One-Shots ~SeroMina~

Cacería

—Época Medieval—
—Mina Princesa y Hanta Bestia—
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El día de la cacería al fin había llegado, todos los habitantes del Gran imperio Masutafu estaban presentes.

Inclusive los gobernantes de los pueblos pertenecientes a este imperio se encontraban ahí.

—¿No le emociona este día princesa?—preguntaba la dama de compañía.

—En efecto, Kinoko, este día es aburrido para mi—dijo con un suspiro cansado la estrella del imperio.

—Pero princesa Mina, todos quieren que usted sea a quien le otorguen sus presas—una mueca triste se formó en los labios de la pequeña castaña.

—Sabes que en todos estos años, nadie, nunca me ha otorgado su presa,–la princesa tenía una mueca de enfado en su moreno rostro—Siempre le han otorgado las presas a mi prima Setsuna, por ser más bella—rodó los ojos.

–Si tan solo supiera lo que Sero planea para usted, pero es una sorpresa–pensaba Kinoko con una pequeña sonrisa traviesa en sus rosados labios.

Llegó el carruaje a recoger a la princesa y a su dama. El camino fue muy rápido para la princesa y muy largo para la de sangre noble.

Tan solo con asomar sus alborotados cabellos, exóticamente rosados, todos los presentes hicieron una reverencia ante la de sangre real.

—¡Bienvenida sea la pequeña estrella del imperio!—gritaron todos los invitados al mismo tiempo.

Ashido sólo atinó a taparse sus oídos, era tedioso tener que escuchar siempre el "Pequeña Estrella de nuestro Imperio" simplemente odiaba eso. En cualquier lugar, a cualquier hora, minuto, segundo o microsegundo, tenía que escuchar eso.

Hizo una reverencia ante su pueblo. Fue a sentarse junto a todos los hijos de gobernantes nobles. Agradecía que almenos ellos la llamaran por su apellido y no por su apelativo.

—Muy buenas tardes y bienvenida seas Ashido—saludo la heredera de los Jirou.

—Gracias e igualmente Jirou—le saludo con una reverencia al igual que la peli-morada.

Charlando un poco con aquella chica, los príncipes, princesas, Cazadores y cazadoras llegaron.

—Mira Midoriya, es el príncipe Todoroki—decía la heredera al trono de todo el imperio a su amigo.

El de cabellos verdes observó bien al chico mencionado y un tenue color carmín coloreo sus pecosas mejillas.

El bicolor vestía su clásico traje de príncipe y llevaba consigo su espada, arco y flechas. Junto a su fiel corsel Inasa.

La Emperatriz Rumi Usagiyama tomó la palabra entre todos esos gritos de apoyo hacia los participantes. Ella montaba a su amigo, Torino, puede que esté en las últimas carreras pero aún le queda mucho que dar a ese corsel.

—¡Bienvenidos sean todos a este gran evento, que se llevará acabo en el bosque de nuestras protectoras las Bestias Legendarias!—dijo con gran entusiasmo y devoción la morena.