DESTINO (UN AMOR EN EL TIEMPO EQUIVOCADO)

C U A T R O

Aproximadamente fueron más de 20 minutos de camino, realmente me perdí entre mis pensamientos; moría de ganas por verlo, saber porque hace todo esto, es decir solo tuvimos sexo una noche.

-Llegamos señorita. - Se detuvo el auto. Y cuando se abrió mi puerta estaba él, con una sonrisa.
-Bienvenida Mina - Extendió su mano para bajarme del carro, y llevarme hasta una mesa con rosas Rojas.
-¿A que se debe esto? - Pregunté incrédula.
-Una primera cita, para conocernos bien, hacer las cosas bien. - Arrastró la silla para poder sentarme, beso mi mejilla tiernamente y se sentó frente a mi.- Lo que sucedió anoche realmente fue muy bonito, y lleno de deseo. Pero, también soy consciente que el Lunes comenzamos a trabajar, pero no se que me hiciste no dejó de pensar en ti. Y desde que te vi en el concurso de Eslogan te me clavaste en la cabeza.

Yo no podía creer lo que él está a diciendo de mi, yo también estaba sintiendo cosas por él, sé que llevamos más de 24 horas de conocernos pero es que, después de tanto tiempo volví a tener una conexión con alguien pero no imaginé que sería mi jefe.

-¿Porque no dices algo?
-Porque - Lo mire a los ojos. - Pase por un ruptura un poco complicada, y dolorosa. Me aterra pasar por lo mismo; sentir que no soy lo suficiente para ti, ahora si lo soy pero dentro de unos meses o años no sabemos.
-Deja de preocuparte por el futuro, enfocarte en el presente y en lo que tenemos ambos. - Lo miré, y él me tomó de la mano, acariciandola.-Por los momentos esto quedará entre mi chófer, mi secretaria tus amigos y nosotros. Hasta que tú, comiences a socializar en la empresa. Pasado el tiempo, ya lo anunciamos formalmente.
-¿en serio?
-Yo contigo no quiero jugar, eres una mujer maravillosa. Entreviste a tu amiga y con todo lo que me ha dicho de ti, me di cuenta que eres lo que por mucho tiempo busque.
-No me conoces - Dije interrumpiemdolo. - No sabes como soy, no sabes nada de mi.
-Para eso tendremos 3 citas con esta. - Sacó un triptico, explicando a detalle de lo que hablaba. -Regla número uno, no habrá contacto físico eso incluye el buen sexo. Regla número dos, todos los días te daré un obsequio o una carta y regla número 3 yo seré quien te recoja, hoy fue la excepción.

No evite reírme con todo lo que decía, en serio este hombre me encantaba.

-¿Si fallo en la regla número 1? - Lo mire picaramente
-No pasa nada, solo que nuestro objetivo se verá en juego
-¿Y cual es nuestro objetivo? - Me levanté y lentamente pase mis brazos por su cuello rodeándolo y besando su oreja.
-Se río y me agarro de los brazos haciéndome sentar sobre él. - Conocernos a profundidad, me interesa conocer todo de ti, desde lo más básico hasta lo más íntimo de ti. - Comenzó a besarme olvidando todo lo que dijo hace un momento.

No podía detenerme por más que quisiera, quería alejarlo de mi pero no, había algo en él que me decía que debía seguir, que él era el indicado. Nos detuvimos, siendo interrumpidos por el mesero que traía la comida.

-Señor, para usted langosta bañada con salsa napolitana, y para la señorita ceviche de pota. - Dejando los platos en su lugar, volvió con una botella de champaña y dos copas.

Él sólo me miraba y me guiñaba el ojo, ¡Dios míos! Ese hombre va a terminar conmigo antes de que todo comience. Tenía una mirada tan hermosa que la luz de los faroz los resaltaba mucho más.

-El ceviche es uno de mis platillos favoritos.
-Ya lo sabía. Y que también te gusta la champaña espumosa pero bien fría.
-Espera, ¿Como sabes eso de mi? - Le mire mientras me limpiaba con una servilleta.
-Investigué un poco, ah y tampoco te gusta el picante. No tomas gaseosa y sales a correr a las 4 de la mañana - Sonrió malvadamente.
-Interesante, no eres el único que sabe cosas
-¿Ah si?
-Yo sé lo que todo mundo, soltero, guapo, inteligente, empresario - Reí al ver su expresión. - Te gusta el color verde, no te gustan las cámaras, amas a los perros, y comes mucho mariscos. - Hice una pausa. - ¿Sabías que, los mariscos potencian mucho a la hora del sexo? - Pasé mi pierna por la de él, haciendo que su mirada de fijará en mi, y paso su mano por encima de la mía.- Las reglas las podemos empezar mañana. - Propuse sin más

Su cara se sonrojo, me tomo de la mano y salimos corriendo de allí. Fuimos hasta su apartamento, el mismo donde estuvimos anoche. Subimos al elevador y me llevó contra la pared me cargo entre su cintura y entramos hasta el penthause; me llevó hasta su cama, arrancandome el pantalón de un tirón, rodee su cuerpo con mis piernas atrayendolo hacia a mi.

-No sabes lo hermosa que eres - Paso sus dedos por mi frente yendo a mis labios. - Tu cuerpo desnudo con el mío, me vuelve loco.

Volvió a besarme, quito mi sudadera mientras yo quitaba su camiseta, dejándolo al descubierto ese maravilloso cuerpo. Saqué su pantalón mientras me besaba, volvió a mi, volvió a chocar su cuerpo con el mío; su bóxer resaltaba su miembro erecto chocando sobre mi haciéndome gemir de solo sentirlo.

-Me mata sentirte, me enloquece tenerte junto a mi. - Tome posesión y me subí arriba de él, bajé hasta su sexo, y me lo devoré completamente, me encantaba. Olía a jabón, su sabor del lubricante era distinto. Me encantaba. Sin pensarlo dos veces me subí sobre él, y comencé a moverme lentamente.

Dio una voltereta, sacándolo para así poner el condon. Sentía tanto extasis que por un momento se me olvidó esa parte. Comenzó él a moverse viéndome a los ojos, besando mis pechos, tocando cada parte de mi cuerpo. Volvimos a girarnos quedando arriba de él.
Me recogí el cabello con una liga, y comencé a moverme despacio, mientras el acariciaba mis pesones con la yema de los dedos. Nuestros gemidos parecían canciones, estábamos a la par.

-Me encantas Mina - Dijo a penas y podía respirar. - Sigue, así. No dejes de moverte.
-¡Si! - Me vine en mi primer orgasmo, no quería dejar de moverme.

Me tomó de la cintura y me puso en cuatro, mi posición favorita. Me jalo del cabello y me susurro al oído "Eres mía" con solo decir eso, me estaba dando placer. La habitación se inundaba de placer por doquier.

-¡Si! - Gritamos al mismo tiempo.

Me moví a un lado y él se acostó al otro. Me levante para ir al baño a lavarme, cuando sentí su mano sobre mi trasero; "me encantas". Su sonrisa me encantaba.
Cuando volví del baño lo vi completamente rendido, se ve tan tranquilo. El sueño se me había ido, así que salí despacio de la habitación para ir hacia la cocina moría de sed. Me topé con una mesita donde habían solo fotos.
Parecía feliz, fotos de su mamá de su papá y de un perrito, fotos de todos juntos en navidad.

-¿No puedes dormir? - Se me acercó por detrás pegándome un susto, me rodeo por la cintura con sus fuertes brazos besando mi cuello.
-No, solo venía por un vaso de agua. Y me encontré con todas esas fotos.; espero no te moleste que haya husmeado. - Le di un beso cálido y tierno.
-No, todo lo que hay acá. Es tuyo. Además ya recargue energía. - me elevó y rodee mis piernas por su cintura. Cayendo en un sofá lo suficientemente grande, y sin más lo metió. Parece que es un hombre precavido porque tenía un condon puesto, ¿será que no quiere tener hijos? Que es Mina, deja de pensar en eso ahora. Teniendo semejante hombre frente a ti.

Cada vez que lo hacemos me hace sentir de lo más que bien, nuestro gritos eran únicos; menos mal y estábamos solos. Me llevó hasta el ventanal que daba hacia la calle y comenzó a moverse hacia abajo, ¡POR DIOS! fue lo único que pensé.
Se levantó y me volteo, besando el cuerpo y toda la espalda. Volvió a introducirse sobre mi, llevándome a la gloria. Y ¡Si! Llegamos a nuestro clímax. 
Al terminar, desechó el condon y entre sus brazos me llevó a la habitación.