Terry x Kreese

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Después del trauma que había sido estar en la guerra Terry y Kreese no volvieron a separarse. Era diciembre cuando volvieron del viaje a corea, como el padre de Terry era un hombre ocupado lo dejaría solo en navidad, esto ya no era extraño para Terry, no era nuevo este tipo de abandono, Kreese lo sabía así que le pediría pasar la navidad juntos, esta propuesta alegro muchísimo a Terry.

La navidad de 1980 sería la primera que pasarían juntos, hubo salidas a comer, a la playa, veían películas juntos y después salían al patiecito de la casa de Kreese para admirar la belleza del cielo nocturno.

Para el año de 1981 Kreese se hacía cargo del dojo y Terry era aprendiz de los negocios de su padre, era un hombre de mano dura que tenía dos caras, ante la gente lo presumía como lo mejor del mundo, pero a solas lo trataba como el ser más inútil y estorboso. Muchas fueron las veces en las que Terry llego a casa de Kreese llorando buscando consuelo y Kreese siempre le recibía con los brazos abiertos y buscaba la manera de devolverle la sonrisa. Nuevamente esa navidad la pasarían juntos, volvieron a salir, ver películas, cocinaron juntos, bailaron en la sala y cuando volvían de ver las estrellas Terry noto que Kreese había puesto un muérdago sobre la puerta del patio, esto le hizo reír y Kreese le miraba de esa manera tan bonita y especial. Ambos se acercaron al otro sin miedo con la intención de unir sus labios en un profundo beso el cual le dieron seguimiento en el cuarto de Kreese.

- Creo que tu padre ya debió volver de sus juntas, si ve que no estás te maltratara de nuevo - Dijo en tono calmado acariciando la desnuda espalda del más alto el cual yacía bajo las sábanas junto a él acariciando su pecho.

- No lo creo, después de sus juntas va a casinos o a moteles con compañía, lo hace desde que tengo once pero no dudo que lo haya hecho desde antes -

- Terry -

- ¿Mmm? -

- Quédate aquí - El más alto volteo a verlo. - No te vayas, sé que es tu padre pero no soporto ver que te haga tanto daño - Terry le sonrió enternecido.

- Mi padre ya está viejo y cada vez enferma más, no puedo abandonarlo, le prometí a mi mamá que no lo haría... -

Kreese limpio con delicadeza las lágrimas que recorrían las mejillas de Terry y le abrazo a manera de consuelo, aunque su madre había muerto hace casi 3 décadas para Terry era sumamente doloroso recordarla.

El año de 1982 empezaron una relación en secreto, eran socios y amigos para el mundo pero en privado eran los más románticos amantes. La vida parecía sonreírles pues en julio de ese año el padre de Terry fue hospitalizado y las esperanzas no eran muchas y aunque sonará mal, su muerte significaba una vida junto a su amado, mientras tanto, Kreese estaba preparando al niño que ya llamaba campeón, John Lawrence era un nene de 16 años pero lo conocía de hacía unos cuantos atrás, cariñosamente le llamaba Johnny, claro que Terry sabía de él incluso se daba el lujo de darle regalos como casets de las bandas que le gustaban, un bonito casco para su motocicleta y una chamarra a juego con estas dos últimas.

Terry se llevaba a los alumnos ocasionalmente a restaurantes, parques de diversiones y excursiones, era algo que amaba Kreese, estar rodeado por todos ellos le hacía ver tan feliz, los trataba con tanto cariño y respeto que lograban parecer una gran familia. Familia... que deseo tan grande era ese pero era algo que no podría pasar por ahora y si querían hacerlo tendrían que escapar, cambiar de identidad y empezar una nueva vida en un nuevo lugar donde nadie los conociera, pero no podían, su corazón estaba en el dojo y en cada uno de sus alumnos.

La navidad de ese año la celebraron en el dojo, estaban sumamente contentos por la victoria de Johnny, eso ameritaba un Gi nuevo para las competencias, pero eso lo verían después, ahora lo que les importa era el convivir con sus alumnos, jugar con ellos y guardar la alegría del momento en fotografías.

Naviship Cobra KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora