Pequeña Sorpresa

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Au sin quirks
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Mina desde ya hace algunos días se ha estado sintiendo mal.

Hanta y Mina estaban dormidos, hasta que a la peli-rosa tuvo náuseas y se levantó corriendo hacia el baño. Sero despertó de golpe al sentir como su pareja se levantó abruptamente de su lado.

Ashido solo tomó los costados del inodoro y su cena, comida y almuerzo del día anterior salieron disparados de su estómago por su garganta. Sero entró al baño y acariciaba la espalda de su mujer, una vez Mina terminó de arrojar todo jalo de la palanca. Hanta le tomó el brazo con delicadeza y con su mano libre la tomó de la cintura. Ayudándola a pararse del suelo, ella le dio una débil sonrisa, se dirigió al lavamanos y abrió la llave.

Tomó agua con sus dos manos y la bebió, hizo unas gárgaras y la escupió, tomó su cepillo de dientes y su pasta dental. Después de asearce la boca salió del baño y observó que Sero estaba cambiado y con los brazos cruzados en su cama.

—¿Qué?—le dijo a su marido.

Hanta frunció el ceño.

—¿Me harás caso ahora?—se levantó de su cama y se dirigió a su esposa, aún con los brazos cruzados.

Ashido lo miró a los ojos, aunque su pareja mostrará enojo sus ojos reflejaban preocupación.

Bajo la cabeza.

—Iré—camino a su closet y sacó un pantalón negro y una blusa blanca con un estampado de mariposa color morado.

Hanta tenía que ir a trabajar así que Mina llamó a su mejor amigo Eijiro para que la acompañará al médico.

—Gracias por venir Kirishima—le dijo mientras el otro iba conduciendo.

—No es nada, con tal de ver que no tienes nada malo, soy capaz de ir al fin del mundo por ti—le sonrió con ternura.

Los dos se trataban desde niños, siempre fueron como hermanos y jamás hacían algo sin él otro.

Llegaron a un hospital, para ser más precisos era donde trabajaba el hermano de Shoto. Natsuo había recibido una llamada ese mismo día, Mina Ashido iba a ir a una consulta con el.

—Buen día Mina y Eijiro—les saludo y los invito a pasar.

—Por favor sientense—los tres se sentaron.

—¿Y bien, que los trae por aquí chicos?—pregunto el peli-blanco.

—Mira, yo me eh sentido mal desde hace ya dos semanas—explicó la morena.

Natsuo tenía un presentimiento, pero un presentimiento bueno. Esto era para bien.

—Bien, entonces veamos tus síntomas, recuestate aquí—le palmeo la camilla.

Mina obedeció y se sentó en la delgada y resistente cama.

—Levanta un poco tu blusa, necesito hacer un chequeo en tu abdomen—le dijo palmeando el muslo de la menor.

Ella levantó un poco su blusa, confiaba plenamente en el Todoroki, después de todo es el hermano de uno de sus amigos y el siempre había sido su doctor.

Natsuo puso la palma de su mano en el abdomen de la chica y con su dedo medio de la otra le dio un golpe esperando una reacción. Dio otros tres golpecitos en el mismo lugar. Y nada.

—Por lo visto no tienes irritación o alguna infección, pero tengo un presentimiento, ¿Me dejarías intentar el ultrasonido?—le dijo con una sonrisa.

One-Shots ~SeroMina~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora