𝑻𝒓𝒖𝒆 𝑳𝒐𝒗𝒆 [Namjin]

Capítulo 03.

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La puerta de la habitación se abrió y no le dio tiempo de mirar el lugar por dentro pues pronto tuvo los labios del moreno comiendo los suyos con posesividad y urgencia.

Seokjin le siguió el ritmo, no se dejaría dominar por ese lindo moreno. No supo cómo, pero llegaron hasta la gran cama matrimonial.

Un gemido se le escapó cuando el cuerpo del moreno lo acorraló contra el suave colchón.

Sus entrepiernas se rozaban, creando una fricción tan deliciosa, que los estaba volviendo locos.

Namjoon rompió el beso, bajando hasta encontrarse con su cuello donde mordió a su antojo y dejó varios besos mojados.

Seokjin volvió a gemir, sentía su cuerpo caliente y lleno de energía que le encantaría agotar con ese chico.

Las manos de Namjoon rompieron los botones de su camisa al abrirla sin cuidado. Su pecho y torso quedó al descubierto.

Namjoon se alejó, mirando su bonito cuerpo, asintiendo maravillado con la perfecta vista.

Pronto se acercó a uno de los bonitos pezones, su lengua se enredo en uno de ellos, haciendo círculos mientras que con una de sus manos jugaba con el otro pezón erecto.

Seokjin se las arregló para desnudar al moreno, un bonito abdomen tonificado apareció. Sus brazos eran grandes y fuertes, muchas cosas obscenas aparecieron en su imaginación al verse entre esos fuertes brazos mientras lo follaba duro.

El moreno paró de chupar y morder sus pezones, bajando sus manos hasta el pantalón que ahora apretaba en su dura erección. Se deshizo de este y del suyo, ambos quedando en bóxer.

—¿Estás limpio? —Seokjin le preguntó con voz entrecortada.

—Lo estoy ¿Y tú? —Namjoon hablaba de la misma forma.

—Sí.

—De igual forma nos protegeré.

Seokjin agradeció eso. Lo vio regresar a su pantalón donde sacó una cartera y de ella sacó una tira con varios condones.

—Estás preparado.

—Solo en caso de emergencia, no hago esto siempre, lo juro —rio un poco.

—Entonces es tu día de suerte.

—También es el tuyo, te voy a follar como nadie más lo ha hecho, lo prometo, dulzura.

—Eso lo veremos, guapo.

Y ahí estaba nuevamente ese coqueteo sensual que los excitaba cada vez más.

Seokjin no entendía cómo es que podía desenvolverse tanto con un hombre que acababa de conocer, mucho menos entendía lo que hacía ahí, esperando a ser follado, pero había algo en ese hombre que lo atrajo desde que sus miradas se encontraron y no podía detenerse, no quería detenerse, quería ser follado a como diera lugar.

El bóxer desapareció de su cuerpo en un rápido movimiento que lo tomó por sorpresa, pues un gritito se escapó de sus labios.

El moreno ya estaba desnudo, con una erección completamente despierta, haciendo aparición y chocando con la piel de la línea en "V" de su cuerpo.

Joder, si que iba a disfrutarlo.

—En cuatro, ahora.

Habló con voz ronca y profunda. Seokjin obedeció, abriendo las piernas tanto como pudo, en la posición que el moreno le indicó. Pero también, poniéndose en una posición con la que se sentía cómodo, bajando hasta que su rostro tocó el colchón y su trasero quedó al aire, tan excitado ante la mirada hambrienta de su acompañante.