Kim Leedo es un oberón joven y bello con unas enormes alas de águila que vive en el Páramo, un reino fantástico dentro de un inmenso y gran bosque muy cercano a un reino humano. De niño, conoció y rápidamente se hizo amigo de un joven príncipe llama...
-De acuerdo- Ravn dejó de caminar y se puso al frente del menor, suspiró, cerró los ojos y en un par de segundos ya estaba convertido en lobo.
-E-eras tú..- tartamudeo sorprendido.
-Uy, sí- respondió.
-¿Por qué la última vez me asustaste?- Hwan puchereo.
-Ow, que adorable, y no, no te asusté solo te estaba observando- Ravn agitó su cola.
-Eso es acoso- dijo Hwan cruzándose de brazos.
-Tú que vas a saber de acoso niño- gruñó.
-Tú también eres un niño- sonrió de labios. -Ya se hizo de noche..- dijo con un tanto de miedo.
-Te lo advertí, te dije que no vinieras- hizo un sonido adorable en forma de tristeza.
-Losiento- tintineo Hwan convirtiéndose en hada.
-Te irás sólo? No quieres ir hasta casa y quedarte ahí? Al menos una noche- preguntó.
-No es buena idea, Leedo se preocupará de nuevo- dijo apenado.
-Leedo es buen amigo, siempre cuida de ti- dijo y volvió a su forma humana sonriendo de labios.
-Lo es, pero aveces siento que soy una carga para él- habló triste esta vez, sabía que Leedo era un buen amigo y que siempre cuidaba de él y de los demás en el páramo, por eso aveces sentía que cuidar de alguien cómo él ya es demasiado y eso lo ponía un tanto triste.
-No lo eres Hwan, él te quiere mucho y sólo se preocupa por tu bienestar- dijo con una sonrisa cálida en él rostro, lo cual hizo que Hwan sonrierá de igual forma. -Ve con cuidado, nos vemos mañana- dijo antes de desaparecer de la vista de Hwan.
Ese niño es muy veloz Pensó.
Y aquí es donde le entra una y mil dudas a Hwan.
Qué pasará con nosotros ahora? Después de habernos topado, habrán más de nosotros? Espero que ya no pase nada malo o venga otra guerra u haiga alguna amenaza.. Pensaba él pequeño mientras regresaba al páramo donde claramente Leedo lo estaba esperando.
-Hwan, por qué tardaste tanto?- preguntó el mayor cuando vio llegar a su amigo aún convertido en hada.
-Y eso que ni llegué hasta su casa- dijo y volvió a su forma humana.
-Cómo? Entonces por qué tardaste tanto?- preguntó, Hwan notó qué esté estaba claramente enojado.
-Por qué nos quedamos en el camino y el me mostró su forma de lobo- respondió sin ganas. -también descubrí que era él quien me había estado observando la última vez- dijo mirando a Leedo.
-Qué el es quién?- preguntó extrañado.
-Lo que te había contado Leedo, el lobo que me había asustado- Leedo hizo una o con su boca.
-Lo importante es que estás bien- sonrió de labios el mayor.
-Ujum, y los demás?-
-Ya se han ido a descansar- respondió.
-También Dongju?- Leedo asintió. -O sea que no fue a su casa?-
-No, sabes cómo está su situación, Hwan- el pequeño solo asintió y se fue a su casa en el árbol.
-Ya irás a dormir?
-Eso haré, tú no?- Leedo asintió y también fue a dormir, pero había algo que no lo dejaba tranquilo.
Hwanwoong se veía.. triste? Preocupado? Pensaba.
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