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Isagi Yoichi despierta en la madrugada, alrededor de las dos. Lo hace ya que tiene mucha sed, por lo que con cierta flojera, un poco somnoliento se levanta para dirigirse hacia la cocina y servirse un vaso de agua tibia, encendiendo la luz del pasillo para no caerse.

Regresa a su habitación sin tener la mente muy clara. Se pregunta la hora y empieza a buscar su celular por la habitación, no lo encuentra incluso luego de haber encendido la luz de está lo que le genera confusión y extrañes, es imposible que lo haya perdido y su celular lo lleva prácticamente a todos lados, solo lo suelta cuando va al baño, a dormir y en entrenamientos.

Es entonces que algo hace click en su cabeza, todas las piezas de su cerebro juntándose, es que por fin recuerda la noche pasada donde se quedó dormido en el sofá a una hora posiblemente temprana, por lo que es muy probable que su celular lo haya dejado en la sala, pero más desconcertante aún, es que se quedó dormido estando a solas con un Alpha, y no cualquiera, sino hablamos del mismo sujeto que más que un amigo, aún existe cierta enemistad entre ellos dos. No está seguro que esté se haya ido a su casa o mejor dicho en el hotel donde se esté quedando, sus sospechas de que esté siga en su departamento son grandes. Pero debe admitir que se siente aliviado de no haberlo encontrado durmiendo con él en la misma cama.

Hubiese sido una escena muy comprometedora.

Apresurado decide dirigirse a la sala ya no solo en busca de su celular.  Piensa que aún tiene la misma pijama de ayer intacta, quiere creer que el Alpha no se aprovechó de él, también recuerda haberse quedado dormido en el sofá, ¿Acaso Kaiser lo trajo desde el sofá de la sala hasta su cuarto? Suena bastante difícil de pensar siquiera. No queda con la personalidad del rubio que bien cree conocer.

—Casi me asuste...— jadea sorprendido al ver qué en el sofá de tres compartimos descansa alguien, no enciende la luz pero la del pasillo llega hasta ahí un poco.

Lo mira por unos segundos con una expresión entre calmada, pensativa y curiosa. Lo ve tan relajado y con una expresión natural que no parece un mal sujeto. A final Kaiser se quedó a dormir en el sofá, aunque piensa que debe ser muy incómodo para el más alto, aparte que ese cambio de ropa que le prestó tampoco le abriga lo suficiente.

Suspira y decide ir rápidamente por alguna sábana para cubrirlo al menos del frío. Se siente como el amigo protector que cuida de sus demás amigos cuando estos se quedan a dormir a su casa. Pero también no se siente tan cómodo pensando en Kaiser cómo en algún amigo, todavía no.

Regresa a su dormitorio apenas encuentra su celular reposando en una mesita y vuelve a dormir, no tarda tanto en caer dormido aunque no dejaba de pensar en las acciones de Kaiser, en que esté si debió cargarlo como costal de papa—ya que duda que esté haya tenido delicadeza con él al cargarlo—, hasta llevarlo a su cama, pensar en ello lo avergüenza un poco.

Entre sus sueños; hay uno que recuerda casi con detalle, es él escapando de varias enredaderas con espinas que lo están envolviendo y desnudando. Lo más extraño de su sueño es que comienza a vomitar flores azules.

Al despertar de su sueño agitado, ve la hora en su celular. Son las siete de la mañana.

🌺🌺🌺

Isagi se dirigió hacia la cocina, comedor, entrada y el cuarto de lavado, no encontró a Kaiser lo cuál le extraño un poco. ¿Acaso se habrá ido apenas amaneció sin siquiera avisarle?

Sin embargo, la ropa con la que vino el rubio ayer seguía en el cuarto de lavado por lo que duda que esté se haya ido sin más. Aún le queda una habitación por revisar.

El baño.

En dirección a esté, la puerta está cerrada. Suspira, al menos sabe dónde está. Apenas se da media vuelta para ir a la cocina a preparar el desayuno, escucha la puerta abrirse detrás suyo, por lo que por reflejo se voltea con calma hasta observar la manera en como sale vestido el rubio.

"♚DEVORAR" »KaiSagi« [EDITADA2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora