Traición condicionado

Cena sorpresiva

Messi había llevado al mexicano a una pequeña cafetería que estaba dentro del hotel donde ambos estaban hospedados, tenía que admitir que el aroma que cargaba Ochoa le fascinaba fresco y dulce. Por otro lado, Guillermo estaba solo siguiéndolo en silencio, con los nervios a flor de piel. Jamás imagino tener una especie de cita con el mejor jugador del mundo, el alfa por el que los omegas deseaban tener a su lado; tomaron asiento en una pequeña mesa apartados de las miradas chismosas y Messi solo sonreía al tenerlo frente a él, observado como el omega pasaba una de sus manos en sus cabellos rizados ¡Él también quería hacerlo! Pero tenía que controlarse para no espantarlo.

- Gracias por aceptar, así que puedes ordenar lo que desees... - Se limitó a comentarle al menor. "Mierda" "¿Enserio eso tuve que decirle?" pensó decepcionado de sí mismo, no es que fuera un alfa muy coqueto o experimentado, solo que después de tantos años imaginando este momento, los nervios lo estaban comiendo vivo. Ochoa solo lo miraba algo divertido, ver a uno de los mejores jugadores del mundo en ese estado le levantaba el ánimo, aunque no por burlarse solo le era tierno esa escena. El omega solo ordenó una ensalada junto con una copa de vino para acompañar, si fuera por él pediría una cerveza.

"Pero si Tata se entera, estoy muerto" se limitó a pensar al recordar a ese beta al que todo el equipo claramente desconfiaba, no es por que sea Argentino, ni mucho menos pero su lógica le decía que para la selección mexicana requerían a un DT local y no uno extranjero, pero prefirió solamente alejar ese pensamiento molesto. - ¿Todo bien? – Preguntó Messi un poco serio y preocupado de que Guille este aburrido.

El más alto solo negó con una sonrisa – Nada malo hombre, solo llegó a mi un pensamiento molesto, pero nada de que preocuparse, cosas del partido y ya pero bien ¿Qué tal si no hablamos nada de futbol? – Y eso fue lo que motivo al alfa mucho más, pasaron la noche hablando de varios temas desde algunos temas personales hasta sus pequeñas historias chuscas que pasaron cuando fueron reclutados por primera vez para el primer equipo de futbol. – La verdad Guille, es sorprendente tu trayectoria en este deporte – confesó con una gran sonrisa que hacía sonrojar a Guillermo y bajo un poco el rostro para evitar que el alfa lo viera. Pero fue inevitable que Lionel no solo se diera cuenta, sino que su corazón fue latiendo más y más rápido ¿Cómo es que, con esas simples acciones, podía mover todo su mundo? Sin siquiera meditarlo llevó una de sus manos hasta el rostro del castaño para alzar nuevamente su rostro provocando más nerviosismo en Ochoa y se iba acercando a él de forma lenta hasta que una voz lo detuvo. "Joder, ese tío otra vez" pensó enojado mientras fruncía el ceño.

Guillermo estaba procesando lo que pasaba, desde la mirada de aquel alfa hasta ese acercamiento a su rostro que solo lo confundía más y más. ¿Por qué se acercaba a él así? Y si, Ochoa era un gran despistado a sus 30 años y muy por dentro no sabía si insultar o agradecer a Robert por interrumpirlos, su mente en estos momentos estaba hecho un caos total.

Robert había visto desde lejos a ese omega con el mejor jugador del mundo, si bien, le sorprendió durante el partido, tenía que confesar que algo lo impulsaba acercarse a él y por eso esta noche lo quería sorprender, pero fue al revés ¡Y claro que no se quedaría con los brazos cruzados! - ¡Guille! Te he estado buscando, pero tu amigo, me dijo que estarías por aquí... - Expresó el polaco con una sonrisa. Eso sorprendió bastante al omega ¿Había escuchado bien? Pero lo único que hizo fue sonreír un poco por todo lo que estaba pasando en ese momento - Espero que eso no haya sido algún problema, no quiero que estés disgustado Guille -

¿Guille? Detestaba esa manera en como lo llamaba, solo él podía llamarle de esa manera, pero se contuvo y se mantuvo neutro esperando que Guillermo le respondiera, aunque le quedó resonando ese comentario ¿Tu amigo? Se le quedó viendo unos segundos hasta que vio al omega levantarse mientas soltaba un suspiro largo. – Claro que no Robert, no me he molestado – dijo con una sonrisa mientras palmeaba su hombro – Solo me has tomado por sorpresa, eso es todo... pero bien ¿Pa que soy bueno Polaquito? – Robert solo sonrió al ver la actitud tranquila de Ochoa, sabía que los mexicanos eran muy amigables pero sentir ese aroma del portero y su actitud, solo le hacía querer conocerlo cada vez más pero un leve olor a agrio le hizo desviar por unos segundos su mirada hasta a Messi que lo miraba un poco enojado y sostuvieron su mirada por unos largos segundos hasta que el sonido de un celular lo saco ambos de trance – Ay wey, perdón, no quise asustarlos... iré a responder – Dijo Ochoa mientras se alejaba ignorando el tenso ambiente que se había creado.

Messi se limito en levantarse y pedir la cuenta de inmediato, solo quería irse con el portero lejos de Robert aunque ver como se cruzó de brazos manteniendo su postura de alfa le hizo soltar un gruñido. No quería que estuviera cerca del Polaco, de solo ver sentir esa mirada desafiante le hizo soltar un leve gruñido pero del otro lado de esa pequeña cafetería estaba Guillermo hablando con Kevin Alvarez – Perdón Memo, se que ya es tarde pero tengo la nariz un poco tapada y quería saber si tiene un poco de esa crema que usas para tus alergias – Guillermo solo soltó un suspiro largo al escuchar eso pero lo que no sabía es que todo era una mentira ideada por Andrés Guardado y Lainez que habían amenazado a Kevin con esconder su precioso Nintendo switch que le obsequió el portero por su cumpleaños. – Iré por ello y te aviso cuando pases por el cachorro ¿Sí? – Solo pudo escuchar como el joven alfa le agradecía y colgaba rápidamente.

Al regresar donde estaban ambos alfas pudo sentir una tensión que no pudo entender como es que se suscitó pero estaba un poco inquieto así que solo llamó su atención de ambos – Bueno chicos, me tengo que ir, tengo ir a ver a Kevin... no se siente bien y me preocupa un poco – Ambos alfas se calmaron y al notar ese aroma dulzón del omega que soltaba por su preocupación dejaron un momento esa rivalidad que había nacido, Messi se acercó a él para darle un abrazo de despedida pero sin percatarse le impregno un poco de su olor.

- No te preocupes Guille, ve con calma, después podemos seguir hablando - expresó con una sonrisa que alteró por unos segundos todos sus pensamientos al omega.

- Messi tiene razón Guille, nos podemos ver mañana para desayunar... podemos cuadrar todo por teléfono - Robert solo miró un poco serio aquel abrazo pero una sonrisa de victoria salió en su rostro – Puedo apuntar mi número en tu celular, si me lo permites –

El omega esto sin duda alguna no lo vio venir y solo le entregó su celular para ver como Robert guardaba su número y con las mismas se marchó una vez que le devolvió su teléfono. "Qué carajos acaba de pasar? Pensó en estos momentos al ver como se iba Robert y solo volteó a ver a Messi que metía sus manos en sus bolsillos totalmente serio hasta que le comento que lo acompañaría a su hotel.

Fue un camino largo para ambos y donde el silencio solo confundía al omega, pensando si en algún momento hizo algo por enfadar a Lionel pero lo que no sabía, es que al alfa solo estaba detestando a Robert por arruinar su cita con él y por conseguir su número de una manera fácil, unos celos que sentía en estos momentos por culpa de ese polaco.

- Usaremos a Messi para debilitar a México cuando se enfrenten, que oportunidad se ha presentado ¿No creen caballeros? - Expresó  con burla Tata con un vaso de Whisky entre sus manos, se había presentado una oportunidad de oro para que Argentina clasifique en el mundial y los representantes de la FIFA, estaban más que de acuerdo con esa situación. - Y si algo llega a pasar que arruine nuestros planes, usaremos las leyes de este país a nuestro favor, salud caballeros -