02 - Nocturne

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Al terminar las clases, Stella se dirigió a la escuela de música. Al llegar a la academia, todo estaba muy silencioso, excepto por el sonido de una guitarra. Stella se dirigió por el sonido hasta una gran sala donde una chica se encontraba sentada tocando la guitarra. Ella observó a Stella y se acercó para presentarse.

— Hola, soy nueva aquí.— Extendió su mano hasta Stella y ambas la estrecharon.

— Bienvenida. — Dijo Stella mientras pensaba que era bastante mona la chica.

Stella fue hacia el piano y empezó a colocar una de sus partituras. A Stella no le gustaba aprender a leer las partituras, la idea le parecía un poco insípida.

La chica se sentó a su lado y le preguntó:

— ¿Te sabes alguna canción?

— Sí, atenta.— Empezó a tocar una canción de Chopin la cual reconoció al instante.

— Me encanta Chopin. — Sonrió ella.

— A mí también. — Mientras seguía tocando el piano preguntó curiosa — ¿Cómo te llamas?

— Me llamo Lyra, ¿y tú?

— Yo Stella.

Estuvieron hablando un buen rato, hasta que llegaron sus maestros de música. Al terminar la clase, Lyra le dió un papelito con su número.

— Escríbeme, si quieres.

Caminando por la calle, Stella volvía a su casa. Esa chica llamada Lyra le había caído muy bien. Al llegar a su casa se cambió de ropa y se tumbó en la cama.

— Bueno, ya es hora de irse a dormir. Pero antes me pondré Hamilton. ¡Ay! Se me olvidó que Lyra me dió su número, será mejor que la escriba.

Stella le mandó el mensaje: "Hola, soy Stella" y se quedó dormida

Mientras tanto, Kate se encontraba en su casa.

— Esas preguntas que me hace Brooke... Me dejan pensando.

Acariciando a su gato coge su teléfono.

— Estoy tan confundida…

Se percató de que había recibió un mensaje de Rusia diciendo: "Hola puede que no me conecte durante un tiempo porque me acabo de mudar y tengo que hacer muchas cosas."

A lo que ella respondió: "Está bien mi querido Rusia".

Se asomó por la ventana y suspiró, vió cómo las gotas chocaban contra el cristal. Pudo observar cómo un chico se bajaba de un autobús. Su gato se acercó de nuevo, ella lo agarró y se quedó dormida abrazándolo.

Un chico acababa de llegar al pueblo.

— Vaya, es mi primer día en este pueblo y está lloviendo de una buena manera. Menos mal que me encanta la lluvia.— Mirando el cielo — Mañana iré al instituto de aquí, creo que se llama, ¿San Gabriel?

El chico bajó del autobús y se dirigió a su nueva casa, que no estaba lejos. Después de instalarse, acabó rendido sobre la cama quedándose dormido después de mandar unos cuantos mensajes.

A la mañana siguiente se levantó, desayunó y se vistió. Y caminó algo perdido al instituto.

Kate iba caminando por la calle escuchando música algo despistada y se chocó contra el chico, él era rubio, alto y con los ojos de un tono azul celeste.

— ¡Carajo! ¡Mira por dónde andas!— Se levantó del suelo y él se ofreció a ayudar a Kate — Gracias.

— Lo siento, soy nuevo. Me acabo de mudar, vivo en la casa de al lado.

— Bienvenido.— Sonriendo un poco amargamente, le respondió Kate — ¿Y vas a la escuela de aquí?

— Sí, hoy es mi primer día pero no me acuerdo de cuál es el camino.

— Pues si quieres vente conmigo. — Kate comenzó a ir hacia la escuela, llegaron en unos minutos y él le agradeció. Al entrar Kate, Stella y Brooke se reunieron.

— ¡Uy! Kate, quien era ese chico. — Le dijo Brooke a Kate para molestar un poco.

— Mi nuevo vecino.— Dijo mientras veía a Stella hablar sobre videojuegos.

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