Maratón 2/2

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Les mentiría si les dijera que el ambiente no era algo temeroso, sentía mucho dolor en mi abdomen, solo lloraba de la Angustia y dolor que sentía en estar en esa posición.

Le chico que vi hace unos momentos había técnicamente matado a todos los que estaban aquí , no les mentiría que no tenía miedo, tenía mucho miedo, tanto que sentía que si no moría de esa cortadura que portaba en el abdomen moriría del miedo mismo.

El chico se empezó a acercar lentamente como si quisiera torturarme más de lo que ya estaba.

- por favor no me mate.- imploraba por mi vida a aquél chico desconocido, que se acercaba cada milisegundos a mí.
El chico empezó a quitarme las cadenas de las piernas y brazos, yo por el mismo miedo no emitía ningún tipo de argumento, solo callaba y observaba como el chico me miraba, a decir verdad el chico se notaba más pálido de lo normal, pero no llegaba ver su rostro por su cabello negro largo.
El chico miro mi herida y me temo que dijo algo para luego sentir como me tomaba entré sus fuertes brazos.

- perdón por llegar tarde, hice que ellos te hagan dañó.- dijo el chico pálido a mi persona con algo de culpabilidad en ello.

- no te preocupes, estoy bien.- mi mirará viajo a su cuello, como si tuviera ganas de hacerle daño a el.

- sé que tu lado vampírico ha despertado con ese estúpido ritual, con el tiempo querrás más que sangre, por esa causa tendrías que estar alejada de la humanidad.- el chico hablaba de algo que yo creía que era solo algo fantasioso, que no eran reales.

- como que que soy un vmaporo?, De que estás hablando?, Ellos no existen.- dije segura de mi misma, estábamos en el bosque, quien sabe dónde me estaba llevando el chico.

- no lo eres aún, pero ese lado oscuro que tiene querrá salir en cualquier momento y no sería bueno que despertara en un lugar lleno de humano.- por primera vez el chico decidió mirarme y ahí caí en cuenta que el tenía el rostro muy perfecto, era tan hermoso, sus ojos tenían un color rojo su piel blanca de porcelana, era perfecto a mi vista.

- quien eres.?- dije con una pizca de miedo en ello.

- es chistoso que me estés preguntando ahora eso, deberías hacerlo cuando notaste que venía por ti.- su sonrisa es hermosa, pensé, pero era muy intrigoso no saber quién era, aunque tenga razón en sus palabras.

- sentí que no me harías nada malo.- dije tranquila observándolo detallando le cada facción.

- Me llamo Nikki y soy un vampiro, Oli tu sangre y vine a ver quién era, ya que tú sangre es muy hinbragante, es como oler chocolate.- dijo riéndose de su propio chiste sin sentido para mi.

- y porque me salvaste, si eres un vampiro como lo dices tú, entonces tendrías que haberme matado.- dije a la defensiva.

- No soy ese tipo de vampiro, que ve a su presa y se lanza a ello.- quería saber lo que quería decir exactamente pero era imposible.

- a donde me llevas Nikki.?.- dije cambiando de tema rápidamente.

- a mi casa, creo que estarías bien ahi, así esos satánicos no te estarán persiguiendo para querer matarte.- me miró y luego volvió a mirar su camino.

Dejamos de hablar en ese momento, hasta que observo que había un jardín, supuse que después del jardín de rosas rojas estaría su casa, y no falle ya que luego de eso entramos a una casa no tan grande como para decir que es una mansión, pero si portaba un jardín es porque es una mansión ¿No?.

Me llevo hasta una habitación en la planta alta, donde entremos en ella.
La habitación es de un color turquesa claro, había una cama con sabanas de color Negro y almohadas blancas.

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