Confrontación

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Un auto negro iba a toda velocidad ni tan siquiera respetaba las señales de tránsito, el hombre que lo conducía gritaba eufórico, mientras el pequeño perro se tapaba la carita con sus patas delanteras.

— ¡Tranquilo pakkun todo estará bien! —Exclamó el castaño pasando un semáforo.

Sukea presionó más el acelerador, frente a él aparecieron un par de luces que resultaron ser un auto, tuvo que maniobrar para esquivarlo, al terminar atravesado enmedio de la calle no pudo evitar soltar una carcajada.

— ¡Vamos por una cerveza! —Exclamó mientras que el perro solo ladró.

El castaño volvió a encender el auto, esta vez condujo más despacio prácticamente de regreso, ya que a unas cuantas calles del apartamento había un bar, que por cierto pertenecía a Itachi Uchiha, el lugar perfecto para emborracharse, porque seguramente Itachi llamaría a Obito, lo volvería a ver y eso era lo único que quería, verlo, abrazarlo y no soltarlo, solo en los brazos de Obito encontraría consuelo, al llegar al lugar estacionó el auto y luego se bajó, pakkun lo vio desde la ventana, al entrar al bar se dirigió a la barra.

— Quiero una cerveza. —Dijo el castaño.

— Aquí tiene. —Respondió aquél hombre de semblante serio y le dio la cerveza.

Pasó casi una hora, Sukea ya se había bebido cinco cervezas, Itachi solo lo observó, Kisame también estaba en el lugar al otro lado de la barra, Itachi agarró su celular y marcó un número.

— Yahiko... —Mencionó el pelinegro en el momento que contestaron la llamada.— Está aquí.

— No lo dejen salir. —Contestó Yahiko al otro lado de la línea.

— No creo que se vaya ir, está tomando cervezas una tras otra.

— ¿Enserio? Obito dijo que no bebía alcohol... —Murmuró el pelinaranja.

— Bueno lo mantendré vigi... —Itachi se quedó callado en el momento que el castaño cayó al suelo y empezó a convulsionar.— ¡Mierda!

— ¿Qué pasa? —Preguntó el pelinaranja.

— Al parecer, ya había consumido algo antes de venir.

— Itachi no lo dejes morir, necesitamos que hable, así que ya saben dónde llevarlo.

Yahiko cortó la llamada y salió rumbo a aquel lugar, Kisame e Itachi empezaron a auxiliar al menor, Itachi dejó a cargo a Kisame para después llevar a Sukea a la clínica de Orochimaru donde llegó Yahiko, pasaron varias horas hasta que el cuerpo del castaño estuvo un poco desintoxicado aunque aún no había reaccionado.

— ¿Enserio te lo llevarás? —Preguntó Orochimaru.

— Por supuesto, no voy a cometer el mismo error que Obito y dejarlo escapar.

— Y hablando de él, ¿ya le avisaste? —Preguntó Orochimaru.

— No es necesario, ya quedamos en que yo interrogaría a Sukea.

— Esta bien, pero yo te recomendaría que no lo muevas, alguien que ha tenido una sobredosis debe permanecer en un ambiente relaja...

— ¿Es enserio? —Interrumpió el pelinaranja.— Este tipo es un asesino que nos ha estado jodiendo y burlándose de nosotros, voy a sacarle respuestas sí o sí.

— Pain. —Itachi se acercó al pelinaranja y le entregó un papel doblado que resultó ser una foto.— Traía esto en su bolsillo.

— Es Kurenai Yūhi... —Dijo el pelinaranja al ver aquella foto.— Seguramente es su nuevo objetivo... Kurenai era amiga de Kakashi... —Apretó aquella foto molesto, así que ese asesino iba a hacerle daño a la esposa de Asuma Sarutobi y a su hija.— Itachi, ayúdame a llevarlo a la cueva y hay que llevarnos a pakkun para alimentarlo.

Amo a mi enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora