ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 4

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" La vida brillando a través de los años "
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—¡SUMIRE! ¡Tanjiro no se mueve! — Tomioka gritó en el medio de la batalla. 

—Murata, busca a Yushiro. — corrió para agarrar el cuerpo inconsciente del chico y llevarlo lejos del combate.

—Su pulso es cada vez más débil. — buscaba aquella medicina que le quedaba en su bolso. Pinchó el brazo del chico esperando una buena reacción. 

—Sumire, ¿Qué pasó? — el demonio llegó con los demás.

—Su estado es muy grave, ya le aplique la inyección de Tamayo pero no tengo más.

—¿Cuantas veces más lo van a pinchar?

—Las necesarias, Murata, ¿Tu éstas bien?

—Si, nada grave.

La chica puso sus dedos sobre el cuello de Tanjiro.

—Su pulso sigue débil pero mejora de a poco.

—¡Vamos Tanjiro! ¡Vos podes! ¡Volve con nosotros! ¡Muzan se va a escapar, hay que ir cuanto antes! — gritaba su compañero.

—¿Y ese ruido?

—Fue su katana. — observó la médica.

Los ojos del pelirrojo se abrieron de golpe y sin decir una palabra se levantó dirigiéndose al campo de batalla.

—Él sabe lo que tiene que hacer, nosotros continuemos ayudando a los que siguen con vida. — ordenó —Avísenle al equipo médico que volví y que sigan haciendolo bien- un gran golpe alejo a todos del lugar, incluyendo pilares.

Su cabeza sangraba, se levantó mareada. Camino lo más rápido que su cuerpo le permitía al centro de la batalla.

—¡Kaze-san! ¡Están muriendo!

—Llévenme.

—Shinazugawa es él más cercano.

—Aguja y vendas. — su cuerpo estaba hecho pedazos.

—No reacciona, Kaze-san.

—Todavía tiene pulso, pásame el suero.

—Aquí tienes.

Una gran tensión recaía sobre la chica, su cabeza le pesaba.

—¡Recuperó el conocimiento! — los kukashi se abrazaron.

—¿Sanemi? — suspiro al verlo mover los párpados.

—Mierda. — abrió los ojos con lentitud pero al ver a la chica con sangre estos se agradaron —Sumire, tu cabeza.

—No te preocupes, no es nada.

—Hm.

—Tengo que ir a ver cómo están los otros, no te muevas.

LO QUE PERDIMOS   |   Sanemi ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora