𝑻𝒓𝒖𝒆 𝑳𝒐𝒗𝒆 [Namjin]

Capítulo 08.

⚠️

Namjoon bajó del avión, soltando un suspiro.

Uno de sus amigos le dio un leve apretón en su hombro.

—Te ves mal.

—Gracias —intentó bromear.

—Lo digo en serio, Namjoon... Creo que deberías tomar un descanso, te la pasas todo el día en el trabajo y cuando no estás metido en tu empresa, vas a la mía o a la de Jungkook por algo más de trabajo. Soy un hijo de puta, pero me preocupo —le dijo el pálido.

—Estoy bien.

—Vayan a casa, gracias por acompañarme a esa reunión, espero que pronto pongamos a trabajar ese contrato —Jungkook comentó, mirándolos completamente serio, típico de él.

—De acuerdo, me voy ahora, ustedes también vayan a casa.

—¿Tambien vas a casa? —Namjoon le preguntó al menor de los tres.

—Sí, mi padre llamó, me están esperando en casa.

Y ambos mayores asintieron, sin notar lo incómodo que se encontraba Jungkook.

—Bien, nos vemos mañana.

Yoongi se alejó primero, caminando hasta su deportivo para pronto marcharse.

Namjoon miró al menor repetir la acción de Yoongi, entonces él estuvo solo y pudo dejar escapar el gran suspiro que estaba reteniendo.

En sus pensamientos solo aparecía Seokjin y era demasiado jodido, tenía unas ganas inmensas de ir a buscarlo, pero habían hecho una promesa de no volver a buscarse y lo cumpliría. Namjoon creía en el destino y sabía que ellos estaban destinados a estar juntos cuando sea el momento correcto.

Con eso en mente pudo despejar todos sus pensamientos y caminar hasta su auto para conducir a casa.

Intentando seguir adelante sin pensar tanto en Seokjin o en esas ganas de verlo, sin saber que este lentamente moría de tristeza.

Tres días después, los padres de Seokjin fueron a casa de su hijo, lo visitarían para ver cómo seguía y también para darle ánimos, que aunque en su casa estuvo completamente canalizado de todas sus emociones, ellos comprendían que no era fácil pasar por todo lo que Kim menor había pasado.

Llamaron a la puerta pero nadie atendió. Papá Kim insistió un poco más pero seguían sin respuesta. Una vecina que pasaba por ahí les comentó que Seokjin seguía en casa y que no lo habían visto salir para nada, ni siquiera para recibir clientes o algo por el estilo, entonces, sus padres se preocuparon, había un sentimiento extraño en ambos. Decían que los padres podían sentir cuando sus hijos estaban en problemas y el sentimiento les abrumó.

La vecina refinada se despidió y ellos la vieron irse, pero en cuanto se alejó, el hombre corrió a la puerta para empujarla con todas sus fuerzas, intentando que esta cediera, pero nada pasaba.

Pronto corrió al jardín delantero por una roca de la decoración, para que con ella golpeara el cerrojo. Después de algunos fuertes golpes, la chapa de la puerta se rompió y ambos corrieron al interior del hogar.

Todo estaba desolado y frío, las luces apagadas y parecía que no había nadie, pero pudieron escuchar un débil sollozo.

Mamá Kim corrió tan rápido como pudo, sintiendo un nudo en su garganta y un sentimiento de presión en su pecho.

Al estar en frente de la habitación de Seokjin, entró rápido, encontrándose con la escena más triste y deprimente de todas.

Seokjin lloraba en medio del suelo, parecía que se había caído y al no tener fuerzas se quedó en su lugar, solo llorando. Tenía unas ojeras tan grandes, sus ojos estaban completamente rojos y cansados, su garganta dolía y estaba tan hinchada de tanto gritar y maldecirse.

Ella no pudo moverse, se sentía tan culpable, nuevamente. Papá Kim pudo correr hasta su hijo, tomando su rostro para que lo mirara, pero este solo lloraba. Usando de la poca fuerza que le quedaba, Seokjin lo rodeó con sus brazos y suplicó por ayuda para el dolor que sentía en todo su cuerpo y corazón.

Él, llorando con su hijo en brazos, lo levantó y se apresuró a bajar con este. La mujer pudo reaccionar, tomando una manta para cubrir a Seokjin antes de salir.

Se vieron nuevamente de camino al hospital, donde el doctor de Seokjin lo recibió y pronto comenzó su trabajo.

Le aplicaron un tranquilizante y suero, también algunas pastillas antidepresivas, pero él sabía que eso no ayudaría por mucho tiempo y tampoco quería que Seokjin llevara un tratamiento como ese, no lo quería hacer dependiente de un medicamento que lo mantendría sin emociones y con la mayor parte del día con sueño.

Cuando Seokjin al fin pudo dormir, las enfermeras limpiaron su cuerpo y sobre todo, la cicatriz de su cesárea pues Seokjin parecía que no se había aseado correctamente ni comido desde que dejó la casa de sus padres y sería peligroso si su herida se infectaba.

Casi al segundo día Seokjin despertó, había estado tan cansado, su cuerpo y mente necesitaban un descanso.

El primero que entró a su habitación fue su doctor. El hombre le sonrió como siempre le sonreía cuando lo atendía. En uno de sus brazos llevaba su bitácora y con su mano libre llevó algunos cabellos canosos hasta atrás, pronto llegando a su lado.

—¿Cómo te sientes, Seokjin? —preguntó.

—No siento nada... —susurró.

—Está bien, es el efecto del medicamento que te hemos estado administrando... Seokjin, estás pasando por un momento realmente difícil, yo puedo ayudarte a que estés sano, que tu cuerpo no se sienta pesado o que algo físico no duela, pero no puedo curar un corazón herido, tampoco tengo una medicina para ayudarte a combatir toda la tristeza que sientes en tu alma... Te he cuidado desde hace muchos años y me da demasiada tristeza verte en este estado. Al igual que tus padres, solo quiero verte feliz, así que hice todo lo posible para obtener la ayuda que necesitas en este momento... Seokjin, acudirás a un internado donde te ayudarán a superar el fallecimiento del pequeño y recibirás ayuda psicológica sobre todo lo que ha pasado, también para ayudarte a sobrellevar la noticia sobre tu condición doncel.

—¿Me promete que me sentiré mejor? —habló como pudo, su boca estaba reseca al pasar tantos días sin comer o beber algo.

—Lo prometo, Seokjin, son los mejores en todo el mundo.

Y el hombre le volvió a sonreír. Seokjin solo pudo apartar la mirada y soltar un suspiro. No tenía ningún sentimiento, pero solo quería ya no seguir sufriendo y si tenía que internarse y recibir ayuda psicológica, entonces así sería.

¡Hola!

¿Qué les pareció?

Después de mil años al fin regresé con una actualización de esta fic ❤

Pronto sabrán un poco más de Namjoon y su día a día sin saber de Seokjin

Recuerden que todo lo que está aquí escrito es ficción

Les puse una advertencia al comienzo del capítulo porque tocaría un tema fuerte sobre la depresión, así que si en otro capítulo se encuentran con esto ⚠️ leanlo con precaución, se pueden tocar temas delicados

Nos leemos en el próximo capítulo 💜

¡Adiós!