My Evil |Leedo + Xion|

◌᮫۪۪۪۪᳝۟15(Especial de Navidad)

Hoy era un día especial para Dongmyeong, pues era noche buena, ya habían pasado tres meses desde que llevaron a Dongju con sus tíos a otra ciudad, desde entonces su madre se ha encargado de cuidar y mimar a Dongmyeong cómo si fuese su único hijo.

Por otro lado, Leedo se había enterado de la noticia gracias a Ravn quien se lo comentó unos días después de que Dongju ya se había ido, la noticia lo devastó, pues no pudo hacer nada para que no se lo llevaran, entonces comenzó la construcción de un reino oscuro en las Ciénagas, sus amigos estaban preocupados, pues después de que aquel niño de ojos azules había llegado a la vida del pequeño rey, tanto su forma de actuar y de ser con los demás había cambiado para bien, ahora volvió ser alguien frío y sin sentimientos, Hwanwoong estaba muy preocupado por su amigo, había echo de todo para que volviera a ser aquel niño feliz, pero solo había una cosa, más bien, una persona que podía lograr eso en Leedo.

-Leedo, vamos a ir a la aldea, ¿vienes?- pregunto Keonhee. Seoho y Hwanwoong estaban a un lado de él.

-No tengo ganas- respondió desanimado.

-Tú no has tenido ganas de nada desde que tengo memoria, anda vamos, no nos hará daño una salida en el mercado, y de paso compramos tu fruta favorita- ánimo Seoho.

-Seojitos tiene razón, anda, vamos Leedo- Reprochó Hwan.

-Esta bien- Los demás chicos saltaron de alegría, el paso uno estaba completo.

Paso dos, hacer que Leedo vuelva a sonreír.

Los cuatro niños llegaron al mercado, unos más felices que otros y algunos, solo existiendo.

-Leedo, sabes que fecha es hoy?- preguntó Hwan con una sonrisa en el rostro.

-Veinticuatro de diciembre, Hwan- respondió sin ánimos.

-Exacto!- gritó Hwan.

-Hoy es noche buena, Leedo- mencionó Seoho.

-Solo es un día más, Seoho- respondió Leedo.

-Ahgs! No tiene caso- dijo Seoho cruzándose de brazos.

-Ven, iremos a comprar las manzanas que te prometimos- Hwan lo tomó del brazo y lo llevo a un puesto de manzanas. -Buenas Señora!-

-Hola mi niño, vienes por las manzanas?- Hwan asintió. -Cuantos quieres?- pregunto calidamente la señora.

-Deme cinco, por favor- sonrió de labios.

-Claro mi niño- escogió las manzanas más maduras y se las puso en una bolsa. -Tenga mi niño- Hwan las tomo con gusto y le dio el dinero necesario a la señora.

-Muchas gracias y feliz víspera de Navidad!- sonrió Hwan antes de tomar la mano de Leedo e irse junto con los demás. -Chicos!-

-Oh, consiguieron las manzanas?- pregunto Seoho.

-Dah, es obvio- respondió Hwan enseñando la bolsa de manzanas.

-¿Dongju?- Habló bajito Leedo.

-¿Qué?- dijeron los demás al uníso.

-Dongju!- grito y salió volando.

-Ay no, esto es malo, esto es verdaderamente malo, vamos!- dijo Hwan antes de salir corriendo de allí.

-Cómo se le ocurre quitarse la capa y salir volando así nada más!? Que no sabe lo que puede suceder!?- grito Keonhee mientras corría.

-L-lo perdimos- dijo entrecortadamente Hwan.

-¿¡Pero a dónde fue!?- Seoho grito esta vez.

-Menciono a Dongju.. Ustedes creen que?..- Dijo Keonhee.