Desperté tan cansada, hoy era Martes,y ya en la heladera no quedaban cosas, me preparé y salí del departamento. A la salida me encontré con Amanda, estaba cargando unas cajas, en un auto. Se dió vuelta y me miró mal, y seguí caminando hasta el supermercado. Cuando llegué ahí cargué todo lo que necesitaba, pagué todo y volví como mula caminado a casa.
Cuando subí por el ascensor y me encontré a Emiliano justo cerrando la puerta, de escuchaba en el aire los pasos de una persona en tacos. El se dió cuenta de mi presencia y me sonrió, yo me di vuelta y caminé hasta la puerta de mi departamento. No quería meterme en nada por ahora. Abrí,como pude,la puerta y entre las cosas, las acomodé y preparé el almuerzo.
Rato después escuché ruidos en el pasillo, miré por el agujero de la puerta, una vecina nueva. Abrí la puerta, y me presenté.
—Hola—dije tímidamente, ella se dió vuelta—soy ____ _____ y vivo en el "C"—sonreí.
—Hola—sonrió y me dió dos besos en los cachetes—me llamo María, soy de España, supongo que tú eres de Argentina ¿no es cierto?—dijo con su notable acento español.
—Sisi, así es, soy de Argentina—reí tímidamente.
—Será un placer tenerte vecina—dijo sonriente
—Te puedo ayudar?—dije mientras miraba el montón de cajas que había en el pasillo.—Si porfa, podrías tomar esas cajas y entrarlas?—dijo acomodando el sillon.
Estuvimos toda la tarde con María acomodando su casa. Habíamos quedado con ella en salir en la noche a comer.
—Nos vemos a la noche—la saludé.
—Adiós linda—me correspondió el saludo.
Entré a mi casa y me bañé,todavía tenía tiempo. Me puse un vestido negro, con medias negras y un tapado del mismo color y borcegos, si bien ya estaba terminando el verano, el otoño se venía con todo el frío. Me maquillé y terminé de arreglarme rápido, pensando que estaba apurada vi que todavía faltaba para poder salir, así que decidí sentarme en el sillón a ver tiktoks para pasar el rato, al instante el timbre sonó y yo me arreglé rápido ya que pensaba que era María.
Pues no mi ciela.
Abrí la puerta y apareció en la puerta Emiliano con rosas, mis flores favoritas.
Yo miré atónita a Emiliano
—Qué es esto?—dije impactada
—Para vos—me las entregó y me dió un cálido beso en la mejilla.
—Gracias—sonreí—pasá.
El pasó y se sentó en el sillón.
—Salís a algún lado? —Si—dije mientras acomodaba las flores en un frasco de vidrio—Salgo con la vecina del B, se llama María, es muy copada y vamos a ir a pasear.
Dejé las flores a un lado y me senté al frente de él.
—Tengo que hablar con vos—dijo tenso—Decime—dije tranquila, o al menos lo más que podía, su presencia cerca de mi me hacía mal.
—Firmé el divorcio con Amanda—miró hacia abajo
—¡¿Qué?!—El Kun tenía razón—Sí, ya está todo arreglado y firmado, la relación no daba más ____, ni la terapia nos ayudó.
Yo me quedé en silencio y tomé valor para hablar —Todavía sentís algo por mi?—lo miré a los ojos
—Siempre lo hice, siempre pensaba en vos. Me equivoqué cuando me besé con Lucia, y me equivoqué cuando me casé con Amanda, salvo Santi que es la persona que más amo en esta vida. Pero fuí un tremendo pelotudo. Me perdonas?—se paró y se arrodilló ante mi.
Creo que todos merecemos una segunda oportunidad. —Te perdono—dije mirándolo fijamente
—Enserio?—se paró rápidamente—gracias,gracias,gracias—dijo mientras me abrazaba-quiero que empezar de cero. —Me parece bien, pero vayamos despacio—sugerí
Más a la noche ya nos encontrábamos con María en las calles de Londres, no parábamos de divertirnos y reír. La verdad nunca la pase tan bien con una amiga como ella, y eso que solamente nos conocimos el mismo día.
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