente y asintió antes de sentir los labios del bajitos en los suyos.
   —Lo siento por haberte hecho esperar y por una razón tan estúpida —dijo apenado.
   —Está bien, ya se sentía como si fuéramos novios, así que no hay problema —lo tranquilizó.
   —No puedo creer que seas tan lindo.
   El alto sonrió apenado y negó, pero lo besó nuevamente, esta vez con algo más de intensidad.
   —¿Sabes? siempre he tenido la fantasía de follar en un lugar público —dijo sobre sus labios y el alto se tensó.
   —No juegues, Kyungsoo.
   —No juego —dijo sonriendo con diversión—. De acuerdo, no lo haremos aquí —dijo rodando los ojos al ver la mirada del alto—. Por hoy. Mejor vamos yendo a buscar nuestra sala, ya casi empieza la función.

   Chanyeol se sintió aliviado ante esto y asintió, así que ambos fueron juntos a buscar la sala que les correspondía después de comprar las botanas. Sin embargo, a mitad de la película, se tensó al sentir una de las manos de Kyungsoo subiendo por su pierna.
   —¿Qué haces? —susurró paniqueado.
   El bajito no respondió y acarició su miembro por encima de los pantalones, robándole un jadeo apenas audible.
   —S-soo, alguien puede ver —susurró alarmado.
   —No hay nadie en nuestra fila y tampoco detrás de nosotros, deja de preocuparte —susurró antes de bajar su cierre y desabotonar sus pantalones para meter la mano en su ropa interior y acariciar su miembro, el cual ya se había endurecido por completo.

   Para el alto fue la más difícil de las tareas el callar sus gemidos mientras la mano de Kyungsoo lo masturbaba rápidamente. Su miembro ya se encontraba fuera de su ropa interior y el aire frío de la sala sólo lograba excitarlo aún más.
   —K-kyungsoo, para, m-me voy a correr —gimió en un susurro, pero tuvo que morder su mano con fuerza para evitar gemir en alto cuando, de un momento a otro, sintió su miembro siendo succionado fuertemente por los labios del bajito, logrando que se corriera en la boca del mismo.

   Le costó un par de minutos recuperarse por completo mientras Kyungsoo terminaba de limpiarse la comisura de los labios y de guardar su miembro en su lugar para acomodar su ropa nuevamente. Lo miró incrédulo, aún tratando de procesar lo que acababa de pasar y de recuperar un poco la cordura que perdía con cada segundo que pasaba. El bajito lo miró con una sonrisa inocente, besó sus labios cortamente y regresó su vista a la pantalla, como si no acabara de tragarse el semen de su novio a mitad de la película.
Chanyeol tuvo que morderse la lengua con fuerza y tomar un par de respiraciones profundas porque realmente sentía una fuerte tentación de doblar al menor sobre los asientos y follarlo a pesar de que hubiese personas presentes, por lo que tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no hacerlo.

   Al finalizar la película, ambos salieron juntos de la sala, tomados de la mano, pero el mayor no pudo evitar reclamarle a su novio por lo que había hecho.
   —¿Acaso estás demente? —preguntó con alteración.
   —Vamos, no puedes negar que te encantó —dijo guiñándole un ojo.
   —No, pero alguien pudo habernos atrapado, y no sabes lo difícil que fue contenerme —se quejó abultando los labios—. La próxima vez no podré controlarme y te arrancaré la ropa ahí mismo.
   —Por mi no hay problema —dijo en un tono juguetón.
   —Eres un idiota pervertido —murmuró sonrojado.
   —Tal vez, pero te mama que lo sea y tú no te quedas atrás.